BTHA: Parte 2

Marcus y Claudio habían sido condecorados con medallas, honores y mucho oro por su gran y heróico esfuerzo durante la guerra.

Sus nombres se habían vuelto importantes dentro de la comunidad.

Habían pasado varios años desde que los amigos conocieron a su amor, Isabel y Claudio pasó gran parte de esos días en idear un plan para separarlos, aunque sin exíto.

En casi todos los aspectos Marcus era una persona con buen corazón.

 

Aunque todo cambió una mañana en la que Claudio fue invitado a la casa de su amigo. Este aceptó y Marcus le contó que quería ser candidato al puesto de alcalde, que recientemente se acababa de desocupar. Le contó a su amigo que quería hacer algo mas por el pueblo que tan gentilmente lo trató.

Con una falsa pero muy bien fingida sonrisa, Claudio felicitó a Marcus mientras que este se dirigía a la bodega para traer una botella de vino para brindar.

En el momento que quedó solo, Claudio tuvo tiempo de ver -sin emociones- las cartas de felicitaciones de parientes lejanos. Aunque una de esas cartas le llamó la atención…

Esa carta estaba escrita en inglés y la firma decía «With love, Mom & Dad» (con amor, mamá y papá).

Claudio se apuró a guardar la carta en uno de los bolsillos de su saco mientras que la sonrisa en su rostro se hacía real y cada vez más y más grande…

Claudio sabía que la ley establecía que para tener un cargo público era necesario ser descendiente de españoles.

Gracias a la torpeza de su «amigo», ahora tendría lo que estuvo esperando y deseando desde hace tanto tiempo, a Isabel.

Marcus fue electo como gobernador.

El tiempo pasó y el pueblo creció a pasos agigantados.

Durante el periodo de permanencia en su flamante cargo, las cosas en el pueblo mejoraron mucho y gracias a su inteligencia, había desarrollado el molino mas grande del imperio español, dandole trabajo a la gran mayoría de los habitantes del pueblo.

Aunque fue precisamente en el día de la innaguración el momento en que Claudio decidió llevar a cabo su plan.

Cluadio se ocupó de correr el rumor de que el nuevo alcalde no era descendiente de españoles y -como los rumores fluyen mas rapido que el agua- pronto los dichos llegaron a los oídos de Marcus.

Al principio estos no tomaron mucha fuerza ya que las obras de Marcus por el pueblo eran tan importantes (y visibles), que hacían opacar a cada repetidor.

Por su parte, Claudio no lograba ocultar su frustración y sus sirvientes eran los principales receptores de su mal humor. ¿Cómo podía hacer para lograr fortificar el rumor? Se preguntaba.

Días despues de pensar y pensar, la respuesta le vino a la cabeza. El rumor no se fortalecía porque la ímagen de su «viejo amigo» era muy grande. Entonces debía bajarla. Y ¿cómo lo lograría? «Muy facil» se respondió.

Derribaría la torre del molino, el simbolo del progreso de Marcus y la principal fuente de trabajo de muchos de los habitantes del pueblo.

«Si el molino cae, Marcus también lo hará». Se decía Claudio por las noches antes de acostarse.

Gracias a Marcus, el pueblo había logrado la paz y todas las armas habían sido entregadas y destruidas. Gracias a eso, en el pueblo se generó una gran confianza entre sus habitantes hasta el punto en que el comisario del pueblo era el único representante de la ley (aunque sin armas).

Pero no todos estaban desarmados. Durante un tiempo, Claudio obtuvo de contrabandando unas nuevas armas traidas del oriente. Estás eran unos artefactos que contenían una gran cantidad de polvora y gracias a ello, producian una devastadora explosión a distancia.

Eso era justo lo que necesitaba para destruir el molino…

Luego de 3 días de pruebas efectivas, el plan de Claudio se llevó a cabo y logró explotar -a distancia- los cimientos del molino, el cual se derrumbó con un fuerte estruendo.

La caída del molino fue la primera ficha  del dominó en caer. No pasó mucho hasta que surgieran varias teorías de la culpabilidad de Marcus en la caída de su fuente de trabajo. En el dinero que el obtuvo y en que esto lo hizo para que el pueblo quede pobre y bajo su merced.

Inmediatamente las acusaciones fueron hacia el lado de su sangre británica,

De ahí en más, Claudio solo se sentó a observar como las cosas tomaban su rumbo. Al poco tiempo los miembros del consejo del pueblo se reunieron y decidieron acusar a su alcalde de traición a la patria sin un juicio justo ni derecho a replica.

Marcus había sido capturado por ser hijo de Ingleses. Nada importó que el era Español y que había servido al ejercito y dado su vida por su nación. Tampoco importó que gracias a el, el pueblo había crecido como nunca y todos los habitantes poseían uno de los mas altos niveles de calidad de vida de todo el imperio español. Nada de eso importó…

El plan había surtido efecto. Isabel lloraba desconsoladamente en los brazos de Claudio mientras este miraba como se llevaban al que algúna vez llamó amigo.

Entre gritos y llantos, Marcus maldijo su destino y juró que volvería a buscar a su amada y tomar venganza del culpable de su situación.

Claudio solo sonrió mientras que Marcus era detenido. Al fín tenía a Isabel en sus brazos y ahora nada ni nadie iba a poder separarlos.

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