A.N.: Parte 2

Claro que al estar en una base subterranea los rayos del sol no penetran, pero el general Doyle le había pedido a uno de los ingenieros que le diseñe un dispositivo lumínico que imite lo más que pueda a la luz del astro, ya que a el le gustaba siempre despertarse con esa luz.

Y así como lo ordenó, el ingeniero confeccionó un dispositivo con luces amarillas, atenuadas en potencia por un potenciometro para lograr así un mayor efecto sobre la mente del general.

Dicho sistema estaba conectado a su despertador para que se encienda 3 minutos antes de que suene su alarma de las 8 am.

Minutos antes de que suene, el general puso una sonrisa al activarse el dispositivo. Aunque sabía que no era luz natural, su cerebro funcionaba mejor con este efecto placebo y hacía que se levante siempre con buen humor.

Sin embargo, en el desayuno estuvo ausente.

El general solía relatar, mientras que todos comían, sus historias de vida y encuentros con celebridades como Will Smith, Roger Federer, Leonel Messi y muchos otros. Le gustaba mucho la farandula.

Pero en esta ocación, el general se mantuvo completamente callado, pensativo en todo lo que leyó ayer.

Comió solo unas tostadas con jamón y retornó a su oficina.

Con un té verde en mano y con el brillo del sol aritifical, se dispuso a continuar con la lectura de las cartas:

«… NEFTUS en el antiguo sumerio significa ‘bienvenidos’. Se escribia en las entradas de las casas para recibir al rey y sus ayudantes. Todos nos emocionamos. Disimuladamente para que el traductor no sospeche. Le dijimos que estamos tratando con un espía con importante información que solo se comunica con nosotros en sumerio y que debíamos descubrir su identidad y su mensaje. No le importó. Solo quería ganar dinero. Le prometimos más si nos ayudaba. Accedió.

Le pedimos al traductor que nos traduzca un saludo: ‘Soy el general Lee, de las fuerzas armadas de los Estados Unidos de Norte America. ¿Con quién estoy hablando?’.

El traductor dijo que sería imposible traducir eso. Hubo que acortarlo. El idioma sumerio era principamente gráfico y traducirlo al escrito es complejo.

El mensaje se acortó: ‘Les habla el semi rey. ¿Quién es usted?.’ POCIYO ONO KANG. ¿MA TE?.

El signo de interrogación se mantuvo. Era intraducible. Esperemos que sirva.

Nuestro astronomo convirtió el mensaje en señal de radio y lo envío.

Esperamos varios días. No hubo respuesta. Nos preocupamos.

Decidimos enviar nuevamente a NEFTUS. Antes de enviarlo ¡recibimos respuesta!.

Nos sorprendimos. Era realmente cierto. Estaba pasando. Nos comunicamos con algo de afuera mediante señales de radio.

Mensaje recibido: ‘NEFTUS ONO KANG. MA KO TE ONO KANG. ¡MOLOLOKO!’

Contenía signos de puntuación. ¡Tenían idioma!. La espera sirvió.

La primera parte era entendible: NEFTUS ONO KANG: Saludos semi rey. Saludos general.

La segunda no.

Un día demoró la traducción. MA KO TE ONO KANG. ‘Yo soy un semi rey’ o ‘yo soy un general’.

MOLOLOKO aún seguía en misterio. El traductor abandonó la base. Debía investigar.

Volvió días despues. MOLOLOKO no era completamente sumerio. Hablaban otro odioma. ¡Increible!. Se demoraban al tener que traducir los mensajes. ¡Cuanta emoción!. Verdaderamente hay vida fuera de la tierra.

Según el traductor: MOLOLOKO es una forma de expresar nervios. Usado estando frente al rey. Significa nerviosismo por la situación. ¡Nerviosos como nosotros! Continuaremos los mensajes. Averiguaremos más. General Isaac B. LEE».

Cerrando la nota, la emoción del general fue inmensa, aunque duró poco.

-GENERAL..GENERAL.

Corriendo, su segundo al mando golpeó fuertemente la puerta de su oficina.

-¿Qué es lo que pasa?- Preguntó.

-General, tiene que venir de inmediato. Hemos localizado a uno de los ingenieros del general Lee-.

-¡¿COMO?! ¿Donde se encuentra?-

-Lo tenemos en la base, sígame.

Corriendo con mucha dificultad, llegaron a la otra punta de la base donde, en el medio de la sala de enfermería, se encontraba el cuerpo de un hombre mayor en claro estado de desnutrición.

– ¿Donde lo encontraron? y ¿Qué le ha pasado?- Preguntó el general.

-Inteligencia lo encontró así e identificó como el ingeniero Colon, el ingenieros jefe del general Lee.

-¿Puede hablar? ¿Puede moverse? ¿Está consiente?. RESPONDA, SOLDADO- Demandó impaciente, el general

-Según los medicos, necesita sueros y reposo. En este momento no puede ni hablar ni moverse, pero su cerebro no ha sufrido ningun daño.- Respondió el soldado y añadió en voz baja. -Hay que esperar.

El general Doyle suspiró y con eso tranquilizó su corazón.

-Hagan que se recupere que necesito hablar con el- Dijo, ya más calmado.

-Si señor.

El general salió de la enfermería rumbo a su puesto de mando. Quería obtener más pistas sobre la desaparición de Lee y sobre la explosión del observatorio de Hawái en donde trabajaba.

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