La guerra de la madrugada

Nuevamente se escucha el ruido y el nerviosismo me invade el cuerpo.
El enemigo es aún invisible, pero ha llegado la hora de luchar.
Es de madrugada y no vamos a descansar hasta que concluya la batalla.

Otra vez aquel ruido. Puedo sentir el movimiento del enemigo más no logro verlo.
Por fin, las antorchas han sido prendidas y los malditos se han vuelto visibles.
Son muchos y nosotros no. Oh Dios, esto no nos puede estar pasando.

No, debemos ser optimistas. Aunque nos superen en numero, no nos rendiremos.
Nuestra voluntad no nos dejará ser derrotados. Lucharemos hasta el final.

Aunque perdamos sangre en la batalla, aunque debamos estar siempre alertas, aunque pasemos la noche en vela. ¡No nos rendiremos!

La lucha es ardua, son muchos y mis fuerzas merman. El cansancio me gana.
Sin embargo hay una luz de esperanza. Hemos encontrado su punto debil y están cayendo.
Lo estamos logrando.

El enemigo está siendo abatido. Podemos ganar, vamos a ganar.

La alegría y el agotamiento se unen al ver que queda un solo maldito en pie.
Un único enemigo nos separa de la victoria y del merecido descanso.

¿Cómo ha durado tanto?
¿Cómo ha sobrevivido?
¿En dónde se está ocultando?

Sabemos que está frente a nuestros ojos, más es invisible a ellos.

-¡Sal ya! Muéstrate y enfrenta tu destino.

Esta noche nosotros seremos victoriosos, cueste lo que cueste.

-¡Sal ya! Deja de ocultarte…

..MALDITO MOSQUITO

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