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El dólar español (El argentum de los templarios segunda parte)

No hubo moneda más importante en la historia de la humanidad que el dólar español.
Claro está que hoy en día esa moneda no existe, pero que nos dejó marcas visibles es seguro.
Acuñada dentro de nuestras propias tierras cuando aún éramos una dependencia del imperio español, se trató de la primera moneda internacional de cambio, reconocida desde la flamante América hasta las indias y China.

-Argentum.
-¿Plata?
-Así es.
-No comprendo. Esta tierra pertenece al Virreinato del Perú.
-Y posee minas llenas de Plata.
-¿Y con eso qué?
-Tenemos tanta Plata que no nos entra en las arcas de España y debemos transportarla a las diferentes colonias, principalmente a las de África y Filipinas.
-Es un tesoro que debe ser cuidado de los Ingleses y Franceses.
-Así es, por eso debemos proceder con cuidado. Nueva España está comprometida y nuestro camino más seguro es a través del puerto de Nuestra Señora del Buen Aire.
-Pero si Mendoza es un maldito bribón, nos pedirá hasta el agua que tomamos por dejarnos pasar.
-Es mejor eso que caer frente a los piratas, ¿no lo crees?. El puerto de la ciudad que fundó es magnífico y desconocido.
-Si, tienes razón, pero debemos buscar una forma de engañarle para no perder demasiado.
-Argentum y Río del Argentum.
-Plata y Río de la Plata. Ahora lo entiendo, el camino que haremos con la plata. Me gusta esa forma de llamarlo.
-Eslo que quería decir al principio.

Los españoles pensaron pero no se les ocurrió como engañar a Pedro de Mendoza.
Finalmente consultaron con su rey y quedaron sorprendidos ante su respuesta:

-Vuesta cuestión me ha dejado pensando y he encontrado una solución. Nos hemos expandido tanto que ahora dominamos el mundo conocido, pero no poseemos una forma de comercio con nuestras colonias. Gracias a su descubrimiento en las minas del Perú, acuñaremos monedas de cambio y las utilizaremos desde el nuevo mundo hasta la madre patria. Se cortarán en dos tamaños y todas llevarán la misma cuña, mi rostro y a su lado todos los territorios que hemos conquistado.

La palabra del rey se hacía cumplir, sin embargo al poco tiempo encontraron que las cuñas eran muy difíciles de hacer y que las monedas tendían a romperse.

-Cambiemos los territorios conquistados por las Colunmas de Hércules.

Ahora si fueron más sencillas de acuñar. La cara del rey de un lado y dos líneas rectas del otro.
Al poco tiempo las monedas se producían en masa y su uso se extendió por dentro y por fuera del imperio.
España, Inglaterra, Francia, India, China, Egipto y todo el nuevo mundo las utilizaba.
El «Real de a 8», como era conocido, fue aceptado en todos lados, convirtiéndose en la primera moneda universal, cuyo uso se extendió durante más de dos centurias.
Inglaterra y Francia subdividieron las monedas para dividir precios, China aceptaba únicamente la Plata española al igual que Egipto y las Filipinas, inclusive las colonias británicas la utilizaron.
Conocido como dólar español, los Estados Unidos continuaron con su utilización hasta casi 100 años después de su independencia cuando decidieron reemplazarlo por su moneda propia, moneda que homenajea a su antecesor.
El símbolo del dólar, reconocido en todo el mundo, se compone de una letra S atravesada por dos barras verticales. Estas barras no son nada menos que las Columnas de Hércules y la S corresponde a Spain, España en inglés. Esto se utilizó para que el nuevo dólar estadounidense genere confianza en la población al ver la gente unos símbolos conocidos.

Durante mucho tiempo la materia prima de nuestras tierras posibilitó la creación de la moneda más importante de la historia pasada y de la actual.

Una piedra más, al trágico comienzo de la tierra más próspera jamás encontrada.

El argentum de los templarios

La discusión profundizaba y los gritos dominaban la antes pacífica conversación.
Los 6 hombres sentados alrededor de la vieja mesa de madera astillada no se ponían de acuerdo.
Habían formado monedas con la plata que encontraron en unas cuevas en las montañas y ahora debían acuñarlas.
Por una parte, no podían dar a conocer su procedencia, y por la otro, querían dar homenaje a ta bella -y salvaje- tierra.

-Secretum templi- dijo uno finalmente.

-¿Secretum templi? ¿Acaso somos mujeres de chimentos?

Los demás se rieron, salvo el jefe de la expedición, quien jugaba con la moneda con la vista distraida.

Corría el año 1160 y la posición del género femenino en esa epoca era muy distinta a la actual.

-Secretum templi…- murmuró y al hacerlo, los demas callaron. -Me agrada. Si, me agrada bastante. Será un secreto de la órden y así permanecerá. De paso, llamaremos a esta región con el nombre de Argentum, cuyo significado como sabrán, es plata. Este lugar será reconocido como la tierra de la plata, como Argentópolis.

Así habló el hombre a cargo, el capitán, y así se terminó la discusión.
Las monedas fueron acuñadas y en los planos de navegación fueron añadidos los nombres de las tierras llenas del precioso mineral plateado.
Aquellos hombres regresaron a Europa para ayudar con la custodia de la tierra sagrada en medio oriente. Pero ahora podrían convertirse en los líderes de la órden, en los máximos caballeros. Ahora poseían una fuerte economía capaz de comprar más soldados y así tomar el control de los Templarios. El viaje había salido bien y nadie sospecharía de que sus monedas fueron extraídas de la actual América, desconocida ante la mayoría de la humanidad.

Los navíos emprendieron el regreso, el largo viaje y el comienzo de su destino y con ellos, el secreto de su tesoro, su secreto que fue pasando de generación en generación, de padre a hijo y de este a sus hijos y así durante siglos. Sin embargo, con el pasar de los años, el secreto se fue perdiendo y tan solo perduró en los descendientes del capitán, hasta que uno tuvo la oportunidad de regresar a las tierras reclamadas por sus ancestros y de buscar la famosa tierra de plata.
Enviado por la corona española, este descendiente de Templario fue enviado al nuevo continete para conocer su existencia al público.
La corona británica, la corona portuguesa y muchos otros imperios ya conocían la existencia de aquella tierra y todos la saqueaban en secreto. Aquella tierra conocida por los fenicios, los vikingos, los chinos y otras culturas, fue ocultada de la mirada del resto del mundo hasta que los saqueos fueron intolerados por los españoles y decidió reclamarla -formalmente- para su corona.
Fue así que Colón partió para establecer una base de operaciones y delimitar todo el territorio que pudiera y gracias a las cartas de navegación que solo él conocía, lo pudo hacer rápidamente y además conseguir un gran botín de plata y oro a su regreso.
Aquel fue el comienzo de la época de oro para Madrid y de la presentación en sociedad del continente americano al mundo.

Colón, a su regreso, cargó consigo varias monedas de plata que las acuño con la leyenda, «Secretum revelatur».

Cientos de años después, Argentina anunció su independencia utilizando el nombre que le dio aquella órden templaria, sin embargo, en su interior ya no contenía aquel preciado metal. Un trágico origen de la tierra más próspera jamás encontrada.