Sueño: El demonio

Nos encontrabamos en un castillo.

En realidad era una casa antigüa muy grande con muchos pasillos y habitaciones.

No se como habíamos llegado allí, pero lo cierto es que debíamos escapar. Algo malo nos iba a pasar y lo podíamos sentir.

El día empezaba a desaparecer y la noche se asomaba rapidamente. La casona no parecía poseer una puerta de salida.

Estamos solos. Mi novia y yo corriamos ya casi desesperadamente por la inmensa edificiación buscando una salida.

Intentamos romper una de las ventanas, pero estaban hechas de un material indestructible para nuestra fuerza.

Seguimos corriendo por los pasillos cuando un viento fuerte nos derribó.

Extrañados por lo sucedido, nos pusimos de pie y continuamos nuestro camino sin reparar que ese viento era en realidad algo mucho mas peligroso.

A medida que la noche avanzaba, los golpes de ese misterioso viento se hacian cada vez mas y mas fuertes e iban tomando forma.

Finalmente la noche cayó y el viento cobró su verdadera forma como demonio.

Se trataba ser un ser de mas de 2 metros de altura y de piel color negra.

Desde la cintura para arriba poseía el cuerpo de un hombre musculoso, salvo que desde los homóplatos le salían 2 grandes cuernos parecidos al de un carnero y de la cintura para abajo poseía cuerpo y patas de cabra.

Su figura era imponente y muy atemorizante.

Por suerte pudimos escaparnos de el y logramos notar algo bastante peculiar. Este demonio solo nos atacaba cuando pasabamos cerca de una pequeña puerta que, valga la aclaración, no la habíamos visto antes.

Lleguamos a la conclución de que el demonio quería impedir que nosotros entrásemos a esa habitación.

Debimos arriesgar nuestra vida, pero logramos distraerlo por un rato y entrar en ese cuarto.

Grande fue nuestra sorpresa al ver que estaba vacío por dentro. Mas grande fue nuestro miedo al sentir que ese ser se estaba acercando.

Luego de un abrazo de despedida, decidimos hacerle frente al demonio y mientras lagrimas caían de nuestros ojos, noté que en una de las paredes había algo escrito.

Rapidamente nos separamos y sacamos todo el polvo que se encontraba en ella.

Al removerse la capa, un grabado quedó en evidencia. Habían 5 dibujos y cada uno tenía escrito palabras en idioma chino a su alrededor.

Cuatro de los dibujos eran de distintos tipos de seres, siendo el primero de ellos, el demonio que nos acechaba.

Pero el último de los grabados era el de un hombre con una palabra en inglés que decía «Legend» (leyenda o legendario).

Nuestras manos pasaron por el grabado y este se hundió en la pared que luego se iluminó y detrás nuestro apareció este hombre. Al fín lo habíamos entendido. Se trataba de un guerrero legendario.

De una altura de 1.8 metros aproximadamente, este guerrero era calvo y poseía rasgos orientales.

Estaba vestido completamente con una túnica marron clara, estilo shaolín y poseía un sombrero puntiagudo del mismo color.

Hizo una reverencia hacia nosotros y quizo hablar cuando apareció el demonio.

Sin palabras mediante, se enfrentó a este y logró rechazar su ataque, dandonos tiempo al guerrero y a nosotros de poder conversar.

Para nuestra mala suerte, el no hablaba castellano y solo poco (muy poco) inglés.

Nuestra comunicación fue muy lenta, pero logramos entender como sobrevivir.

Fue señalando cada uno de los grabados de la pared y diciendonos palabras clave para que nosotros deduzcamos el total.

Del primer grabado, que se trataba de nada mas ni nada menos que el dios de la muerte, nos dijo las siguientes palabras:

«Invulnerable». «No». «1-6″. Este ultimo con dibujos y una flecha hacia el no». Filamente nos hizo una mimíca de ahorcamiento.

De aquí pudimos decifrar que este ser era invulnerable pero dejaba de serlo de 1 a 6 y que solo se lo podía matar ahorcandolo.

El segundo grabado se trataba de una mujer con alas y cuerpo mitad humano y mitad serpiente.

Se trataba de la diosa de la fortuna que nos ayudaría a escapar siempre y cuando lograsemos matar al anterior.

De los otros dos no logramos llegar a escuchar la explicación porque el mismisimo dios de la muerte hizo acto de presencia en la habitación.

Antes de lanzarse en la lucha final contra el temible mounstruo, el guerrero nos volvió a señalar los numeros de antes. Quería que lo recordemos, pretendía que nosotros fuesemos los encargados de acabar con el ser.

Cuando la leyenda salió con el demonio eran las 12. Debiamos resistir una hora para tener una oportunidad.

Tanto mi novia como yo, comenzamos a practicar el estrangulamiento, para no vacilar ni dudar al llegar el momento que no tardó en llegar.

Se hizo la 1 y luego las 2 y ahora nosotros salimos en busqueda del demonio. El se convertiría en nuestra presa y nosotros escapariamos de ese lugar con la ayuda de la diosa de la fortuna.

Minutos después encontramos al ser. Estaba arrastrando una de sus patas. El guerrero legendario lo había dejado muy mal herido, aunque había dado su vida en el proceso.

En ese estado, el dios de la muerte no era rival para nosotros y logramos derribarlo y ahorcarlo.

Fue duro, demasiado, pero al final sentimos como la vida se iba de nuestro enemigo.

Fue en ese momento cuando la diosa de la fortuna hizo acto de presencia y pude abrir los ojos.

Me encontraba en las puertas de un negocio de comida rápida a punto de comprar una hamburguesa.

Al lado mío se encontraba un amigo de mi infancia a quien no veía desde hacía mucho tiempo.

Comenzamos a hablar mientras que yo me acomodaba todas las cosas que llevaba encima.

Un tema tabú era preguntarle sobre los planes de su casamiento. A sabiendas que yo no sería invitado, mi viejo amigo eludía esas preguntas, queriendome decir que el no se iba a casar (probablemente no quería que yo lo supiese al no ser invitado).

Luego de varias preguntas mas, respondió diciendo que ya tenía todo preparado, que solo le faltaba esperar y allí concluyó nuestra conversación.

El se frenó en un mercado y yo proseguí mi rumbo hacia la estación del tren que estaba a escasos pasos de distancia.

En el camino me frené para ver como una flor crecía dentro de una bola de tierra. Me pareció sorprendente, tanto que quise llevarsela a mi novia pero justo el tren abrió sus puertas y comencé a correr para alcanzarlo.

Sonó la primera de las tres alarmas de cierre de puertas y yo aún no había entrado.

A la segunda alarma logré entrar. Su sonido fue bastante distinto al de la primer advertencia y me fue bastante familiar.

La tercera alarma de advertencia sonó y me recordó mucho al sonido de mi despertador.

Tan parecido era que me despertó.

En fin…un día mas.

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