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Unos verdaderos seres superiores

La nave aterrizó.
El pasto se quemó en forma de círculo.
Los animales huyeron deprisa por el temor que les provocaba la situación.
Solo unos pocos animales, lo más grandes y temibles, permanecieron en el lugar.
La nave apagó el motor y junto a este, se terminó el chillido que producía.
Las luces exteriores también fueron opacadas mientras que una plataforma circular descendía lentamente hasta apoyarse sobre la tierra.
Sobre esta, dos seres esperaban ansiosos  tocar el suelo bajo sus pies.
Poseedores de una alta estatura, dieron sus primeros pasos en dirección a los animales poseedores de una feróz mirada; El miedo que sentían tensionaba el aire y sin palabras mediante, atacaron a los dos seres extraños. Éstos, con calma en sus movimientos, extrajeron del cinturón, una especie de cilindro metálico y lo apuntaron hacía sus atacantes.
Los feroces animales, reyes de sus especies, temidos y respetados por todos los seres vivos terrestres, cayeron de la forma más cruel imaginada. Los que eran los más valientes y fuertes del reino animal, solamente dejaron piel y huesos caídos en el suelo. Partes de lo que algúna vez fueron.
Los seres, por su parte, festejaron la victoria chocando palmas. Las armas habían resultado efectivas y devastadoras.
Luego de sentirse seguros, se quitaron el traje que llevaban puesto dejando notar un cuerpo muy parecido al ser humano, con las diferencias de altura y ojos.
Estos seres eran muy altos y, aunque hayan humanos poseedores de una mayor altura, estos eran contados con la mano. Por otro lado, sus ojos eran brillantes, uno de color dorado y el otro de color plateado, sin distinguir íris y esclerótica.
Ambos se miraron, asintieron con la cabeza y luego volvieron a la nave.
La calma regresó al lugar durante unos minutos hasta que del cielo aterrizaron decenas de otros artefactos voladores de igual calibre y tamaño que el primero.
Poco a poco el lugar fue cubierto por las naves y unos cientos de seres de iguales proporciones que los primeros, emergían.

-¿Dónde estamos, exactamente?- Preguntó el que parecía estar al mando.

Se trataba de un hombre de poco más de dos metros de altura, con gran musculatura y unos ojos color marrón brillante. Llevaba puesta ropa de color rojo, distinta a los demás.

-En la isla de Madagascar- Respondió su acompañante.

-Los humanos no nos han detectado, ¿no es cierto?

-No señor. No hemos recibido alertas y nuestra tecnología es aún indetectable para ellos. Llegamos en el momento justo.

El que estaba a cargo sonrió.

-Perfecto- Exclamó y añadió. -No perdamos tiempo. Debemos seguir avanzando.

-Si señor. Ya estamos todos listos para el avance.

-Muy bien. De la señal.  Avanzaremos por el agua hasta el norte de Tanzania y de allí hasta el sur de Nairobi, en las coordenadas previstas. Allí descansaremos. El desierto nos ayudará a descansar sin ser descubiertos.

-Muy bien, señor- Dijo su segundo al mando y partió para reunirse con los jefes de las otras naves, pero fue interrumpido por su superior.

-Espera, Klolk. Debo decir que, si no sobrevivimos, fue un honor luchar a tu lado.

-Mantengamos la promesa, mi amigo y general. Si caigo, verás a mi familia atendida como si yo nunca hubiese partido y si tu caes, yo me encargaré de que tu familia te llore pero nunca note la falta de tu presencia.

Ambos se miraron, agradecidos por su amistad y partieron.

El viaje, de pocas horas de duración, fue tranquilo y sin alertas hasta que finalmente llegaron a las coordenadas previstas.

-Ahora descansaremos y por la noche volveremos a partir. Nuestro próximo objetivo será uno de los pilares fundamentales de nuestro viaje. Debemos conseguir el lugar para que el resto de la flota pueda aterrizar. Partiremos al centro del desierto del Sahara y allí nos reuniremos para planear el ataque principal y la victoria será nuestra.- Dijo el general -Por cierto, es cierto del frio extremos del lugar. Manténganse en las naves y activen el camuflaje hasta que la energía aguante y vengan los refuerzos. Si nos descubren ahora, estaremos perdidos.

-SEÑOR- Gritó uno de los soldados.

Se trataba de un hombre de casi dos metros de altura, más bajo que el resto, de color de ojos rojos brillantes, que se acercaba corriendo hacia la nave principal.

-SEÑOR- Volvió a gritar -Un campamento de 20 terrícolas en las inmediaciones y se están moviendo hacia nuestra dirección.

El semblante del general cambió súbitamente, borrando su previa alegría.

-¡Maldición!- Exclamó. -¿En cuanto tiempo?

-Una hora como máximo, señor- Respondió el soldado.

-Muy bien. Todos a las naves- Ordenó. -EN SILENCIO.

Llevando consigo a 4 solados, todos dotados con dos de las armas cilíndricas, prepararon la emboscada.

Casi una hora después, los soldados estaban dentro de las naves camufladas y el general y sus cuatro acompañantes, estaban en posición para el asalto.
La caravana avanzaba lentamente y se detuvieron justo al lado de una de las naves. Por supuesto que no la veían, pero si la llegaran a tocar, seguramente se alertarían.
Con una señal de su cabeza, el general indicó que debían esperar al momento justo.
Éste finalmente llegó cuando comenzaron a levantar el campamento.
El ataque fue efectivo y desde la corta distancia pudieron utilizar sus armas y hacer desaparecer con sigilo a los nómadas quienes nunca se percataron de lo que les estaba sucediendo.

-VÍA LIBRE, SEÑOR- Gritó uno de los soldados.

-Muy bien, respondió el general. Avisa que las naves pueden aterrizar. Denles nuestras coordenadas y comencemos a planear la invasión.

-Muy bien, señor.

Klolk miraba el cielo. Una sonrisa se manifestó en su rostro.

-Estos ingenuos nuncá sabrán lo que les pasó, Ja ja ja.

 

La tristeza

La tristeza caminaba solitaria por las calles de Madrid.
El día le era sin brillo a pesar de la carencia de nubes en el cielo.
No había pasado un buen día y su humor así lo reflejaba.
La sonrisa le evadía y las ganas se dispersaban.

La bella ciudad hoy no le transmitía su calidez.
La música no le distraía a pesar de los auriculares.
Caminaba sin rumbo por las calles.
Deseando poder estar lejos, estar en los valles.

No había tenido un buen día.
Necesitaba descansar y pensar.
Puesto que ella era la tristeza.
Y tristeza es lo que podía dar.

La vida le puso esta dificil prueba.
Prueba en la que debía decidir.
Decidir si debía seguir triste.
Seguir triste o sonreir.

Si seguía triste, seguiría siendo ella.
En cambio, si sonreia, cambiaría.
Pues ella era la tristeza.
Y nunca sonreiría.

El cambio le atormentaba.
A pesar de estar triste, así era.
Ese era su pensamiento.
Y le gustaba como era.

Le gustaba ser triste.
Le gustaba no por gusto.
Le temía al cambio, al ser feliz.
Le temía al mundo que no era gris.

Pensaba que si cambiaba, sería como los otros.
Se volvería lo que siempre criticó.
Sería como el cielo brillante.
Y se volvería como aquella que odió.

Su enemiga era la alegría.
Y no quería volverse como ella.
Pensaba que era fria y simulada.
Pensaba que no era bella.

Pero lo que no entendía es que había otra alegría.
Estaba la real, la que embellece la vida.
La alegría que ilumina al cielo.
Y hace que todo sea eterno.

La tristeza temía cambiar.
Temía ser falsa alegría.
Por eso se quedaba triste.
Y lloraba cada día.

El amor se cruzó con ella y quedó flechado a su lado.
Ella le correspondió, pero más triste se volvió.
Perdóname, le dijo. Pues nada puedo ofrecer.
Más que este frio cielo que me vió nacer.

Nací bajo el manto de tristeza.
Eso es todo lo que conozco.
No puedo darte alegría ni calidez.
Y si me acéptas así, bien.

No es cierto, le respondió el amor.
Esto no es un manto, sino una capa.
Una capa sucia.
Una capa que se lava.

La suciedad te la fueron dejando.
La alegría, la soledad.
Todas aquellas que necesitaban.
Un hombro para descargar.

Y así fuiste creciendo.
Pensando en los demás.
Te fuiste volviendo tristeza.
Pero no lo éres ni serás.

Deja que te quite el polvo.
Intenta por mí ser alegría.
A pesar de las discuciones.
Caminemos por los bellos días.

Madrid nos sonríe.
Madrid nos espera.
Ven a mí, alegría.
Y quita esa tristeza.

Yo soy el amor.
Pero antes no lo he sido.
Piensan que he robado.
Piensan que soy un bandido.

Me volví celoso de la vida.
Me cerré y me prohibí.
Pero al verte pasar.
Me abrí y salí.

Juntos podemos ser uno.
Pero depende de tí.
Pues yo ya cambié.
¿Cambiarías por mí?

La tristeza es tu capa de polvo. Quítala y se feliz. Pero aunque yo pueda ayudarte, la decisión depende de tí… ¿Qué decides?

 

El final del arcoíris

Todos hemos visto en más de una ocasión, un arcoíris.

Por su atractivo visual, somos capaces de reconocerlo al observarlo, aunque la gran mayoría desconocen como se forman y aún más, los secretos que guardan.

Cuando los rayos del sol iluminan una día de lluvia o un lugar con una muy alta humedad, se produce este efecto visual colorido  y con forma de arco. El gran científico Isaác Newton afirmaba que los colores que veían nuestos ojos eran simplemente la descomposición de la luz blanca del sol en sus colores principales (estando la luz blanca, compuesta por todo un espectro de colores, algunos visibles y otros invisibles a nuestros ojos) y que se forma un arco por la propia curvatura de nuestros órganos visuales.
Hoy en día se conoce que, en lo primero, el científico británico estaba en lo cierto, la luz blanca se divide en colores y los colores del arcoíris dependen de nuestra posición y de nuestro campo visual, siempre situandonos entre la lluvia y el sol. Sin embargo, no lo estaba respecto a lo segundo y no habría que culparle, ya que  muy pocos saben el secreto oculto tras el arco.

«Al final del arcoíris, una olla con un tesoro espera», reza el dicho popular. Asumiendo que «tesoro» se asociaba en ese entonces, a grandes cantidades de monedas de oro.

En el siglo XXVII, el gran investigador noruego Magnus Jeix, se dispuso a descubrir la verdad, verdad relatada en sus memorias donde cuenta sobre el verdadero tesoro encontrado.
Todo comenzó en la cueva «del cielo», ubicada en Finlandia, la cual estaba poseía dos particularidades. La primera es que estaba cubierta por pequeños cristales traslúcidos, distribuídos a lo largo de todo el suelo y la segunda es que, en el centro de la cueva, había una abertura en el techo de unos 30 metros de diámetro que permitía que la luz del sol penetrara, iluminando el lugar y a los cristales.
A raiz de esto, se producía un extraño fenómeno. La luz que ingresaba en los cristales, salía, en muchos casos, dividida en varios colores, provocando una especie de pequeños arcoíris distribuídos por todo el suelo.
A raiz de este curioso efecto, Magnus bautizó el lugar como la cueva «del cielo».

Luego de varios meses de estudio, concluyó que los cristales no estaba ordenados al azar, sino que había una caprichosa distribución que no podía comprender.
En sus memorias, cuenta que dividió a los cristales en dos categorías, los que estaban agrupados y los que no.
Dedicó sus estudios a descifrar a la segunda categoría ya que era la que más singularidad producía.
Muchas veces, se formaban conjuntos de dos cristales, aunque no siempre poseían la misma orientación, sino que cada grupo era distinto, provocando que las luces de colores se refrácten en desorden y en direcciones opuestas.
Cada caso era particular, sin embargo, uno le llamó la atención. Un grupo particular estaba orientado de tal manera que los arcoíris que producía no solo eran grandes, sino que se unian para formar un largo arcoíris contínuo de dos arcos. En otras palabras,donde terminaba el primero, comenzaba el segundo; Además de la curiosa forma, Magnus notó que, en la unión, la luz era distorcionada y no se podía distinguir con claridad el punto de encuentro entre ambas luces.
Este era el único caso donde ocurría y durante mucho tiempo, según relata, no obtuvo ningún resultado y la frustración le había vencido.
Era el último día que había decidido permanecer en la cueva al no haber podido descubrir nada más.
Al tomar su mochila, se tropezó con una inocente piedrita que estaba en el camino.
Poseído por una furia abrumadora, la pateó con tal fuerza que podría haber matado a una persona si le hubiese pegado en un certero lugar. Sin embargo, a pesar del fuerte golpe que le propinó, la piedra no produjo ningún ruido, incluso no había ni siquiera golpeado contra la pared de la cueva.
Este hecho lo dejó extrañado y, al seguir la trayectoria de la piedra, notó un cúmulo de luz más adelante, casi escondido entre las rocas.

«Al verlo quedé maravillado» Relata. «Era un grupo de no dos, sino tres cristales formando tres arcoíris distintos que convergían en un solo punto de unión y éste, una luz muy brillante se producía.»

Luego de exáminarlo por varios días, entendió que no lo había visto antes porque la luz iluminaba durante pocos minutos ese sector y era probable que nunca le haya prestado atención.

«El punto de unión era muy brillante, tanto que mis ojos se cerraban por voluntad propia al estar cerca y, al lanzar una nueva piedra, esta se perdía en el cúmulo y lo curioso es que no salía por el otro lado. Era como si algo la hubiera absorbido. Luego de varias pruebas más, con todo tipo de objetos, hice la prueba con mi propio ser e introduje el dedo índice de la mano derecha. Al hacerlo, mi dedo desapareció de mi vista, pero aún podía sentir su presencia aferrada a mi mano. Una extrña sensación me cubrió y decidí sacarlo.
Luego de ver que todo estaba en órden, me animé a meter toda la mano en el cúmulo de luz…» Se ve que hizo una pausa al escribir, como recordando aquella sensación.

«…mi mano fue llenada de calor, de libertad y de gloria. Sentía como si había recuperado la juventud, muy distinta a la sensación de frio que conservaba mi mano izquierda. En ese momento entendía que se trataba de un lugar de paz y calma, un lugar que no podía ser otro que el cielo mismo. Quería entrar en ese lugar a toda costa, pero por más que lo intentara, mi cuerpo no cabía en el pequeño cúmulo y entendí que debía buscar una puerta más grande, un triple arcoíris de tamaño suficiente para mi cuerpo…»

Eso fue lo escrito en la última página de las memorias.
La historia cuenta que luego se las entregó cerradas a sus hijos haciéndoles prometer que no las podrían leer hasta después de su muerte. Al entregárselas, Magnus emprendió un viaje y nunca más se lo volvió a ver.

Algunos dicen que encontró un triple arcoíris que lo llevó al cielo, otros que su cuerpo está oculto en alguna cueva, pero lo cierto es que nunca más se volvió a saber de él.

Los sacrificios para el dios

Un hombre entró por la puerta.

-Ya está anocheciendo, ¿estás preparada?- Dijo.

Una joven muchacha estaba terminando de cubrir su cuerpo desnudo.

-S…si, lo estoy- Respondió con voz nerviosa.

Sus manos le temblaban y sus pies no parecían querer moverse. Todo su ser temía lo que sucedería.
Era el fin del primer día del mes de Noviembre, momento en que la luna cambiaría de color y el sacrificio humano debía hacerse.

-Vamos- Le respondió el hombre, brindándole una cálida mano.

Ambos salieron y fueron caminando despacio, sin apuros, hasta el lugar sagrado.
Un altar se erguía en el centro del lugar. Estaba adornado con guirnaldas de flores, las más bellas del lugar y al lado, una prominente mesa era ocupada con el más exquisito banquete que el hombre pueda imaginar. Carnes asadas y bebidas de todo tipo cubrían la mesa.
La joven fue invitada a recostarse en el centro del altar.
Llevaba puesto un vestido de seda, la tela más fina del lugar, con transparencias que permitían ver el cuerpo de la reciente mujer.
Sus pechos, aún en desarrollo, estaban firmes debido al frio que sentía su dueña a pesar de que se tratara de una noche muy cálida.

-Todo está listo- Le dijo el hombre antes de retirarse.

Deseándole buena suerte, partió, dejando a la joven sóla, esperando su fátidico destino, un destino al que ella fue obligada.

Al cambiar la luna de color y volverse verde, comenzaría el ritual para calmar la ira del dios de la montaña, quien siglos atrás destruyó el pueblo.
Al finalizar la destrucción, el dios se dirigió a los sobrevivientes y les dió la instrucción.

-Al permanecer la luna verde en el cielo nocturno, vendré y cuando lo haga, deberán ofrecerme tres corderos asados, las flores más bellas de la planta de WFOR que sólo crece en su pueblo y una bella joven y virgen de 18 años de edad. De lo contrario, mi ira caerá sobre todos ustedes.

La gente del pueblo era muy trabajadora, muy dedicada y muy confiable. El pueblo crecía rapidamente, sus tierras eran muy fertiles, sus lagos tenian abundante agua, el pasto era ideal para el ganado y los recursos de madera y piedra no escaseaban nunca.
Parecer ser que por tal motivo el pueblo decidió quedarse en ese lugar, aceptando la condena impuesta por el dios de la montaña.
Los primeros años fueron los mas dificiles, siendo el principal motivo de discusiones y conflictos, el sacrificio humano. ¿A quién elegir?

Es muy dificil ahora que han pasado muchos años, describir como fue al comienzo. Pero lo cierto es que con el tiempo se fue confeccionando un sistema de elección bastante organizado. En este sistema se decidia de antemano que año le corresponde a la hija de que familia y quien la reemplazaba si no tenían hijas.

No obstante, la mayoría de las veces, las chicas no tenían 18 años cumplidos o ya eran mayores y esto había causado un revuelo en el pueblo.
La primera vez que pasó, no les quedó más remedio que poner a una joven de apenas 16 años y rezar. Para su suerte, el dios pareció satisfecho y desde ese entonces, el tema de la edad pasó a ser un tema menos por el cual preocuparse.
A veces ofrecían chicas de 16 años, otras de 17 años e incluso ofrecieron una vez, una chica de 22 años de edad.

No obstante la edad, las demás demandas fueron siempre cumplidas. Una vez, hace mucho tiempo, cambiaron las flores y el pueblo lo pagó. Desde ese entonces, entendieron que lo único permitido era modificar la edad de la joven, aunque siempre debía ser bella y virgen.
Para llevar a cabo el ritual, se colocaba un altar en las afueras de la ciudad, dentro del bosque prohibido, con la muchacha en el centro y las flores y los corderos asados alrededor. Luego, se retiraban y sabían que en algún momento durante la noche aparecería el dios de la montaña y se llevaría el altar completo.

De esta forma podrían vivir en paz unos años más, hasta la próxima luna verde.

El día siguiente es un día de luto para el pueblo y la familia de la «glorificada», como ellos le decían, es regocijada con los mejores productos que se les pueda brindar y con una fiesta en su honor.
Así sucedía desde hacía incontables años y a veces, algun padre melancolico paseaba por los alrededores del bosque prohibido, buscando algún rastro de su pequeña.
En varias ocasiones, varios padres juraron haber visto el fantasma de su hija (ya mayor) rondando por el bosque. Esto era conocido como el «síndrome de la glorificada» y en esos tiempos, el padre era alojado en una cómoda habitación hasta que se le pase la locura y donde puedan rezar por las almas de sus hijas para finalmente despedirse.

 

Ya había oscurecido y en el bosque comenzaba a soplar un viento cálido y reconfortador.
A lo lejos se veía un movimiento, una sombra gigántesca se enfilaba hacia el altar.
La joven comenzó a temblar. El miedo le invadía y le paralizaba. Sabía que este era su fin y que pronto sería víctima de aquel mounstruo que tanto temía el pueblo.
Ella era el sacrificio y sabía lo que le esperaba. En cierta forma, lo deseaba.
Con sus 18 años cumplidos, era muy joven aún, pero desde que se llevaron a su mejor amiga para el sacrificio, había perdido las ganas de seguir viviendo.

-Sin mi amiga, no tengo razones para vivir, ven y llevame dios de la montaña- Pronunció con la poca voz que tenía.

La sombra se acercó cada vez más, moviendo los árboles a su paso, hasta que por fín salió de la oscuridad. El corazón de la muchacha latía cada vez mas rapido.
Lo vió y al verlo, comprendió que no se trataba de un mounstruo como se lo habían descripto. Aquel dios era una persona muy parecido a ella, era como los muchachos de su pueblo, pero con la diferencia que era, demasiado. Se trataba de un hombre de más de 6 metros de altura.

«Es muy apuesto» Pensó , ruborizándose.

Finalmente la muchacha, distraida por la belleza de aquel ser, tomó coraje y habló.

-¿Tú eres el dios de la montaña?- Preguntó distraida.  -Te lo pregunto porque no pareces un mounstruo como me habían contado.

Con una dura y fuerte voz, el otro habló.

-Yo he venido por ti. No serás lastimada, vamonos en silencio.- Ordenó.

La muchacha obedeció. Por algún extraño motivo, no sentía hostilidad por parte del dios y eso le calmó su interior. El caminó fue largo y duró aproximadamente una hora. La muchacha iba sobre el hombro de su acompañante, sosteniendo sobre ella la comida y las flores.
Finalmente, una luz se divisó a lo lejos. El haz provenía de una casa muy grande para ella, aunque normal para su compañero.
Una vez dentro, el gigante se sentó sobre una silla a medida para él y acercó una silla pequeña para ella.

-Corta la carne y las flores y mezclalas juntas- Le dijo.

La joven no reaccionó y eso causó la ira del gigante.

-HAZLO DE UNA MALDITA VEZ- Le gritó.

Su voz retumbó en toda la casa y se duplicó en sus oídos.
Sin decir ni una palabra, la joven acató la orden y comenzó a triturar el cordero y las flores con sus manos. Luego las colocó sobre una fuente de metal que el gigante le trajo.

-Li…listo- Dijo, aún temblorosa.

-Gracias- Respondió el otro, arrancándole la mezcla de las manos.

El gigante engulló la comida con desmero y luego se dirigió hasta una enorme puerta, cerrandola tras de él.
Antes de encerrarse, le señalo a su acompañante una cama que parecía muy comoda, para que ella duerma y pase la noche allí, por último le indicó que hablarían por la mañana.
En este punto la muchacha dudó sobre si su compañero era realmente un dios y sobre todo, si realmente la iba a matar. Por curiosidad decidió sacarse el vestido de seda y acostarse en la cama, la cual era verdaderamente muy comoda, haciendo que se quede dormida enseguida.

A la mañana siguiente, se despertó, se vistió y se dirigió hasta donde se encontraba aquel apuesto gigante.

-Buenos días mi linda jovencita. Debo decirte que en verdad eres muy bella- Dijo.

La joven quedó sorprendida por los buenos modales de aquel que consideraban un monstruo.

-Espero no te moleste que esté desayunando- Le dijo, guiñándole un ojo. -Ven, sientate aquí y come que te he preparado el desayuno. Espero que te gusten los huevos revueltos con jamon.

La voz del gigante era cortés, suave y gentíl, nada que ver con la de la noche anterior.
Sabiendo (y confiada) que no sería lastimada, la joven fue tomando cada vez más confianza hasta que finalmente habló.

-¿Por qué ahora me hablas bien y anoche no?- Preguntó -¿Por qué me has traido aquí? ¿Qué vas a hacer conmigo? ¿Qué es…-

Al notar el nerviosismo en su compañera, el gigante la interrumpió.

-No pretendo lastimarte, como te habrás dado cuenta. Te contaré todo despues de desayunar, así que come ahora, antes de que se enfrie- Le dijo, señalando el plato.

La muchacha comenzó a comer y fue cuando se dió cuenta del verdadero hambre que tenía, devorando la sabrosa comida en poco tiempo ante la atenta mirada sonriente del galán.

Finalmente, después del desayuno, comenzó la charla.

-Como notaste, nosotros somos muy parecidos, no soy ningún mounstruo, solamente soy una persona como tú, pero mucho mas alto y grande- Le dijo, mostrándole sus desarrollados biceps.

La muchacha soltó ya carcajada y agregó.

-Y muy lindo

Las enormes mejillas del gigante se ruborizaron y ella entendió que aquel era un hombre muy sencillo, muy parecido a ella.

-Gracias, tu támbien eres linda- Le devolvió y agregó -En fin, te explicaré todo.

-Todos los años, durante el último día de nuestro calendario, se realiza una celebración en nuestro pueblo. En fin, muchos años atrás, asistí a mi primera fiesta, la cual fue muy larga y las copas fluyeron como agua. En ortas palabras, tomé mucho Tkorn. El Tkorn es una bebida alcohólica muy fuerte y como bebí más de la cuenta me emborraché. Estando en ese estado, caminé sin rumbo, cantando con voz ronca hasta que terminé en tu pueblo. Sin estar conciente caí sobre las casas de algunas personas que terminaron destruidas he hice muchos otros destrozos de los cuales me averguenzo hasta el día de hoy.  Pero para mi suerte, una joven mujer no me tuvo miedo y notó cual era realmente mi estado. Ella me ofreció una mezcla de Cordero asado y flores que crecen en tu pueblo. La mezcla probó ser milagrosa, quitándome la borrachera completamente.

Hizo una pausa y miró a la joven.

-Ahora entiendes por qué les pedí a los representantes de tu pueblo que preparen carne asada y flores.

-¿Y la luna verde? ¿Acaso tú la creas?

El gigante se agachó para mirarla mejor.

-No yo, sino que es parte de la celebración. Lanzamos al cielo unas fragancias que tiñen el color blanco. Es simplemente para marcar el comienzo de la fiesta.

La joven pensó. Estaba absorviendo todo lo que acababa de escuchar.
De pronto, su cara cambió, llenándose de odio.

-¿¡Para curarte de la borrachera!? ¿Para eso secuestras a mujeres inocentes? ¿¡Para eso te llevaste a mi amiga!? ¿En donde está ella? DEVUELVEMELA- Comenzó a gritar.

-Calma, calma mi amiga. -Todas ellas están bien. La mayoría están en un pueblo vecino, en donde tienen trabajo y familia. Yo no pretendo matar a nadie, pero necesito a las chicas para que puedan prepararme la mezcla. Ten calma que tu amiga está bien- Le tranquilizó.

El gigante se levantó y levantó a la chica para que pueda ver por la ventana.
Afuera se encontraba el patio y dentro de éste, una joven, su vieja amiga, se encontraba barriéndolo.

La joven calmó su ira y se dirigió hacia el gigante.

-No entiendo nada, tú eras un mounstruo. Me mostraron los dibujos, eras un dragón con garras.

Su compañero echó a reir con ganas.

-Verás- Comenzó. -Es la costumbre de nuestro pueblo, que en la primera vez de la TUNGOIA, la fiesta de fin de año, nos disfracemos. Yo lo hice de dragón y es por ese motivo que me creen así. Pero te puedo asegurar que no soy un dragón y mucho menos un dios. Solo soy un muchacho que trabaja mucho durante el año y que solo quiere divertirse en la TUNGOIA.

-¿Por qué no se lo dices a mi pueblo? ¿Por qué me hablaste mal ayer? ¿Por qué no me devuelves a mi, a mi amiga y a todas las demas con sus familias?- Le retrucó.

-No se lo digo a tu pueblo porque si lo hicera se reirían de mi y en lugar de ayudarme me matarían. Me llevo a las chicas porque necesito ese remedio casero todos los años y te hablé mal ayer, bueno, me da verguenza decirlo pero el TKORN constipa y el remedio que cura la borrachera tiene un efecto contrario, en otras palabras, se trata de un poderoso laxante que actúa casi de inmediato. Me sentía mal como para hablarte bien, espero que puedas disculparme por eso- Le dijo, con tono sincero.

-¿Por eso ayer después de comer la mezcla te encerraste tras la puerta? ¿Para ir al baño?

El gigante asintió con la cabeza y vió el gigántesco baño.

-De ahora en más, eres libre, puedes quedarte aquí, como tú amiga, o comenzar una nueva vida en el pueblo vecino donde están muchas de las otras chicas del pueblo. Te aseguro que serás más feliz que en el lugar al que llamabas hogar. Pero tengo una condición y esa es que por 2 o 3 años no te acerques al bosque prohibido desde donde venimos, ni a tu pueblo. Después de ese tiempo puedes volver allí si quieres que, con suerte, nadie te reconocerá.

-Ahora entiendo. Es por eso que muchas veces padres de otras chicas decían haber visto el fantasma de su hija, ya mayor, en el bosque, ¿no es cierto?.

Nuevamente asintió con la cabeza y luego le abrió la puerta trasera de la casa para que la las mejores amigas puedan reunirse luego de varios años separadas.

Sueño: Pesadilla

Increiblemente habíamos rentado esta casa de ensueño por muy poca plata.

El lugar estaba dividido en dos partes. Una de ellas estaba compuesta por el sector de cocina, 2 baños y 4 dormitorios. La otra consistia en una sala de estar y 3 dormitorios más. Pero lo más maravilloso de todo era que ambas partes estaban unidad por un jardín interno y en el medio de este, se encontraba una pequeña cascada que depositaba sus aguas en un pequeño laguito que se podía atravesar gracias a un tronco que se encontraba puesto.

Que maravillosa casa y, a pesar de que la alquilamos solo para vacacionar por un fin de semana, presentimos que la ibamos a disfrutar bastante.

Después de charlas y risas bajo la cascada, decidimos que era tiempo de ir a dormir y cada uno se fue a la habitación que le tocó según el sorteo realizado minutos antes.

Mi familia es bastante numerosa y por supuesto que no ibamos a entrar en todas las habitaciones, por lo que me tocó dormir, sólo, en la sala de estar.

Al entrar en ella, un dolor muy molesto apareció en mi cabeza, cómo si alguien me la estuviese apretando con todas sus fuerzas.

Decidí, entonces, buscar algún medicamento que me aliviane, pero no fue necesario, ya que al salir el dolor se fue como por arte de magia.

Volví a entrar a la sala y el dolor comenzó de nuevo, aunque ahora más fuerte.

Hice una vez más la prueba y entonces comprendí que algo no estaba bien.

Pocos segundos duró mi incertidumbre, cuando al otro lado de la habitación aparecieron repentinamente y frente a mis ojos, dos niñas, una un poco más alta que la otra.

Estás eran rubias, con el flequillo que les tapaba la frente y con dos trenzas que les caían a cada lado de la cabeza.

Estaban vestidas con un uniforme escolar, color gris.

Entré en pánico.

Salí corriendo a la habitación de al lado que por suerte no tenía cortinas. Mi tía y mi prima estaban mirando la televisión en el sillon que había allí.

Sin poder hablar, tensionado por el miedo, golpeé el vidrio y con señales de mis manosl pedí que me ayuden.

Mi prima se levantó y, sin que pueda explicarle con palabras, la arrastré a la sala de estar donde las dos niñas estaban acercandose a nosotros.

Ambos nos quedamos paralizados, ella más cerca de la puerta y yo a unos pasos más cerca de quienes quieran que fueran esas aparentes niñas.

Se acercaron a mí.

Pude notar que no estaban caminando y se movían estando estáticas, estando rígidas.

Se acercaron más, tanto que las tuve a escasos pasos de distancia.

Quise escapar, pero el miedo me paralizaba y mis piernas no se movían.

Les grité: «MUEVANSE, MALDITAS», pero no me hicieron caso.

La niña más pequeña detuvo su marcha, pero la grande continuó acercandose a mí. Se acercaba lentamente, cómo su estuviese flotando y esperando a que el viento la empuje.

Mi prima estaba al lado mío, pero no podía hacer nada. El miedo también la había dejado paralizada.

La niña mayor ya estaba pegada a mí y había levantado su cabeza que hasta ese momento estaba cabizbaja.

Con unos ojos completamente negros, clavó su mirada en mí mientras que mi dolor de cabeza se agudizaba.

Me miró por unos segundos más, aunque a mí me parecían largas e interminables horas y luego abrió la boca. Pero no era una boca cualquiera, sus labios se separaron bastante, cual «Depredador» y comenzó a emitir un fuerte sonido que incrementó aún más, mi ya intolerable dolor de cabeza.

El ruido era tan fuerte que sentía que mi cabeza iba a explotar y se iba incrementando hasta el punto maxímo en el que la niña logró introducirse en mi ya vulnerable cuerpo.

Mi dolor se calmó, pero mi mente no y me obligó a despertarme.

Un sueño para olvidar…

Vives en mis sueños

Atrapada estás.

Allí no hay luz que puedas ver.
No hay luz que te de esperanza.
Allí el túnel es infinito.

No luches.
Ríndete ya.
Escapatoria no tienes.
No deseo dejarte ir.

Vives en mí, pero no eres real.
Eres un recuerdo, un recuerdo que perpetuará.
No luches, pues no lograrás escapar.

Te deseo, pero no en realidad.
Anhelo tu potencial.
Amo el recuerdo que en mí está.

Pues no te deseo a tí. Sino a la memoria de tí.
La realidad es fria pero la memoria no lo es.
Al cerrar los ojos, el calor predomina y desde ese momento ya no lucho.
Por favor, tú no lo hagas.

Atrapada estás. Sin escape en el mundo que gobierno.

Atrapada estás. Vives en mis sueños.

El festejo

«¡Por fín ha llegado el día!

Ha llegado el momento de brillar, de iluminar la vida de quienes confiaron en mí.

Para esto fui elegido entre mis hermanos.

Ellos vieron algo en mi y por ese motivo no los voy a defraudar.

Cuanta emoción, cuanta ansiedad, cuanto nerviosismo y cuanta soledad.

¿Cuanta soledad?

Si, debo confesarlo.

Desde que me separaron de mis hermanos me he sentido solo, abandonado y distante en un nuevo lugar, esperando el momento de mi partida hacia una nueva vida.

Aunque agradezco profundamente a quienes me levantaron y me abrieron las puertas de su hogar, siempre me sentí como un pasajero entre ellos. Alguien que pronto los abandonaría.

Pero, ¿En qué estoy pensando?

Ellos han invertido tiempo y dinero y me han escogido a mi y solo a mí.

Y aunque fuese cierto y si solamente soy un simple pasajero, entonces en mi despedida debo sorprenderles para demostrarles el agradecimiento que les tengo.

Si, es cierto. Soy muy feliz.

Aunque no puedo evitar pensar que pasará después.

Una vez que logre mi cometido, ¿qué será de mí?.

¿Seré recordado?.

Si, seguramente lo seré y en ese instante seré elogiado por todos.

¿Pero luego? ¿Seré olvidado? ¿A donde iré?.

Alguien viene hacia mi, escucho sus pasos aproximandose.

Siento una mano que me agarra, ya no hay más tiempo para dudas.

Llegó mi hora y allá voy….»

¡FELIZ AÑO NUEVO!

-Papí, que bonitos los fuegos artificiales que compramos.

A.N.: Parte 3

2 de Noviembre de 1993. Radio observatorio de Maholco, Hawaii:

«-General, el virus sigue avanzando. Los firewalls no pueden contenerlo. Hemos perdido mucha de la información sobre el proyecto NEFTUS. De seguir así, perderemos todos los archivos ¡en menos de 24 horas!.- Gritó Dwight Colon al general Lee.

-¿Back-Ups?- Respondió calmadamente el general.

-Se están realizando en este momento, pero a causa de la perturbación magnetica, los discos externos han sido completamente dañados y debido al virus, los archivos de la red han sido eliminados, incluso los mas protegidos.

-¿No queda ningun archivo de respaldo?- Preguntó el general con una nota de nerviosismo en su voz.

-Solamente nos queda uno, pero no está actualizado.- Respondió Colon.

-¿En donde se encuentra?.

-Está en la maleta de titanio ionizado que usted diseñó. Por ahora parece que no ha sufrido alteraciones, pero me temo que si todo sigue así, esa será nuestra unica copia sana…»

1 de Octubre de 1994:

«-¡Nada! Absolutamente nada. Muchos días de trabajo y aún no logran comprender por qué se produjo la explosión en el observatorio.- Dijo el general Doyle, enardecido por la falta de resultados. «Por lo menos tenemos al ingeniero ese.» Pensó

El siguiente vaso de whisky que se sirvió lo tomó sin hielo y sin pausas.

Con un fuerte y largo suspiro, se dispuso a leer la proxima nota:

«Falta un año para que se termine de construir el telescopio. El ministro de defensa dijo que ya está listo, pero hacen faltan pruebas de funcionamiento. Le pedí que necesito usarlo, para un experimento, confidencial incluso para el. No me lo permitió. Se lo pedí a mi esposa y ella logró convencerlo. Me otorgaron permiso para el otoño de 1991. Estar casado con la hija del ministro tiene sus ventajas. Esperaemos con ansias el moemento.

Hemos logrado obtener algúnos datos sobre nuestros nuevos amigos. Nos han dicho que viven en un planeta al que ellos llaman SANCTUM, o tierra si lo traducimos. Su planeta orbita alrededor de una estrella y que el año durá lo mismo que para nosotros. Poseen agua en estado líquido y una atmósfera rica en ozono. Poseen plantas, animales, idiomas, paises y religiones. Estimamos que su apariencia fisica no difiere. Aún no conocemos sus nombres.

No entendimos una parte del mensaje. Al hablar sobre su planeta dicen que orbitan alrededor de una estrella oscura. Estrella con brillo oscuro. No lo comprendimos. ¿Acaso poseen un sol oscuro? ¿Qué significa eso del brillo oscuro? ¿Cómo es posible que los telescopios no lo hayan visto?

Evidentemente saben de matemática, física y literatura. No conocen el nombre de Einstein ni la religión judía.

Seguramente tendrán otros nombres. Nos asombra el parecido con nosotros.

Vida en otros planetas. ¡Al fin! Lo hemos descubierto y por accidente. Ya no tenemos miedo ni nervios. Son como nosotros.

Decidimos tomarnos un día de descanso. Para analizar la situación. Durante la cena, el traductor nos cuenta sobre la casa que compró en Beverly Hills. Le pagamos mucho, pero lo vale. No se entromete ni cuestiona los mensajes, solo le interesa recibir el cheque.

Hemos decidido tomar precaciones y toda la información se copió a discos externos. Correremos el riesgo de que se haga publico antes de que se pierdan para siempre.

Mi protegido, Colon, me ha dicho que debemos ser cuidadosos. No sabemos realmente quienes son. Pesimista por naturaleza. Dijo que debiamos contruir algún dispositivo móvil en donde poder guardar un back up ante una eventual falla magnética.

Juntos comenzamos a contruirlo. Va a demorar.

Por el momento seguiremos con las conversaciones con nuestros vecinos. General Isaac B. Lee »

-¿En verdad encontraron vida en otro planeta?. ¿Cómo han podido mantener oculto esto?. Deberé informarlo todo al ministro. Pero no aún. Primero debo saber mas.- Dijo el general Doyle, hablando solo en su oficina. -Quedan solo 2 notas de Lee. Las dejaré para mas adelante.

El tratamiento del ingeniero Colon duró 1 mes.

Gracias al tratamiento su cara volvió a tomar color. Se pudo levantar y caminar, pero no quiso hablar.

-Parece que aún sigue conmocionado por lo que vivió. Deberemos dejarlo descansar esta noche.- Dijo el médico.

-Muy bien, pero mañana hablaré con él- Respondió el general en un tono estricto.

S.T.: La Segunda Ronda (llave derecha)

17)Superman vs 19) Linterna Verde

-Oye Kal. Quiero que veas esto. Es un poder que estuve desarrollando para poder atraparte a ti.

-¿A mí? ¿Y eso por qué?.

-Por si alguna vez te vuelves malvado…

Habiendo dicho esto, Linterna se toma fuertemente de la muñeca de la mano donde tiene su anillo de poder y comienza a hacer mucha fuerza (¡cuidado, Linterna!, no te esfuerces tanto).

El anillo comienza a vibrar y a emitir una luz tan brillante y de color igual de verde que los ¡nuevos televisores Lostus Led que vende nuestro patrocinador!

-He reunido todo el poder de mi anillo y con esto lograré derrotarte.

Del anillo sale una estela verde que rodea al hombre de acero, quien intenta golpearla sin exito.

-Si no puedo golpearla, la espiraré.

«Eso es lo que quería.»

Con un movimiento de la boca de Superman, toda la niebla verde desaparece.

-Esta era tu super tecnic….AGRRRH.

Del cuerpo de Superman comenzó a irradiar una luz verde, la cual hace que el hombre de acero pierda poco a poco sus fuerzas y caiga al suelo de la plataforma. Gotas de sudor caén de la frente de ambos.

-Eso que aspiraste es una neblina verde con efectos similares a los de la kriptonita, y ahora está dentro de tu sistema. Solo resta sacarte fuera de la plataform…

Sin fuerzas, Linterna Verde cae desmayado.

1) SUPERMAN GANA

Con la ayuda de Batman, Superman es envíado al sol para recuperar sus energías.

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21) Donatello vs 23) Seiya

-Hoy comeré sopa de tortuga. METEORO DE PEGASO.

Fue demasiado…UN VETERINARIO. ¡RAPIDO, POR FAVOR!….

….

….

El veterinario dice que Donatello está vivo (por poco).

23) SEIYA GANA

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25) Fenix vs 27) Dante

-¿Un ave inmortal? Mejor, así me divierto matandote una y otra y otra vez.

-No me hagas reir…GOLPE FANTASMA DEL FENIX.

El puño de Ikki atravieza el cerebro de su rival.

-Ja ja ja. ¿Esto fue todo tu poder? No me has hecho ni siquiera un rasguño. Prueba ahora el poder de mis postolas…Pero qué…¿qué pasa?.

Las pistolas de Dante se han puesto en su contra y le están apuntando al corazón. Dante sabe que no tiene escapatoria y si disparan, será su fin.

Dante cae desplomado, todo era parte de la ilusión del golpe fantasma del fenix.

25) FENIX GANA

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29) Goku vs 31) Gohan

Sin preambulos, Goku se transforma en SS3.

-Gohan, demuestrame el resultado de tu entrenamiento.

-Si, papá.

Gohan comienza a expulsar su poder, primer SS1, luego SS2, finalmente vuelve a su estado normal para convertirse en su etapa definitiva.

La super batalla comienza, desde el publico, Vegeta mira atentamente.

Los demas participantes están escondidos tras las paredes de la sala de espera, habiendo ya tomado conciencia de las batallas anteriores de estos sujetos y de los golpes que recibieron solo por el poder de los saiayins.

La pelea parece equilibrada, pero poco a poco el SS3 prevalece.

-Me decepcionas Gohan, tu poder es inferior al que tenías en la batalla contra Majn Bu. Desde que la tierra está en paz, has dejado tu entrenamiento ¡y se te ha olvidado cómo combatir!.

«Tiene razón. Ahora recuerdo que ocurrió lo mismo cuando derroté a Cell. La tierra estuvo en paz y yo dejé de entrenar».

-Tu poder definitivo podía superar incluso a la fase 3 del super Saiayin, pero este poder que tienes apenas puede superar a la fase 2.

Gohan enfurecido, se eleva en el aire y comienza a reunir energía para realizar su tecnica,

-MASENKO.

-¡ES INUTIL, GOHAN! SE TE HA OLVIDADO COMO LUCHAR.

Diciendo esto, Goku se teletransporta detras de su hijo y de un muy efectivo golpe lo manda fuera de la plataforma.

29) GOKU GANA