Leo nunca podría haberse imaginado que al despertar se encontraría completamente solo. No había personas caminando. No había niños jugando, ni mascotas corriendo, no había siquiera autos circulando, pero sobre todo, no había ruido alguno. Nada salvo el viento. Su esposa, su hija, sus conocidos… Todo rastro de vida se había esfumado. Con sus ropas … Sigue leyendo El Fin
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustar