Cuando la esperanza se pierde

«Al cerrarse la caja, lo único que quedó aferrada en ella fue la esperanza…»

Con esa frase concluía el tercer libro de autoayuda que había leído en este mes.

Este último, titulado «La esperanza», quería hacerle entender al lector que esto es lo último que se pierde.

Pero para Gabriel, esto era dificil de comprender.

Él sentía que la esperanza ya lo había abandonado.

Seguramente para el que ve su situación por afuera, dirá que es un ingenuo y que aún todo puede pasar, sin embargo, para Gabriel esto era una cruda y dura verdad.

Los años le habían pasado, aunque no era una persona mayor.

Aún no llegaba a la tercera década cumplida y ya sentía que su vida así sería.

El problema de Gabriel es que deseaba el amor de una mujer.

Aunque no de cualquiera, sino de una imposible para él. O al menos, eso creía.

Algo pasaba por su cabeza cada vez que pensaba en ella.

Esto no era muy seguido, pero cuando su imagen aparecía como un flash en sus pensamiento, la tristeza por no tenerla se hacía presente.

Pero, ¿qué le podía ofrecer?.

Aunque no se consideraba tan lindo, simpático o atlético cómo suponía fueron las parejas de ella, la respuesta era sencilla, amor.

Él le podia dar más amor que ningún otro, pero creía que eso no le bastaría.

Gabriel pensaba que una mujer así merecía a un hombre que se aproximaba a la perfección y él, estaba lejos de ellos.

Su principal miedo era el dinero. Miedo de que por si un milagro hacía que ella tambien quiera que estén juntos, el futuro los distancie por no poderse dar la vida que él creía que ella merecía.

Todos estos supuestos, eran lo que impedían que Gabriel le hable y la conozca. Todo estaba en su cabeza y podía, como no, ser real.

A diferencia de lo que la mayoría cree, la esperanza si se puede perder y de una forma muy facil.

Esta se pierde si uno espera un milagro, si uno no actúa para cambiar su presente.

Siendo estático, mirando desde lejos y encerrandose más y más en su circúlo de soledad.

Esto es lo que hacía Gabriel.

Para él, la esperanza se había perdido…

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