Mitología perdida

«En el principio existia aquello sin nombre y ocupaba el vasto vacío. ‘Aquello’ no poseía emociones ni sensaciones, no poseía cuerpo ni mente. No poseía vida, al igual que el vasto vacío donde moraba. Pero ‘aquello’ comenzó a cambiar y la neblina que lo conformaba se unió y tomó la forma de huevo y de una esfera roja sobre éste. Se cuenta que de la esfera emanaba tanto calor, que provocó que el huevo eclosionara. Del cascarón comenzó a surgir un ave de plumaje rojo.
Cuando ‘aquello’ salga completamente del cascarón y sus alas se extiendan por completo, se tragará la esfera roja que nos da calor y causará el fin de nuestra existencia. La esfera es su corazón y para que ‘aquello’ viva, debe deborarlo.
Es por eso, que el cuerpo de ‘aquello’ debe ser destruido. Si sus alas no vuelan, ‘aquello’ no podrá conseguir su corazón y perecerá.
Los dioses, nuestros bienhechores protectores, quieren evitar a toda costa, nuestra -y su- damnación y es por eso que están de nuestro lado.
Los bienaventurados dioses dedican sus días a la destrucción de ‘aquello’ y buscan destruir sus alas desde tiempos inmemoriales, desde que Top surgió y nos dio la vida y desde que su hijo, Trok, nos enseñó a sobrevivir.
Somo esclavos de los dioses, pero ellos nos enseñan cosas y nos permiten vivir. Top, el primer dios, surgido de la parte superior cascarón de ‘aquello’, parte que había sido llenada con el calor de la esfera, nos creó a base de calor y de partes de su propio cuerpo. Varios dioses surgieron de él, como su hijo Trok, creado con el miembro de Top que él mismo se cortó.
Trok representa la fertilidad en humanos, animales y en plantas y fue él quien nos enseñó a cultivar y utilizar la sangre azul de ‘aquello’ como elemento vital para sobrevivir y hacer crecer la vegetación y el ganado.
Top y Trok, juntos, crearon a la mayor cantidad de dioses, pero Junto, la oscuridad, destruyó el fuego divino del primer dios y ambos perecieron.
Junto había nacido de la parte inferior del cascarón de ‘aquello’ y el calor de la esfera roja no había bañado su ser. Junto odiaba la vida y dedicaba sus días a convertir todo en oscuridad. Trok, sus hijos, nietos y gran parte de los dioses de su linaje no podían hacerle frente al dios oscuro y sus luces eran apagadas por éste.
Pasaron cientos de años antes de Folden, descendiente de Cokodo, se reuniera con Top y ambos crearan el poder necesario para acabar con la oscuridad.
Top, Folden y Junto lucharon en una intensa batalla y los tres perecieron. La luz de Top se mezcló con la oscuridad de Junto y se esparció por todo el mundo, iluminando durante la mitad del día el ciello gobernado por Cokodo y oscureciéndolo durante la otra mitad.»

Lo anteriormente citado, es una reconstrucción de un segmento la mitología sin nombre, encontrada en tablillas de arcilla y barro que datan de la época de los sumerios, hace 10 mil años, firmadas por Beborák. Se cree que fueron civilizaciones contemporáneas y que habitaban en las fértiles tierras de la antigua Europa. Por el momento no se han logrado traducir más tablillas, aunque se espera que con el paso de los días conoceremos más sobre Beborák y su mitología.

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