BTHA: Parte 1

Claudio estaba caminando por la pradera.

Había escuchado un ruido entre la maleza y sabía que no se trataba de un roedor queriendo sustraer algúna hortaliza de la huerta. No, ese ruido era de pasos, de sigilosos pasos provenientes de un hombre.

Claudio era soldado del ejercito Español y estaba entrenado para eliminar a los intrusos que amenazaban su país.

Armado con su fusíl, siguió caminando, lentamente, siguiendo el rastro del usurpador hasta que lo encontró.

«¡ ALTO AHÍ !» Retumbó la voz de Claudio .

El movimiento del suelo cesó y un individuo se levantó con los brazos en alto. Llevaba un uniforme militar Ingles, aunque algo sucio.

«TIRA EL ARMA» ordenó.

El soldado Inglés obedeció sin resistencia y arrojó su pistola al pasto.

Claudio sonrió, pensó que tenía la situación bajo control cuando de repente sintió el acero en su espalda. Su sangre se había vuelto fria y le dió escalofrios en todo el cuerpo.

«TIRA EL ARMA» escuchó de una voz detras de el en un pesimo castellano.

Era un segundo soldado Inglés. Claudio había caido en su emboscada y no tenía escapatoria.

O sería asesinado en ese intante o peor aún, sería envíado a Inglaterra como un esclavo.

«KILL HIM» Escuchó decir del soldado que fue el señuelo.

Un ruido resonó en el aire. El disparo se había efectuado y el soldado había caído. Fue un disparo certero a la cabeza del enemigo. Apenas un segundo después el otro soldado se desplomó en el suelo mientras que la sangre se escapaba de su cuerpo. Ambos soldados Ingleses habían caído pero Claudio seguía estatico, no comprendía lo que acababa de suceder. Todo fue muy repentino.

Una mano apareció frente a sus ojos, era una mano que lo invitaba a tranquilizarse y a volver a la realidad.

Claudio la tomó y levantó la vista. Frente a el estaba un hombre Español. No, no solo un hombre. El era un soldado del ejercito Español, un compañero de armas.

«Vaya susto, ¿eh?» Dijo el salvador. «Estuve siguiendo a estos malnacidos y tu me has dado el momento perfecto para emboscar su emboscada».

Cluadio seguía inmovil y miraba fijamente a su compañero.

«Por cierto, me llamo Marcus».

«¿Marcus? No es un nombre muy Español si me preguntas» atestó Claudio ya reincorporado..

«Es latín, significa el protector y en este caso tu protector» Respondió Marcus soltando una carcajada que hizo reir tambien a su compañero de armas.

Marcus había salvado a su compatriota y desde ese entonces ambos se volvieron muy unidos.

Corría el año 1595 y la guerra Anglo-Española estaba en sus momentos criticos.

Claudio y Marcus fueron enviados a Londres en una operación secreta.

Su misión consitía en adentrarse en la casa de uno de los comandantes del ejercito enemigo y recuperar unos planos. Luego destruir toda la casa (y a todos en su interior).

La inteligencia militar Española descubrió que en la casa se escondían unos planos con unos prototipos de armas diseñadas por Da Vinci en el año 1510 y descubiertas por espías Británicos en 1593. Se creía que estas armas eran capaces de una gran destrucción que podían terminar con la guerra. El ejercito español las debía poseer.

Fue así que Claudio y Marcus partieron con su misión la cual realizaron exitosamente. Los planos fueron recuperados y la casa (junto con el comandante de armas y el resto de su familia) fue quemada.

Sin embargo, Marcus sintió piedad por la empleada de la familia Inglesa. En realidad había caido enamorado a primera vista de aquella joven y hermosa muchacha que contemplaba de rodillas y con lagrimas como la casa se quemaba.

Su nombre era Isabel y era Española, pero servía a Ingleses.

Ignorando las palabras de su amigo, Marcus la llevó consigo de vuelta a España y la invitó a quedarse en su casa a lo cual ella aceptó, aunque diciendo que por poco tiempo, hasta que encuentre otro lugar.

Pasaron los días y el amor de Marcus por Isabel se hizo mas fuerte. Ella, por su lado, le correspondió el amor y ambos lo disfrutaron en su plenitud durante algúnos años, pasado el fin de la guerra.

Pero aunque Marcus no lo sabía (y nunca se lo preguntó), Claudio se fué enamorando en secreto de Isabel. No solo de su belleza fisíca, sinó de su personalidad. Aunque no fue correspondido, su objetivo ahora era uno y solo uno. Tenerla. Tenerla aunque eso deba significar deshacerse de su mejor amigo.

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