Un mundo de locura

-Joder que resulta complicado esto.
-Venga ya, sin mariconadas que esto es sencillo.
-Mejor juguemos con el balón plano de toda la vida.
-Pero no, te digo que es mejor jugar con un balón esférico, como la tierra.
-¿Otra vez con esas tonterías? La tierra no es una esfera, métetelo en la cabeza, colega.
-La tierra es esférica, es un globo, una bola de boliche.
-¿Qué la tierra es como una bola de boliche?
-Si, bueno, algo así. Es una circunferencia.
-Ya me tienes podrido con estos temas, me piro.

Uno de los dos jóvenes se fue, dejando al otro en el campo, con su extraño balón esférico bajo su pie derecho.
El capitán era el mejor jugador del equipo, por lejos, pero sus discursos conspiranoicos saturaban a sus compañeros, discursos que muchas veces se daban en medio de los partidos.

-Por algo se llama planeta y no redondeta, porque es plano, que va- le dijo el defensor luego de haber dejado pasar al rival sin darle mucha pelea durante el penúltimo partido del equipo antes de finalizar la liga.
-Te han lavado el cerrebro.
-El lavado éres tú, tío. Deja ya y echa a correr que perdemos cuatro a cero.

El partido finalizó con un contundente siete a tres y los equipos se retiraron a los vestuarios.

-Si lo ponemos en perspectiva y no contamos los primeros cuatro goles, hemos empatado- opinó el 9.

El equipo completo echó a reir.

-Un resultado muy redondo- dijo el arquero automáticamente poniendo sus manos en su boca, intentando tapar sus dichos.
-Claro, redondo como la tierra- dijo el capitán y mejor jugador del peor equipo de la liga.

Todos lo miraron y el arquero exclamó: -¿Una tierra esférica? ¡Este es un mundo de locura!

—- o —-

-Pero no. Por supuesto que no. Es completamente inmoral y no estoy de acuerdo.
-Yo tampoco lo estoy.
-Es inadmisible.
-De tan solo pensarlo me dan ganas de vomitar.

El revuelo generado en el recinto fue tan grande que nada se podía entender de los gritos que hacían eco.
De los más de cuarenta miembros de la sala, un hombre en solitario propuso aumentarse el sueldo, no solo el suyo sino el de todos los allí presentes, generando un caos que casi termina en linchamiento.
Finalmente la decisión fue unánime y a aquel hombre se le dio una oportunidad de continuar en el resinto firmando un escrito de renuncia y que nunca más propondría semejante barbaridad o claudicar. Optó por la segunda al considerar a todos locos.

-¡Nosotros ayudamos al pueblo, tomamos las decisiónes para mejorar sus vidas! -exclamó el hombre que debió ser sacado a rastras.
-¿Pedir más plata?- ironizó el presidente del lugar. -Les advertí que este trabajo les traería locuras, pero aquel hombre se pasó.

Los restantes miembros del congreso echaron en risas. La sola idea de cobrar más que el mínimo les era ridícula.

-Esto es tan absurdo como la idea de tu hijo de que la tierra es esférica- rió uno de los miembros más antiguos al hablarle al presidente del recinto y actual vicepresidente del país.

-Ja ja- respondió -Creo que este loco y mi hijo se llevarían bien.
-¿Una tierra esférica y unos diputados que ganen más que el mínimo?
-Realmente este es un mundo de locura.

—- o —-

-Entre tu hijo que insiste en viajar a la Antártida para comprobar que no existe el fin del mundo y el nuevo diputado que pretende que cobremos más que el mínimo por nuestro trabajo, esto se está convirtiendo en un mundo de locura.

El vice presidente hablaba con su esposa durante la cena. Comían solos, su hijo pasaba día y noche encerrado, planeando los detalles del viaje -¿postre?

La mujer asintió sonriente. -Era una sorpresa. Preparé un budín relleno de licor.

Al hombre se le hizo agua la boca. Se les había terminado el vino y no quería gastar en una nueva botella, pero no se iba a negar al placer de un buen postre embebido en ambrosía, sin embargo, al recibirlo, su cara cambió. El clásico budín rectangular había sido reemplazado por uno redondo.

-No me digas que caiste en las garras de tu hijo y su discurso de círculos por favor.

-Hablé con él, si, como hago cada día, pero esta resultó una muy buena idea. El relleno lo coloqué en el centro y se distribuyó mejor por toda la superficie. ¿Acaso te molesta la forma?

El hombre negó con la cabeza. -La forma es lo de menos, mujer. Seguramente está delicioso, pero no quiero que te llene la cabeza con sus locuras.

-¿Locuras? -repreguntó la mujer. -Locura es lo que pasó hoy en el banco. Un hombre que estaba en el medio de la fila, comenzó a gritar para que dejen pasar primero a una mujer que estaba en silla de ruedas.

-Dios mío, otro loco más- respondió el otro mientras se zampaba el postre.

-Ni te imaginas el escándalo que armó. Encima lo peor fue que al momento en que la mujer en silla de ruedas terminó el trámite, apareció un viejo en bastón y comenzó con el mismo griterío para dejarlo pasar y lo mismo hizo para una mujer embarazada. Como consecuencia, al hombre lo echaron del banco luego de habenos hecho perder casi una hora de nuestro tiempo.
-Hay cada loco. Pareciera que quien que más grita es quien más merece ser escuchado.
-Pero nos hicieron perder el tiempo, ¿no merecen alguna condena?
-La mejor condena es la social, mi vida.
-¿Darle prioridad a otras personas?. Realmente este es un mundo de locura.

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