Sueño: El crucero

Era el capitán del crucero y debía cumplir con muchas obligaciones antes dedesembarcar.

Sin embargo, fui ordenado a trasladar equipaje a la bodega especial.

De nada sirvieron mis reclamos y reproches. De nada sirvió que le grite a la mujer que me ordenó semejante tarea que yo era el capitán y eso es trabajo para los ayudantes.

De nada sirvió y la mujer solo hizo oídos sordos, aunque cuando me callé, ella hablo:

-Estos son los pasajeros más importantes, son 6 en total y entre todos costearon la mayoría de los gastos del viaje. Es por eso que deben ser tratados por alquien importante, por el capitán en persona, por tí.-

Con esas palabras terminó la discución y comenzó la búsqueda. Debía encontrar a los 6 pasajeros distribuidos en las 6 grandes camarotes y solicitarles su equipaje para comenzar con el desembarque.

El ascensor me llevó al sexto piso, donde me recibió una mujer de unos 40 años que muy amablemente me facilitó el equipaje. Estaba contento porque fue realmente facil.

Luego fui al quinto piso donde me informaron que el dueño de la suite se encontraba en el casino.

Lo encontré tirando los dados en la mesa y le solicité el equipaje.

Me dijo que solo llevaba una maleta con él y señalando a una vieja valija a un costado suyo, me hizo señas para que la tome.

El ascensor me dejó en el cuarto piso, un lugar muy tranquilo. Llamé a la puerta de la suite y fui recibido por una hermosa y joven mujer de no más de 30 años, con el pelo rubio y un cuerpo para envidiar.

Amablemente me ofreció su equipaje y con un silbido, un perro apareció cargando las maletas.

Curiosamente, nada me sorprendía.

Luego me dirigí al primer piso, donde un hombre que apestaba a cigarrillo me brindó las valijas de cuero las cuales pensé que cada una costaría más que su salario.

En el tercer piso había un astrónomo que no quería desprenderse de su equipo. Sin discuciones me fui y lo dejé mirando «las estrellas».

Por último quedaba el segundo piso y fue adrede. Sabía que la suite del piso 2 era mala y que cualquier ocupante estaría muy molesto con ella. Por eso quería evitarla a toda costa.

Salí al exterior a tomar un poco de aire para luego volver y terminar con esta absurda tarea que me habían impuesto.

El del segundo piso fue el más dificil, ya que al abrir la puerta me encontré con que en realidad estaba en ¡una lavandería!. La suite del piso 2 era por lejos el peor de los camarotes de lujo y eso generó tanta molestía que su ocupante decidió convertirlo en un lugar de limpieza para la ropa de los pasajeros.

Lamentablemente no lo pude encontrar y dí por concluida mi misión secundaria.

Desembarcamos en una ciudad conocida e inmediatamente me dirigí a su centro y comer algo.

El lugar era sumamente conocido y se trataba de una heladería que además vendían comida.

Tomé un sandwich y me fui a sentarme en las mesas exteriores a mirar a la gente «llevar» su vida, cuando de pronto aparecieron de la nada unos amigos que venian de jugar al fútbol.

-No te invitamos porque tenías que trabajar- Me dijeron y por dentro maldije todo el tiempo que paso trabajando.

Terminé mi comida y me dirigí nuevamente al barco cuando fuí detenido por dos sujetos que comenzaron a gritar.

No podía entender lo que decían y parece que eso los enfurecía más y aumentaba el volúmen de sus voces hasta tal punto que me despertó…

…eran albañiles trabajando en el techo de la casa vecina. En fin, de nuevo a trabajar.

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