La granja del futuro

«Bienvenidos sean a la granja del futuro donde tus deseos pueden cultivarse.
¿Quiere un corazón nuevo? ¿Por qué no?. ¿Se siente poco másculino con su miembro actual? Tenemos la solución.
Nuestros animales son 100% naturales y saludables, alimentados con granos y cereales y destinados a llevar una vida placentera sin corrales ni confinamientos. Esto garantiza que los cultivos salgan con la mejor calidad.
Los cultivos demoran hasta un plazo máximo de 2 años para órganos importantes y de 3 a 6 meses para cultivos estéticos.»

Parecía un cuento de alguna página relatos de humor, pero era la mera realidad.
Se trataba de una pauta publicitaria que se presentó por primera vez hace casi 5 años y que al día de hoy la seguían transmitiendo sin modificaciones.
La granja es tan real que daba miedo el solo pensarlo.
Al principio fue rechazada por organizaciones de derechos humanos y de animales de todo el mundo. Luego sufrió varios escraches y boicots. Finalmente, luego de superar las trabas legales y técnicas de operatoria y salubridad y las públicas de manifestaciones, debió enfrentarse al miedo de la gente a este nuevo proceso.
La granja estaba predestinada a desaparecer, sin embargo, todo cambió con una maniobra publicitaria de su flamante jefe de prensa.
La empresa invirtió millones en una jugada que podría haberle costado el fin pero que, por suerte para ellos, logró el efecto deseado y fue su pie de entrada hacia el cohete que estaba apunto de despegar.
Mediante manipulación genética, lograron crear una raza de vacas que produjeran leche materna humana. Miles de vacas fueron creadas y ordeñadas según las especificaciones del plan y su leche fue repartira en contenedores con el logotipo de la granja a todo el mundo.
Millones de bebés recibieron encantados la leche idéntica a la que sus madres podrían producir pero que, por algún impedimento, les era imposible.
A partir de ese momento, la demanda de leche fue en aumento y la empresa generó miles de millones en ganacias, otorgándole la credibilidad que tanto necesitaban.
Teniendo el abismal mercado lacteo, decidieron continuar con su verdadero objetivo.
El siguiente paso fue «regalar» partes del cuerpo que muchas personas tenían dañadas.
Un corazón humano fue criado en un cerdo y donado a un hombre Noruego de avanzada edad.
Por su vejéz, no era candidato para la lista de transplantes y él, rodeado de amorosos nietos, se reusaba a abandonar la vida.
Su caso fue recogido por el jefe de prensa de la granja y al hombre se le ofreció, gratuitamente, tanto el pasaje de ida y de vuelta como el alojamiento, la intervención quirúrgica y todo lo que necesitara.
El hombre tuvo dudas y decidió rechazar la oferta. A pesar de que le quedaban pocas semanas de vida, daría hasta su último aliento para jugar con sus hijos y nietos.
Luego de pensar el plan de acción, al brillante publicitario se le ocurrió una idea imposible de rechazar para el hombre. Se le prometió que si fallecía a causa de ellos o del corazón, su familia recibiría una suma de dinero tan grande que podrían vivir como reyes el resto de sus vidas.
El hombre, cada vez más endeudado por los gastos médicos que demandaba su debilitado corazón, accedió y la operación se llevó a cabo pocos días después.
El cerdo fue sacrificado para extraer el corazón humano cultivado en él y su cuerpo fue dado a una familia pobre donde su carne sirvió de alimento.
Por su parte, el hombre recibió un nuevo corazón y la vitalidad que recibió fue tan grande que la noticia hizo eco en todo el mundo.
El jefe de prensa lo había logrado una vez más y ahora los pedidos se amontonaban.
La empresa creció a niveles insospechados y luego de años de lucha y desprecio, habían sido reconocidos con el premio nobel de la paz.
A pesar de que cobraban dinero por cada pedido, el monto era bastante inferior al de los tratamiento médicos tradicionales. La gran demanda que tenían les hacía mantener los precios bajos.
En la granja se crian mayoritariamente cerdos, aunque el negocio de leche materna ordeñada de las ubres sigue dando sus réditos.
Según una revista médica de prestigio, por año se salvaban más de 10 mil personas que hubiesen muerto al no ser candidatas a recibir transplantes de órganos.
Luego de la muerte de los animales, estos eran procesados y limpiados. Su carne era empaquetada y enviada a diferentes comedores comunitarios. Nada del animal se desperdiciaba.
Sin embargo, las manifestaciones continúan. Muchos opinan que están criándo animales para matarlos mientras que otros reclaman en lo poco ético que resulta todo. «Están yendo contra la naturaleza del señor» era el mensaje más común que se escuchaba.

Lo cierto es que, a pesar de todos los comentarios y pensamientos en contra, la granja hacía más bien que mal y poco a poco la gente se fue acostumbrando a la ídea de tener órganos humanos criados dentro de animales en su interior.
Muchos lo usaron para prolongar su vida mientras que otros para mejorar la nuestra.
¿Por qué una mujer puede aumentar su busto con una sustancia anti natural y yo no puedo mejorar mi hombría con un modelo idéntico al mío pero más grande?

La máquina en la sala de espera anunciaba el siguiente turno, el 17.
Tengo el número 43 y me espera un largo día por delante.

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