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Un mundo de locura

-Joder que resulta complicado esto.
-Venga ya, sin mariconadas que esto es sencillo.
-Mejor juguemos con el balón plano de toda la vida.
-Pero no, te digo que es mejor jugar con un balón esférico, como la tierra.
-¿Otra vez con esas tonterías? La tierra no es una esfera, métetelo en la cabeza, colega.
-La tierra es esférica, es un globo, una bola de boliche.
-¿Qué la tierra es como una bola de boliche?
-Si, bueno, algo así. Es una circunferencia.
-Ya me tienes podrido con estos temas, me piro.

Uno de los dos jóvenes se fue, dejando al otro en el campo, con su extraño balón esférico bajo su pie derecho.
El capitán era el mejor jugador del equipo, por lejos, pero sus discursos conspiranoicos saturaban a sus compañeros, discursos que muchas veces se daban en medio de los partidos.

-Por algo se llama planeta y no redondeta, porque es plano, que va- le dijo el defensor luego de haber dejado pasar al rival sin darle mucha pelea durante el penúltimo partido del equipo antes de finalizar la liga.
-Te han lavado el cerrebro.
-El lavado éres tú, tío. Deja ya y echa a correr que perdemos cuatro a cero.

El partido finalizó con un contundente siete a tres y los equipos se retiraron a los vestuarios.

-Si lo ponemos en perspectiva y no contamos los primeros cuatro goles, hemos empatado- opinó el 9.

El equipo completo echó a reir.

-Un resultado muy redondo- dijo el arquero automáticamente poniendo sus manos en su boca, intentando tapar sus dichos.
-Claro, redondo como la tierra- dijo el capitán y mejor jugador del peor equipo de la liga.

Todos lo miraron y el arquero exclamó: -¿Una tierra esférica? ¡Este es un mundo de locura!

—- o —-

-Pero no. Por supuesto que no. Es completamente inmoral y no estoy de acuerdo.
-Yo tampoco lo estoy.
-Es inadmisible.
-De tan solo pensarlo me dan ganas de vomitar.

El revuelo generado en el recinto fue tan grande que nada se podía entender de los gritos que hacían eco.
De los más de cuarenta miembros de la sala, un hombre en solitario propuso aumentarse el sueldo, no solo el suyo sino el de todos los allí presentes, generando un caos que casi termina en linchamiento.
Finalmente la decisión fue unánime y a aquel hombre se le dio una oportunidad de continuar en el resinto firmando un escrito de renuncia y que nunca más propondría semejante barbaridad o claudicar. Optó por la segunda al considerar a todos locos.

-¡Nosotros ayudamos al pueblo, tomamos las decisiónes para mejorar sus vidas! -exclamó el hombre que debió ser sacado a rastras.
-¿Pedir más plata?- ironizó el presidente del lugar. -Les advertí que este trabajo les traería locuras, pero aquel hombre se pasó.

Los restantes miembros del congreso echaron en risas. La sola idea de cobrar más que el mínimo les era ridícula.

-Esto es tan absurdo como la idea de tu hijo de que la tierra es esférica- rió uno de los miembros más antiguos al hablarle al presidente del recinto y actual vicepresidente del país.

-Ja ja- respondió -Creo que este loco y mi hijo se llevarían bien.
-¿Una tierra esférica y unos diputados que ganen más que el mínimo?
-Realmente este es un mundo de locura.

—- o —-

-Entre tu hijo que insiste en viajar a la Antártida para comprobar que no existe el fin del mundo y el nuevo diputado que pretende que cobremos más que el mínimo por nuestro trabajo, esto se está convirtiendo en un mundo de locura.

El vice presidente hablaba con su esposa durante la cena. Comían solos, su hijo pasaba día y noche encerrado, planeando los detalles del viaje -¿postre?

La mujer asintió sonriente. -Era una sorpresa. Preparé un budín relleno de licor.

Al hombre se le hizo agua la boca. Se les había terminado el vino y no quería gastar en una nueva botella, pero no se iba a negar al placer de un buen postre embebido en ambrosía, sin embargo, al recibirlo, su cara cambió. El clásico budín rectangular había sido reemplazado por uno redondo.

-No me digas que caiste en las garras de tu hijo y su discurso de círculos por favor.

-Hablé con él, si, como hago cada día, pero esta resultó una muy buena idea. El relleno lo coloqué en el centro y se distribuyó mejor por toda la superficie. ¿Acaso te molesta la forma?

El hombre negó con la cabeza. -La forma es lo de menos, mujer. Seguramente está delicioso, pero no quiero que te llene la cabeza con sus locuras.

-¿Locuras? -repreguntó la mujer. -Locura es lo que pasó hoy en el banco. Un hombre que estaba en el medio de la fila, comenzó a gritar para que dejen pasar primero a una mujer que estaba en silla de ruedas.

-Dios mío, otro loco más- respondió el otro mientras se zampaba el postre.

-Ni te imaginas el escándalo que armó. Encima lo peor fue que al momento en que la mujer en silla de ruedas terminó el trámite, apareció un viejo en bastón y comenzó con el mismo griterío para dejarlo pasar y lo mismo hizo para una mujer embarazada. Como consecuencia, al hombre lo echaron del banco luego de habenos hecho perder casi una hora de nuestro tiempo.
-Hay cada loco. Pareciera que quien que más grita es quien más merece ser escuchado.
-Pero nos hicieron perder el tiempo, ¿no merecen alguna condena?
-La mejor condena es la social, mi vida.
-¿Darle prioridad a otras personas?. Realmente este es un mundo de locura.

Demasiado largo

Crece y crece.
Hay veces que me sorprendo de lo largo que lo tengo.
Incluso, en aquellas oportunidades, hasta mi dama de turno se sorprendía.

-Mirá que hay veces que está tan largo que ya no parece ser el mismo. Y eso que ya te lo conozco desde hace tiempo -me dijo una vez.

Muchos hombres me envidian y desean tenerlo como el mío.
Sin embargo, por momentos se vuelve inmanejable.
Me han ofrecido utilizarlo en películas, pero me da verguenza mostrarlo.
Lo oculto de todas las formas que puedo y el momento más incómodo es cuando lo tengo así en la calle.
¡Dios mío! Cuanta verguenza paso en esos momentos. Evito todo contacto con la gente, aunque varias veces sentí me señalaban y se reían.

-No lo mires -le dijo una señora ofendida a un niño que, por la edad, parecía ser su nieto.

Lamentablemente ninguna dama me satisface y hace tiempo que descubrí las manos mágicas de un hombre. Él si que sabe como tratarlo y sentirlo trabajar es un festín a mis sentidos.
Cuando acaba su labor, todo vuelve a la normalidad para mi, aunque a él le molesta el residuo blanco que le dejo por todos lados. No es mi culpa, no puedo evitarlo.
Desde que me atiende, lo blanco que le dejo se multiplicó al punto de que parece que llegó la navidad. Esto no me pasaba con ninguna de mis damas de turno.
Lamento decirlo, pero como ese hombre, que posee uno similar al mío, no hay mejor opción para el trabajo.
Y encima de todo, me cobra menos que esas pretenciosas de uñas largas y labia berreta.
Con él vamos directo a los bifes, sin palabras que mediar más que un «Hola, ¿cómo estás?». Él sabe para que estoy allí y conoce como me gusta. ¿Mejor?  Imposible.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez y me urge verlo. Estoy yendo a su encuentro, esta vez sin acuerdo previo. Voy de sorpresa porque ya no aguanto más y le pagaría lo que fuera por el inconveniente, él lo vale. Lo tengo muy crecido, tanto que siento que me va a explotar. Se me hace incómodo caminar y la gente se mosquea a mi paso. Entiendo que no les gusta que los toque, pero bueno, no puedo evitarlo, así de largo está.
Ya casi llego. Allí aguarda mi hombre favorito, dueño de esas increibles manos.
Ya llego, ya casi puedo sentir como comienza a trabajar sobre mi.
Está ya demasiado largo y verguenza me da caminar por la calle así.
Estoy a pocos pasos y ya puedo vislumbrar la entrada.

Pero ¿qué demonios?

«La peluquería se encuentra cerrada por vacaciones»

¡Maldición!

 

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Los doce pasos de la vida

A veces son más, a veces son menos. Depende mucho de nosotros y del mundo que nos rodea, pero en grandes líneas, doce son los pasos que debemos dar, doce pasos completos para estar seguros y poder seguir nuestro camino.

El primer paso es el más seguro, pero a la vez el más osado. Es el que decide cuando debemos comenzar. Cada situación es distinta y a veces debemos retroceder y volver al lugar seguro, a la zona de confort. Lo importante de este paso es darlo sin mayores miramientos, como si fuese algo rutinario. Es comprensible que dudemos, incluso que retrocedamos, pero hay que recordar que siempre hay que tirar pa’ adelante.

El segundo, al igual que el primero, suele carecer de dificultades. Se trata de un paso de apoyo al primero, para afianzar la desición de emprender la odisea. Dado este paso se recomienda no volver atrás a menos que la situación lo amerite. De ahora en más no te puedes distraer, porque la aventura ya ha comenzado.

El tercer paso se da mirando siempre hacia adelante. Este es el punto de no retorno. Pretender regresar a tu zona de confort desde este lugar se considera peligroso. La mirada siempre en alto, el paso firme. Nada puede distraerte. Es el punto de inflexión.
Puede considerarse como uno de los pasos más importantes por el hecho de que los posibles problemas son casi siempre visibles desde este punto. Es por esto que es muy importante mantener la cabeza en alto y atenta.

El cuarto paso trae consigo la primer dificultad. En su mayoría de veces de muy fácil evasión y en ciertos (pocos) casos, puede resultar un imposible y acabar en tragedia.
Apurar el paso suele ser efectivo en este tipo de circunstancias, incluso es lo más recomendable para salir ileso. La preocupación aumenta. Por ahora se mantiene en niveles bajos.

El quinto paso trae consigo la calma. Conocido como el ojo del huracán, estando en este sitio estás seguro, pero no puedes ni permanecer en él ni avanzar ni retroceder sin que el fuerte viento te atrape. La calma antes de la tormenta no brinda alivio, pero aprovéchalo para respirar. Darlo rápido o lento es indistinto, el resultado será igual.

El sexto paso trae consigo a la primer amenaza a nuestra integridad fisíca. En la mayoría de los casos, el primer problema que surge no es para nada inofensivo. Muchos caen en este paso, a mitad de camino del objetivo. Se recomienda apurar el paso, medida que es efectiva en la mayoría de los casos, pero siempre con conciencia del entorno. Los problemas acaban de comenzar.

El septímo paso se debe dar aún más rapido que el anterior. La amenaza de la sexta pisada ha cambiado de rumbo y te persigue. Su embestida es más velóz y el peligro crece exponencialmente. Apurar el paso sigue siendo la recomendación. Tu corazón estará con ganas de vacaciones, pero la travesía no ha llegado a su fin.

El octavo paso debe ser muy corto. Casi imperceptible. Frenar las revoluciones de la pisada anterior es imperoso. Bajar de la máxima de cien a la máxima de cuarenta es el punto clave. Si lo logramos, este paso provee paz y estabilidad y permite retomar el aire.

El noveno paso es el que conlleva esperanza. Durante este, el punto de llegada se hace visible y podemos soñar con volver a la tranquilidad. Hay que disfrutarlo, saborear el momento.

El decimo paso es caprichoso. El azar es el único que determina nuestro futuro y por eso es que es el más peligroso. Tener cuidado, mirar a todos lados, no desconcentrarse nunca. Nuestra vida está en juego si no somos concientes del entorno y de lo que nos rodea. Pero no es suficiente, debemos preveer situaciones futuras. La suerte y nuestra supervivencia decidirá todo. Desde este punto, los sucedido con anterioridad carece de importancia para adivinar el presente. Cuidado con este paso, pues es el más peligroso de todos y el que mostró cobrárse más víctimas. Rápido o lento, nosotros decidiremos.

El onceavo se da con la respiración contenida. Es el penúltimo escalón y eso trae esperanza, pero cuidado, pues los problemas de la décima pisada están latentes.
Apurarse como nunca antes es la recomendación. Vamos que ya terminamos.

El doceavo paso es el que nos otorga el aire perdido, es el paso que nos devuelve la seguridad y nos permite seguir nuestro camino. Todo ha sido superado. Por fin…

-Ese hijo de puta casi me atropella. ¿NO VES QUE TENGO EL SEMÁFORO EN VERDE? DESGRACIADO, INFELIZ.

-¡Carajo! Cada vez es más dificil cruzar la calle.

Sindicato de Pascua

-Si les digo que no, es no. Y eso es una orden.

El gran faraón Ramses estaba negado. No aceptaba recibir a los trabajadores Hebreos.
Algunos querían vacaciones, otros mejor paga, otros menos horas de trabajo pero ninguno era escuchado por el faraón.
Por las noches, los judíos se reunían y se preguntaban si alguno había tenido éxito en hablar con «el hijo de Ra», pero todos movían la cabeza de un lado al otro en señal de negatividad.

-Debemos hacer algo. Me perdí el nacimiento de mi hijo por sus malditas pirámides.
-A mi no me dejan tomar vacaciones.
-A mi me pagan menos que al resto porque soy más bajo.
-Te pagan menos porque eres un debilucho y lo que nosotros hacemos en una hora a ti te lleva todo un día- le respondió otro, más musculoso y gallardo.
-Dímelo a la cara -amenazó el anterior.

Y así comenzó una nueva pelea entre los esclavos que terminó, como siempre, en la nada misma al ser tarde en la noche y ninguno tener fuerzas.

-Calma, calma- intentó calmar Moises.

Siendo alto, fornido, de buena presencia, de buen habla y sobre todo muy bizarro, Moises era el más querido de los judíos tanto dentro de la comunidad como fuera.
Incluso el faraón lo tenía en estima al ser, por poco tiempo, su yerno.
Moises se había emparejado con la hija de Ramses y esto le hizo perder por un tiempo su condición de esclavo y formar parte de la corte real.
Finalmente el amor se terminó y el judío regreso a su trabajo en la construcción de las pirámides, aunque con un trato especial.

-Tengo una idea- atinó a decir su hermano, Aarón.

Aunque Moises poseía los atributos físicos, Aarón era de mente rápida y sus ideas habían resultado beneficiosas para el pueblo en el pasado.

-Muchos de nosotros deseamos las mismas cosas, como vacaciones, mejor paga, menos trabajo y mejores condiciones pero el faraón no nos recibe por separado porque atender a todos nosotros debe ser tortuoso, en especial a Iacób- dijo, mirando al más bajo de todos quien volvió a encabronarse. -¿Por qué no pedimos todas esas cosas para todos en lugar de algunas cosas para cada uno?

Todos lo miraron y le ignoraron.

-Pero si no nos recibe por un solo pedido, menos nos va a recibir si cada uno le presenta todas las otras cosas- respondió uno.

Aarón los miró, pensó que se había explicado.

-Pensé que me había explicado- dijo. -No digo que cada uno le pida todo sino que lo haga solamente uno de nosotros. Una sola persona en nombre y palabra de todos nosotros. Si nos ponemos todos de acuerdo, podemos elegir a nuestro rey, a nuestro faraón y que él hable por nosotros y por nuestras mujeres y niños. Si estamos juntos, Ramses no nos obligará a nada. O acepta las peticiones o no continuamos con el trabajo.

Hubo un silencio que se llenó de murmullos de dudas.

-¿Y quién nos representa?

-¿Acaso no es obvio? -respondió Aarón. -Mi querído hermano Moises es el elegido.

Los judíos aplaudieron. Nadie mejor que él para representarlos.

Moises aceptó con gusto, siempre creyó que estaba destinado para cosas importantes.

-¿Qué pedimos primero?- preguntó.

Se produjo una votación entre los presentes y el pedido ganaron fueron las vacaciones.

-Moises, tu eres el elegido. Quien nos liberará. eres el elegido para darnos nuestras merecidas vacaciones-le dijo su hermano.

Finalmente, con Moises a la cabeza, quedó conformado el primer sindicato de la historia, el sindicato de los trabajadores de la pascua y al día siguiente, comenzó su trabajo.

-FARAÓN- Gritó Moises. -Represento al sindicato de los trabajadores de las pirámides. Yo hablo por todo mi pueblo, el puedo elegido, enviado del único y verdadero dios. Ramses, deja salir a mi pueblo….de vacaciones.

Ramses no comprendía lo que sucedía. Una sola persona en representación de todos. Un faraón judío que tenía el control. Esto era algo nuevo para él.

-Deja salir a mi pueblo…de vacaciones- volvió a reclamar Moises. -Deja salir a mi pueblo.

-Jamás- finalmente respondió. -Ahora vuelvan a sus trabajos -ordenó.

Los trabajadores se miraron. Moises no había logrado nada y concurrieron al plan B, dejar de trabajar.

Al presenciar esto, el faraón comandó a sus soldados que comiencen con los azotes y al pueblo elegido no le quedó otra opción más que volver al trabajo.
Por la noche, volvieron a reunirse.

-Tu plan no sirvió de nada Aarón.
-Me duele todo por tu culpa.
-Maldito seas.

La gente lo estaba por linchar pero fue salvado por el elegido.

-Escúchenme -suplicó Moises. -Debemos mantenernos firmes si queremos prevalecer. Para ganarle a Ramses debemos jugar sucio como él, debemos utilizar la fuerza. Debemos contraatacar por las sombras.

Su hermano sonrió e interrumpió.

-Si, eso es. Debemos actuar bajo las sombras. Alguno de nosotros debemos morir de mentira para que no nos busquen. Yo me ofrezco como voluntario.

-¿Qué hacemos?-preguntó uno.

-Las plagas- respondió Aarón -las plagas que nos contaban nuestros padres, las que dios trajo bajo la antigua tierra. Los egipcios no las conocen. Debemos traerlas a la vida todas y cada una de ellas.

-¿Incluso la última? -preguntó Moises.

-En especial la última -le respondió su hermano.

La gente se miró y dudó. Tenían miedo a la reacción del faraón, pero no los podía culpar al ver que todos los que estaban con vida estaban trabajando.
Así fue acordado y tras cada una de las diez plagas, Moises, el elegido del pueblo judío, reclamaba la libertad diciendo que lo que sucedía era voluntad de dios.
Sin embargo, Ramses rechazó cada uno de los pedidos pero tampoco podía culparlos al no saber si esto lo ocasionaban ellos o simplemente se aprovechaban de situaciones.

Cumplidas nueve de las diez plagas, al pueblo elegido no le quedó otra opción que llevar a cabo la última, la más siniestra de todas.
La última plaga, la muerte de los primogénitos se había puesto en marcha. Era la última medida que el sindicato tenía, su última oportunidad para su libertad y por la noche muchos hijos de Egipto cayeron, inclusive el hijo del faraón que había sido atraído por una muy bella niña judía.

-Ustedes ganan- finalmente se rindió el faraón. -Pueden tomarse las vacaciones. Ahora váyanse, déjenme solo con mi hijo.

Finalmente el faraón cedió y el pueblo obtuvo sus merecidas vacaciones. Pero el único problema es duraron más de la cuenta y los hebreos jamás regresaron a Egipto. El éxodo había comenzado.

No será la «verdadera» historia de las pascuas judías, pero si una simpática historia sobre el primer sindicato creado, el sindicato de los trabajadores de las pirámides o más adelante conocido como el sindicato de los trabajadores de la pascua.

Amor tras amor

-Sos demasiado lindo para mi.

Fue lo último que dijo antes de irse. Lo peor es que habíamos venido con su auto y ahora yo me encontraba a la espera de un taxi para regresar a mi casa.
Admito que durante cierto tiempo creí que esto fue cierto y eso me ayudó a aumentar el ego.

Después de una relación, llega el periodo de duelo. Tiempo en el cual uno reflexiona sobre lo sucedido y espera a sanar las heridas.
Este tiempo es proporcional al tipo de relación vivida, a su duración y a su desenlace final.
Aunque además influye uno mismo y su capacidad para sanar, como si de un superpoder se tratara.
Pasado el tiempo de duelo, uno se reinserta en el mercado de citas y es en ese entonces que comienzan las situaciones extrañas. Sea el objetivo puramente sexual o el de formar una relación, en una primera cita puede suceder de todo y se pueden escuchar cosas impensadas. Cada uno es un mundo, cada persona posee su forma de ser y de actuar, pero algunas situaciones son demasiado complicadas para entender en un primer encuentro.
Mientras más tiempo se haya pasado en la relación anterior, mayor es el olvido a estos misterioros primeros encuentros.

Una vez sucedió que arreglé salir con una chica que por fotos era muy bella.
Lo de arreglé salir es una exageración, la realidad es que ella fue quien propuso la salida.
Como sea el caso, la pasé a buscar por la casa una calurosa tarde de sábado.
Estaba un poco nervioso, ella era muy bella y yo…bueno, yo era yo. Algo debo tener de atractivo, supongo.
Al llegar a su casa y tocar el timbre, abrió la puerta alguien que no parecía humano. Era un ángel, un ser digno del cielo cuya belleza irradiaba una cálida luz.
Tragué saliva al verla y me puse aún más nervioso.

-Caminemos- me dijo, sin siquiera saludar.

-Bueno- acepté, limpiándome la baba del labio.

No llegamos a dar ni diez pasos cuando me lo soltó.

-Tengo una regla- me dijo. -Vamos a caminar y a charlar durante dos calles y al final de la segunda calle, yo me iré a dar una vuelta. Si regreso es que me gustaste y quiero continuar con la salida.

Me quedé más que sorprendido. Si no quería salir conmigo me lo podía decir y no inventar estas cosas.

-¿Y yo que hago?- le pregunté.

-Te podés quedar y esperar cinco minutos a que yo regrese o te podés ir. No me voy a demorar ni un segundo más de ese tiempo y si cuando regrese no estás, lo entenderé.

No iba a discutir en una primera salida, más aún cuando me pareció una idea simpática y, después de todo, me dio curiosidad y quería continuar.
Acepté y comenzamos a caminar las dos calles de prueba. La charla era amena y ambos estábamos igualmente de locos.
Al poco tiempo llegamos al final del recorrido y antes de partir me mostró una pequeña libreta que llevaba consigo.

-Doscientos setenta y seis veces no regresé y 7 veces si lo hice. -me mostró su estadística.
-Podés llegar a ser el número 8 o el doscientos setenta y siete. Como sea, ya vuelvo.

Decidí esperarla. No solo me parecía interesante, otra forma de pensar, sino que tampoco tenía nada mejor que hacer.
Mientras esperaba, pensé en si había tenido otra primera cita tan rara como esta.

Recordé la vez que una chica me había pasado a buscar para ir a un restaurante ultra fino, como ella. Una chica de clase alta, elegante, sofisticada y sobre todo, forrada.
Casi casi que tuve que desempolvar el esmoquin.
Por mensajes era muy charlatana, habladora y simpática, pero desde que nos vimos que casi no hablaba y se pasó la cena mirándome.
Yo estaba ya medio cansado de comer con la pared y se ve que ella lo notó, porque no llegamos al postre cuando se levantó, le dejó un poco de dinero al mozo y se fue.

-Sos demasiado lindo para mi -se despidió

Fue lo último que dijo antes de irse. Lo peor es que habíamos venido con su auto y ahora yo me encontraba a la espera de un taxi para regresar a mi casa.
Admito que durante cierto tiempo creí que esto fue cierto y eso me ayudó a aumentar el ego.

Miré mi relój, habían pasado dos minutos desde que mi bello ángel partió y yo ya me empezaba a sentir como un tonto parado en la calle, sin siquiera poder sentarme.

Otra situación me vino a la mente, una vez en que iba todo sobre ruedas.
Nos vimos y la charla fluyó. Ella me gustaba y yo a ella también.
Fuimos a tomar unos tragos y las risas y besos estuvieron a la órden del día.
Al salir, fuimos a su casa y nos besamos en el zaguán. Ella puso su mano dentro de mi pantalón, por encima de la ropa interior, probablemente para agarrarme el culo, pero la sacó con asco al instante.
Su mano estaba totalmente negra.

-¿Qué mierda es esto?- me preguntó mientras que corría a lavarse las manos.

Me echó tan rápido de su casa que no me dio tiempo a explicarle que lo negro era un chocolate que tenía para regalarle, pero que olvidé que llevaba y se derritió, traspasando mi ropa.
Saqué el envoltorio del bolisllo y lo tiré a la basura. Luego regresé a mi casa chupándome los dedos, después de todo, era un chocolate costoso y muy sabroso.
Aún pienso en el impacto de esa situación en el cuchicheo femenino.

-Cuatro minutos- me dije. -Aún falta uno.

También recordé la historia de desgracias que me sucedió con una amiga de una amiga.

-Tu éres la desgracia en persona- me dijo, con tono de pitonisa.

Fuimos al cine y la película fue cancelada por un conflicto con los trabajadores.
Luego fuimos a comer y el mozo volcó el plato de pastas sobre el vestido de ella, arruinándolo completamente.
La acompañé a la casa y el taxi en el que viajábamos fue detenido por la policia. Pasamos un par de horas en la comisaria intentando explicar que éramos simples pasajeros.
Su ropa ya comenzaba a oler mal y cuando nos dejaron marchar, sin querer la empujé y su sucio vestido se enganchó con un clavito suelto, dejando su ropa interior al descubierto.

-Tu éres la desgracia en persona- me dijo mientras que se marchaba, sola, sin que quiera que la acompañe.

«Que triste primera cita» pensé mientras que comencé a reir hasta que algo me tocó el hombro.
Finalmente el ángel había regresado a mi lado y me estaba viendo reir.

-Bueno, sos el número 8, te felicito.-me dijo. -¿Quéres seguir?

Intenté besarla de la alegría, pero me apartó.
Aquel fue el primer obstáculo de una larga cita llena de pruebas y barreras, que continuaron durante varias salidas más.  Pruebas y barreras que superé y que ahora, casi once años después de aquel primer encuentro, veo que le hace a nuestra hija, Alma.

 

El culo del éxito

-Es que no lo entiendo- dijo Ernesto.

Estaba furioso y decepcionado. Se esforzaba mucho a diario, pero la suerte nunca lo acompañó.
Su amigo Lucas lo escuchaba y le comprendía, el corría con la misma suerte que su amigo.
No eran populares, ni eran exitosos. Eran simples mortales con poco alcance.

-Mirá a esta otra. Pone una foto de un culo. UN CULO. Un poco de carne que muestra y mirá los miles de seguidores que tiene. Es que no lo entiendo. -continuó con su reproche.

-No te confíes en esos seguidores, la mayoría son hombres babosos que quieren eso todo el tiempo.

-Y funciona. Con ella aún no, pero esta otra viene mostrando el culo desde hace meses y ya apareció en la televisión. Y ni hablar de la otra que ya está en el teatro. Un culo tiene más impacto y más alcance que lo que hacemos.

Lucas miró a su amigo y entendió que no podría calmarlo, así que se despreocupó del tema.

-No logramos nada así. ¿Para qué nos esforzamos en pintar y pintar? ¿Para qué intentamos crear obras de arte cuando deberíamos estar mostrando el culo y así ser reconocidos?

Cansado de  las quejas de su amigo, Lucas le interrumpió.

-Hagámoslo-le dijo.

Ernesto lo miró desconcertado.

-¿Hacer qué?- le preguntó.

-Eso- respondió Lucas -Mostremos el culo. Deja que me lo afeite y luego pa’ adelante.

-No seas tarado.

-¿Qué podemos perder? Yo lo hago, si te querés sumar bienvenido, pero en principio las fotos por separado. Aún no me atraen los culos de los hombres.

-Deja de cachondeo, por favor -insistió Ernesto -No solamente es ridículo, sino que nos van a dar de baja la cuenta.

-No deberían.

-Pero lo harán. El culo de la mujer es arte, el culo del hombre es vulgaridad.

-Pero lo haremos bonito -replicó Lucas -pondremos una buena iluminación, un buen fondo. Incluso podemos poner fotos desnudos, tapándonos un poco como hacen algunas mujeres.

-Nos van a denunciar en tres días, Lucas.

-A que no.

-Apostemos, pero la multa que llegue la abonarás tú, por salame.

-De acuerdo, trato hecho.

Y así comenzaron las fotos. A un promedio de tres fotos diarias, sus culos aparecerían en reemplazo de los cuadros que pintaban.
Las fotos estaban con mala producción, mala iluminación, mal ángulo, dando un resultado opuesto a las fotos artísticas que querían mostrar, sin embargo, sus culos estaban en la red.
Luego de más de una veintena de fotos, llegó el destino temido y los amigos recibieron su primera denuncia. Una mujer los acusaba de pornográficos. Se trataba de una modelo de Internet que le ofendía las fotos que los amigos publicaban. La denuncia se hizo pública y una semana despues, los amigos ya tenían suficientes intimaciones como para empapelar su estudio. Se les exigía que cesen su actividad inmediatamente. Habían cartas amenazantes de todo color y redacción y mensajes privados y públicos que daban temor.

-Paremos con esto- le dijo Lucas, al leer una carta cuyo contenido atentaba contra su salúd personal.

-Si. Mejor lo dejamos -asintió Ernesto.

Sin embargo, dejarlo no fue suficiente y luego de escasos 8 días de publicaciones, los amigos fueron detenidos por la policia cuando estaban en pleno acto de producción de la foto de despedida.
Los cargos que recibieron los amigos fueron: exhibicionismo, incitación a la pornografía, publicación de contenido explícito no apto para menores, atentado contra la buena conducta y resistencia contra la autoridad.

-No hacía falta la foto de tu culo mientras escapabas de la policia, Lucas.

-La llamo: «El culo contra la ley. Cagaré donde quiera cagar».

-No hacía falta.

La noche la pasaron en el calabozo, en donde hicieron alarde de sus atributos traseros frente a la gente equivocada.
Casi fueron devorados por los presos cuando entró el oficial a cargo y les informó su excarcelación luego del pago de una fianza.

-Dos mil euracos- dijo Ernesto. -Me debés mil.

-No te debo nada. La apuesta la gané. Pasaron más de tres días hasta recibir la primer denuncia.

-Ja ja- rió Ernesto de forma irónica. -Es cierto -dijo, guardando la billetera.

Su lento caminar los encontró con que el taller en donde pintaban había sido clausurado al ser el lugar en donde las fotos eran producidas. Sus lienzos estaban dentro y temían no poder recuperarlos.

-En fin- dijo Lucas. -Por lo mejos logramos algo.

-Ser más pobres -rió Ernesto, permitiéndose una risa, la primera que ponía desde que comenzaron esta aventura.

Lucas se alegró y abrazó a su amigo, pero fueron interrumpidos por el constante sonido de notificaciones del móvil de Ernesto.
Parecía que el teléfono se había vuelto loco pero no, en realidad estaban recibiendo miles y miles de mensajes de gente que se enteró de lo sucedido y querían ver más fotos de sus artísticos culos.

-Más de diez mil seguidores en menos de tres horas, Lucas. ¿Sabes lo que significa? -dijo, emocionado.

Lucas asintió con la cabeza. -Si, que me tengo que volver a depilar.

El arte de la matanza

El primer cazador que no utilizó sus manos, demostró a su tribu el poder de la piedra.
Lanzada desde una corta distancia, pero con gran fuerza y efectividad, la roca golpeaba la cabeza del indefenso animal y lo tumbaba al suelo. No era suficiente para matarlo, pero si le daba a los hombres la ventaja para terminar la labor con sus puños.
El hombre fue proclamado jefe de la tribu y recibió las mejores pieles. Sin embargo, otro de los miembros tuvo celos de él y quiso acaparar todo el poder.
Mejoró la piedra. Buscó una con una punta más pronunciada y afilada y la ató a una rama, creando la primer hacha.
Con el nuevo invento vino la fama y las pieles pasaron a cubrir su cuerpo.
Mandó a crear decenas de éstas armas y se mantuvo en el poder durante varios inviernos hasta que se hizo viejo y fue reemplazado por una mente más joven y ágil que mejoró el sistema utilizando el filo de la piedra para dar forma de punta a un trozo largo y liviano de madera y así volver al método original del primer cazador que era atacar desde la distancia.
La primera lanza llenó de fama, pieles y comidas asadas al nuevo rey de la tribu.
El arco y flecha, la espada, el martillo, el inflamable petróleo fueron creaciones posteriores.
Generación tras generación fue mejorando el arte de la matanza para ganarse el respecto y admiración de los demás.

Por supuesto que cada uno hablaba en su dialecto. Ya sea verbal o de señas, todos querían demostrar quien era el mejor y en la antigüedad, el mejor era el poseedor de la mejor inventiva para la muerte. Sin embargo, fueron superados por el invento de un emperador romano al cual no se le tenía confianza militar.
Claudio, designado a dedo por los soldados romanos, marchó al norte para enfrentarse a la magia de los druidas de Britania bárbara.
Sabía que no podría hacer nada contra la magia de aquellos hombres, entonces tuvo una brillante y demente idea, armar elefantes y mandarlos al frente de combate.

Un elefante armado hasta los dientes, encolerizado por sus captores, suelto en la batalla para destrozar a todo aquel que se le pusiera en su camino hasta que su sed de sangre sea saciada. Aquella innovación y locura, le proclamaron vencedor y su fama fue aclamada.

No obstante, en un mundo en que las guerras no suceden con frecuencia y solo suceden en lugares aislados, una nueva arma de matanza llegó a nuestras vidas.
El ansia de poder, de fama, de reconocimiento y de posición es ahora un tema de perspectiva…

…de perspectiva.

-¿Leo?
-¿LEO?
-¿Qué?- respondí, volviendo a la realidad.
-Que te fuiste otra vez. Te necesito acá, concentrado.
-Perdón, ¿en qué estábamos?
-Te decía que se trata de un tema de perspectiva. Quiero la foto desde este ángulo, porque se le ve mejor la cola. Pero no te inclines mucho porque va a parece que no tiene gomas y que el cuello está alargado.
-¿Entonces?
-Entonces quiero que mejores la perspectiva. Saca otra foto como te dije.
-Si, señor- Dije, volviendo al trabajo y aprovechando para mirar a la infartante modelo.

Horóscopo

Aries: El carnero. Terco y testarudo. Nada ni nadie te va a hacer cambiar de opinión. Nunca digas la verdad. Al hablar con seguridad la gente se lo creerá. Construye tu vida en base a la mentira y serás feliz. Tienes el poder de hacer creer lo que quieras a los demás. Eres un lider nato. Si te descubren, sigue mintiendo, siempre con seguridad. Recuerda que toda mentira posee algo de verdad.

Tauro: Tu embestida es feróz y temida. La gente te teme. Camina con el mentón levantado. Nunca mires al suelo, aunque pises mierda de perro. Tu orgullo es grande. Tú eres el majestuoso toro y no se arrepiente de nada. Tú enemigo natural son los españoles, aléjate de ellos.

Géminis: Durante toda tu vida te han mentido. Tú poseés un hermano o hermana gemelo. Tus padres no podían mantenerlos a ambos y le dieron en adopción. Es tu deber encontrar al que porta tu mismo semblante y te ocupes de una buena vez de él o ella antes que te reemplace. Tus padres no se dieron cuenta pero el otro es mejor que tú y si los demás se enteran, serías apartado del resto. No puedes permitir que eso pase. Encuéntrale y ocúpate de ser el único geminiano de la familia.

Cancer: Eres el cangrejo que camina de costado. Te llaman chueco, pero a tus espaldas. La realidad es que todos te temen y nadie se atreve a hablarte de frente. Aprovecha y toma ventaja de esa situación. Con un poco de actitud, podrás lograr todo lo que quieras. Ten cuidado de los chinos. Aléjate de los bufetes.

Leo: Eras el rey hasta que vino el hombre con sus jaulas. Te encerró y te llevó a la ciudad. En el circo, te enseñaron las piruetas y así, perdíste tu amada libertad. Ahora se ríen de tí mientras que estás enjaulado. Revélate ante la sociedad. Tú eres el que manda, el dueño del rugido más poderoso y el que da una voltereta por un pedazo de carne. Recuerda, la mortal inversa es el mejor truco.

Virgo: Eres la persona incrédula que se cree todo. Vas a vivir la mejor de las vidas por esa creencia. Todos te van a favorecer para obtener tus favores. Eres una persona que contiene todas las cosas más bellas de la vida. Acepta todo lo que te ofrezcan, desde caramelos en la calle hasta solicitudes de unión a organizaciones de ayuda en África. Siempre di que si y siempre estés dispuesto a todo. La vida te sonríe pero, igualmente saca un seguro de vida.

Libra: Tú misión en la vida es equilibrar las cosas. Tienes dinero en tú cuenta bancaria y hay otros que no lo tienen. Debes transfer la mitad al primero que te pase sus datos. También debes procurar que todo tenga su balance. Toma la balanza de la frutería y haz el bien en la calle. Si ves a alguien que está comiendo, quítale la comida y pésala. Devuelvele solo la mitad y la otra mitad cómela. Repite esto para el resto de las cosas. Quítale la mitad a uno y quédate con el resto. Tú eres el equilibrio fundamental y tu desición es la correcta.

Escorpio: Durante toda la vida se rieron de tí. Ser el más pequeño hizo que los demás no te tomen en cuenta. Pero hay algo que los demás no saben y es que tú poseés un aguijón letal. Tú tendrás la última palabra cuando lo decidas. Ríe y no pares de reir. Con la risa conquistarás a la persona de tus sueños. Por fin, cuando la hayas conquistado y formado una familia, es tiempo de usar el aguijón. Asegúrate de borrar las pruebas.

Ofiuco: Tú no existes para el resto de la gente. Tú signo fue olvidado y reemplazado, entonces tú debes hacer lo mismo. Vives en una realidad distinta al resto. Olvídate que existen los demás, ahora estás solo en el mundo junto con los otros de tú signo. Desnúdate y anda por la calle sin tapujos. Entra a los mercados y toma lo que quieras. Espía a quien tú quieras y haz lo que más te plazca. El mundo es tuyo.

Sagitario: Eres un ser alado y volar es tu misión. Tu vida está en el cielo y desde allí gobernar. No escuches a nadie que te quiera cortar las alas. Reúnete con otros sagitarianos para volar juntos. Tú comandarás desde los cielos. La gente te dirá que estás loco y colgado, pero tú sabrás que ellos son los dementes que no ven la realidad. Vuela con todas las sustancias que tu bolsillo pueda afrontar. Tu enemigo mortal es la comida.

Capricornio: Estás destinado a ser continuamente engañado por tu pareja. No te quieren y te utilizan de pantalla. Sin embargo, tú lo tomas con altura y orgullo. Llevas esa carga sin verguenza y aunque sabes que cada día te crece un cuerno nuevo, nunca darás marcha atrás porque después de todo, nadie va a querer estar con alguien así de dócil.

Acuario: Tú eres como el agua. No puedes constuir nada pero nada te puede herir. Eres la perfecta armonía de la naturaleza. Eres lo que une y mantiene vivo a todos los seres del mundo. Ellos te utilizarán para sobrevivir y tu debes aceptarlo. Desque que naciste estás destinado a vivir para los demás. Tu vida no es tuya. Eres un esclavo. Ofrece tus servicios en los clasificados y acepta cualquier oferta.

Piscis: Ten cuidado con las latas y contentedores. Aléjate de los cuchillos, tijeras y cualquier otro utencillo de cocina. Siempre ordena comida a domicilio. No uses electrodomésticos de cocina. Recuerda que eres un pescado y posees varios enemigos mortales. Tus seres queridos están de oferta en el supermercado, rescátalos. Compra todo el atún que puedas y dales un digno entierro. Vives en constante peligro. Múdate a una playa asilada. Ten cuidado con los signos de Aries, Tauro, Cancer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capripornio, Acuario y Ceto. Tú pareja ideal es Géminis.

Ceto: Tú eres el más afortunado de todos. Solo los elegidos nacen bajo este signo. Tú tienes el poder de ganar apuestas, de estar siempre en lo correcto y por sobre todo, de ganar a la quiniela. Ve al casino. Apuesta una moneda y ganarás forturnas. Pero ten cuidado. Tú buena suerte perdurará solamente durante un día, el día en que el Sol ilumine a la ballena. El resto del año sufrirás la desdicha de ser normal. Aprovecha tu día de triunfo para forrarte. Tú eres el verdadero sobreviviente del zodíaco.

 

Sin relación alguna, para no olvidarme, mi cuenta del Santander es la número 331441…

 

El vampiro moderno

Volviendo de un vuelo de junte de comida, padre e hijo vampiro se mantenían callados.
Habían terminado una discución y ninguno se hablaba.
Al poco tiempo, pasaron por encima de Sangronal’s, el nuevo local de comida rápida para su especie y otras tantas.

-Ese lugar es la mayor desgracia que nos pudo haber pasado.- Dijo el padre.
-A mi me gusta- respondió su hijo, comenzando una nueva pelea entre ambos.
-Verdadera desgracia. Un lugar que destruye nuestra cultura.
-Pero…- El hijo no pudo continuar.
-Eso es lo que es y no quiero escuchar una sola palabra más sobre el asunto.

El vuelo continuó en silencio hasta que llegaron a su casa.
El padre cargaba en hombros a un hombre en agonía que les serviría de cena esa noche. Su hijo, por el otro lado, fue a buscar un envase a la cocina.

-Come antes de que se enfrie- Le dijo.
-NO. No quiero, papá.
-¿Cómo que no quieres?
-No quiero comer a ese hombre.
-Pero hijo, necesitas sangre.
-Primero que nada, no necesitamos sangre. Necesitamos hemoglobina y segundo, hay otras formas de conseguirlas. No somos bárbaros, no tenemos que matar a gente cuando en el supermercado se vende morcilla envasada.

El padre, con un claro enojo, agarra el envase del embutido y lo levanta por sobre su cabeza.

-¿Esto? ¿Esto te parece alimento? ¿Este trozo negro puesto en una bandeja de poliestireno te parece sano?

El hijo asintió, provocando la ira del mayor quien arrojó el producto envasado hacia un costado.
La pulcra pared, adornada con retratos de vampiros famosos de la historia, fue ensuciada con el relleno de la morcilla que reventó a causa del impacto. Un fuerte olor a condimento comenzó a emanar.

-¿Condimento?- Preguntó molesto.
-Para darle sabor- respondió con naturalidad su hijo.

El joven le guiñó un ojo, intentando enviar un chiste, una gracia, pero que no fue para nada bien recibida.

-¿Quieres sabor? Busca a un obeso. La grasa es sabor.
-¿Para quedar gordo como tu? No, gracias.

El vampiro adulto jadeaba, le faltaba el aire.

-¿Por qué jadeas? No necesitas respirar.
-Respiramos para serenarnos, ¿acaso no aprendiste nada en «La academia»?

Su hijo le clavó la mirada.

-¿Te refieres al viejo, oscuro y sucio lugar a donde me mandaste en lugar del nuevo y alegre lugar que te había pedido? No. No aprendí nada de nada.

-¿Sabes, hijo? A ese lugar acudimos generacion tras genración de Vlads.
-Es un lugar viejo con costumbres viejas. Estamos en un mundo moderno. Ya no hacen falta los asesinatos. No hace falta perder tiempo en eso. Además de ocultar las pruebas, perderle el rastro a la policia y a los cazadores.

El mayor suspiró. Toda la situación le tensionaba. Discutir con su hijo le subía el nivel de estrés. Sentía que no podía hacerlo entrar en razón.

-En mis tiempo, uno debía ser un hombre vampiro y conseguir alimento por sus propios métodos. Debía aprender el arte del sigilo. Debía atacar por la noche y no dejar rastro de su pasar. Dedicabas tu vida entera en conseguir alimento…

Al decir esto en voz alta se paralizó. «Dedicar tu vida entera en conseguir alimento…». Al pensarlo se recordaba a él de chico, discutiendo con su padre porque no pasaba tiempo con él. Las peleas eran permanentes y parecía que la historia se repetía con su hijo. Por fin se dio cuenta que se estaba comportando igual que su padre al no querer compartir la eternidad con el crio.
Se encerró en su estudio, meditando sobre la situación y por fin, al caer la medianoche, salió al encuentro del pequeño.

-¿Sabes que? Salgamos a comer a donde quieras.

Su hijo lo miró incrédulo.

-¿En serio?- preguntó mientras que el otro asentía con la cabeza.
-¡Si!- Exclamó. Quiero ir a Sangronal’s.
-¿Qué? NO. NO. NOOO… Todo menos eso.
-Es lo que quiero…

Y así fueron cambiando las viejas costumbres de los vampiros.
¿Qué pasó con el hombre capturado? Se preguntarán.
Aquella persona en agonía fue donada a un comedor comunitario donde vampiros enfermos y con colmillos flojos pudieron disfrutar, por fin, de una buena comida.

El Apocalipsis tras bastidores

-Hoy, día siete del mes siete del año 7777 según mi calendario, según el calendario de dios. Año 5777 hebreo y año 2017 cristiano. Hoy la luna se vuelve roja por 666ava vez y hoy ha llegado el día más esperado por mi.

Toda la gente del mundo estaba espectante.  El angel caido había teñido el cielo de rojo y los terremotos y temblores habían comenzado al caer la noche.

-El número 7…le encuentro cierto misticismo a aquel número.  Dios creó al mundo en 7 días. ¡Por favor! Vosotros os tragais sus mentiras como un fámelico a un ternero asado. Que faciles sois. Siete iglesias, siete candelabros, siete sellos, siete trompetas. Mente débil, mente temerosa. Humanos ingenuos que han vivido eras sin comprender la verdad. Con poner un simple número y repetirlo y repetirlo lo consideran como algo sagrado. ¡Engaños! Engaños por doquier y yo les he controlado y engañado por milenios y centurias.  ¿Jesús diráis? Jesús los condenará a todos. Verá la deforestación y verá la contaminación. Comerá alimentos genéticamente modificados y sufrirá males. Se atemorizará ante el poder de las armas nucleares que yo mismo creé. Yo fui el 1ero, el 2ndo y ahora el Mabus.
Dios no existe. Dejó de existir al momento de crearnos. Se dividió y vive en nosotros. Vive en Jesús, en los ángeles y arcángeles. Vive en cada uno de ustedes. Vive en el padre, en el hijo y en el espiritu santo. Y sobre todo, vive en mi.
Dios no formó más parte de la existencia. Ya no tiene ni fuerza ni poder para gobernar ni mandar. Eso nos lo dejó a nosotros. YO. Si, yo he ayudado al hombre a crecer y convertirse en lo que es hoy. Su hijo predilecto, Adán, está muy lejos y no se entromete. ¿Abraham? Está liquidado y su espíritu desaparecido. ¿Alá? ¿Buda? ¿Zeus? ¿Ra? ¿Él? ¿Mardúk? ¿Anu? Todas invenciones mías. Toda la historia fue hecha bajo mi designio y hoy ha llegado el día de completar las revelaciones.

Otro hombre alado, un ángel, apareció en el cielo. Portaba consigo una trompeta que se dispuso a tocar.
Un hombre, en medio de la confusión, sacó un arma de su escondite y disparó contra el ángel que cayó al piso con la sangre brotando de su hombro.
Inmediatamente el hombre que disparó se prendió fuego de forma extraña, al igual que los que estaban a su alrededor. Sus cuerpos calcinados cayeron al sueño ante la desesperación del resto.
El hombre alado se repuso poco a poco. La sangre aún brotaba de su frágil cuerpo.
Las gotas rojas se evaporaban al tocar el suelo y en en ese lugar florecían mandrágoras. Al nacer la planta, unas 7000 personas perdían su hálito vital.

El ángel remontó vuelo y se posicionó al lado de su señor, temeroso de algún otro disparo. Finalmente suspiró y tocó la trompeta.
El agudo ruido producido abrió una grieta en el rojizo cielo y de este espacio blanco brillante emergió un cordero con deformidades en sus extremidades. El animal cayó suavemente al suelo en medio de la multitúd y comenzó a caminar sin rumbo. Sobre su lomo había enganchado un libro con siete sellos.

Minutos después, el ángel volvió a tocar la trompeta. La sangre aún emanaba de él y las mandrágoras continuaban apareciendo y consumiendo almas.
Con el segundo toque de trompeta una nueva grieta surgió en el cielo y una mesa cuadrada apareció junto con 24 sillas de madera adornadas con oro. Sobre ellas estaban sentados 24 ancianos vestidos de traje negro.
La mesa con las sillas permanecieron flotando en el aire hasta y minutos más tarde sus ocupantes se levantaron al mismo tiempo y hablaron al unísono:

-Salve al poderoso cordero. Salve al poderoso dios que ha creado al poderoso cordero.

Sus voces retumbaban a lo largo y ancho del planeta.

El diablo, al escucharlos, sonrió. Su plan estaba saliendo según lo previsto.

-Vean. Vean al poderoso cordero que abrirá los 7 sellos. ¡Véanlo!- Exclamó el demonio.

La gente miraba hacía todos lados, buscando al animal mitológico que comenzaría la destrucción del mundo y de su gente.

-Pero…¿DÓNDE ESTÁ? Maldición.

El diablo, visiblemente enojado, levantó a todos los presentes y los mantuvo flotando en el aire. Todos, salvo el mítico cordero y un grupo de 6 personas experimentaban el vuelo.
Una pequeña fogata iluminaba la noche y el extraño animal se encontraba dando vueltas en su interior. Las 6 personas estaban disfrutando de un banquete como nunca. La cara de satanás se puso pálida.

-¿SE COMIERON AL CORDERO DE LAS REVELACIONES?

El grupo se miró, no sabiendo que responder y finalmente levantaron todos la mirada, sonriendo al ángel caído y ofreciéndole una pierna cocida.
El señor de las moscas vomitó al ver la situación y de su desperdicio salieron 500 guerreros alados y fuertemente armados que acabaron con los hombres que provocaron tal profanación y con las familias de estos y con las familias de sus familias hasta un tercer tramo de relación.

Belcebú se detuvo a pensar como seguir. No creía que el cordero sufriría tal destino.
Ahora los cuatro jinetes continuarían atrapados y nada podría hacer para liberarlos.
El fin del mundo se le había escapado de las manos por culpa de unos hombres hambrientos.

-MALDICIÓN- Exclamó lleno de ira.

Concentrándose, logró crear cuatro imitaciones de los proféticos jinetes. Los llamó el hambre, la guerra, la muerte y la peste. La sonrisa retornó a su rostro.

-Sucumban ante su poder.

Lamentablemente para el ángel caído, la evolución de las armas iba más allá de su poder y las imitaciones cayeron fulminadas antes las -más pequeñas» armas del ejército.

Ahora estaba atrapado y los ejércitos del mundo estaban dispuestos a acabar con él. Sin importar que fuese un ser bíblico, había ya acabado con la vida de cientos de miles de personas desde su aparición hace apenas 10 horas.
Todos sus planes habían fracazado y la humanidad ya no sería diezmada para poder crear un nuevo mundo a su conveniencia.

-¡Malditos sean todos. Condeno sus almas para toda la eternidad!.

-CALLATE, ÁNGELITO DE PACOTILLA.

Los gritos descolocaron al ser alado que ya estaba más rojo que el cielo.
Las burlas y el murmullo hacia el ser alado estaban a la órden del día.

-No me queda otra opción. Les traeré a JESÚS.

Satán desapareció con una sonrisa en su rostro mientras que la gente vitoreaba.
Por fin verían a su salvador, al hijo de dios.

Minutos más tarde, el otro ángel volvió a tocar la trompeta y una nueva raja se abrió en el cielo. De esta, un hombre apareció. Se trataba de un hombre de unos 30 años, con barba negra y espesa, con la cabellera larga y enrulada de color marrón y vestido con una túnica blanca y sandalias.
Junto a él estaba el diablo. Ambos flotaban en el cielo.
La gente, al verlo, comenzó a gritar.

-JESÚS, JESÚS, JESÚS.

Aquel hombre, el hijo de dios, estaba confundido y no entendía lo que sucedía.
Se dio media vuelta y miró al hombre alado.

-Ba’al, ¿qué sucede aquí?

La gente se sorprendió al conocer el verdadero nombre del diablo.
El diablo lo miró, con una sonrisa en su rostro.

-Mirá, Jesús, en que estado está el mundo gracias a los humanos. Mirá la deforestación de los árboles, mira la contaminación de las aguas, mira las armas que han construido y mira el dolor de sus almas. Debe de caer sobre ellos el gran castigo. Velo con tus propios ojos y siéntelo con tu propio ser.

El ángel volvió a tocar la trompeta, la cuarta vez y una nueva raja apareció en el cielo. De esta emergió el libro con los siete sellos que llevaba el cordero.

Jesús recibió el libro en sus manos y se dirigió a la mesa de los sabios quienes afirmaron las palabras de Ba’al.
Luego miró al ángel quien volvió a levantar la trompeta. Se lo veía agitado, respirando fuerte.
Una nueva raja volvió a abrirse en el cielo y Jesús entró en ella, antes dejando el libro sagrado al cuidado de los sabios.

-SE LOS DIJE. AHORA JESÚS COMPROBARÁ MIS PALABRAS Y CAERÁ SOBRE USTEDES LA DAMNACIÓN. YA VERÁN, SOLAMENTE ESPEREN.

Los segundos pasaron, luego le siguieron los minutos y las horas.
El diablo se estaba impacientando y la gente ya comenzaba a reirse de él. Incluso el cansado ángel trompetista se rió de uno de los chistes provenientes de la población espectante.
Finalmente, luego de varias horas de espera, Jesús apareció. Su mirada era fría.

-Gente del mundo. Los dichos de Ba’al son ciertos…

Satanás rio con vehemencia. Esta era el fin.

-..merecen ser destruidos por lo que le hicieron al planeta. La raza humana debe recomenzar.

El diablo estaba a punto de estallar de la alegría.

-Sin embargo- Jesús hizo una pausa y la sonrisa del otro desapareció. -Sin embargo, merecen tener una oportunidad de ser escuchados. Por eso es que convoco a los 23 hombres más importantes entre los que habítan el mundo para que se sienten a mi lado en la mesa de los sabios.

Los viejos se levantaron de los asientos y desaparecieron ante el murmullo de la gente. Solo uno quedó, pero su figura se desvaneció ya que ese sabio no existía sino que ocupaba el lugar del hijo de dios.
Segundos más tarde, la mesa fue ocupada con 23 distintas personas y Jesús, quienes comenzaron a conversar lejos de los oídos de la gente en general.

-Han destrozado los bosques y han construido monumentos por doquier.- acusó.

La gente estaba temblorosa, pero respondían con soltura.

-Señor, ha pasado mucho tiempo y en el mundo hay miles de millones de personas más que en su tiempo. Esos monumentos son edificios y la gente vive allí. No hay lugar.

Jesús pensó en esas palabras.

-Ya veo…-dijo, intentando comprender la situación.

-Es mi error. Para mi fue un segundo. Morí en la cruz y debía de renacer a los 7 días, pero evidentemente renací dos mil años más tarde…me preguntó por qué será.

Jesús luego miró a Ba’al y comprendió que fue todo un plan de él.

-Ya comprendo todo- Le dijo a los líderes del mundo. -Quiero que me cuenten que pasó mientras que yo estuve dormido, apresado por mi hermano.

-Los líderes relataron la historia del mundo. Las guerras, las conquistas, la construcción y el ingenio. Lo bueno y lo malo. Y así hablaron durante horas hasta que finalmente Jesús se levantó de la mesa y se dirigió al mundo.

-He comprendido que fui engañado por quien creí que era mi hermano. Más ahora estoy despierto y comenzará un nuevo mundo para todos.

El hijo de dios levantó una mano y el ángel tocó su instrumento.
Una grieta en el cielo apareció y succionó al diablo mientras que este maldecía a Jesus.

-He de partir.- Anunció Jesús, provocando llanto entre la multitud. -Pero sepan que siempre estaré con ustedes.

Y el ángel volvió a tocar la trompeta. Esta era la séptima y última vez que se escucharía su sonido. Jesús ya se había ido, retornado al cielo para cumplir su papel de heredero de dios.
El ángel tocó y el tiempo regreso 24 horas atrás, antes de la aparición pública del ya desaparecido Ba’al. El diablo había desaparecido, Jesús finalmente se deshizo de él y la vida en la tierra continuaba gracias a unos simples hombres con hambre de cordero asado.