Sueño: La estrategia

Eramos dos y estabamos fuertemente armados.

Estabamos en el tercer y último piso de un edificio desolado.

Las luces estaban encedidas, aunque no hacían falta gracias a la claridad del día.

El piso evidenciaba un visible desgaste. Marcos sin ventanas, pintura descascarada, puertas rotas.

Las luces no todas prendian y habían muchas faltantes.

Lo único que parecía funcionar bien era el ascensor, aunque no era nuestra intención utilizarlo.

Mi compañero y yo estabamos observando el paisaje a traves de una abertura sin ventana.

La calle estaba cubierta por arena, dando una sensación de desierto al paisaje.

Muchos metros adelante había otro edificio, inclinado sobre la arena del cual salieron unos 10 sujetos casi igual de armados que nosotros.

Estaban cubiertos de negro y llevaban puestos visores de visión nocturna.

Se dirigían hacia nuestro edificio, hacia nosotros.

Aún estaban lejos cuando mi compañero comenzó la balacera.

Gracias a los rifles con mira telescópica reducimos a 2 de ellos y los restantes 8 entraron en el edificio.

Se habían dividido en 2 grupos, 6 subian por las escaleras y dos por el ascensor.

Dirigimos nuestra atención hacia el mayor grupo cuando fuimos sorprendidos por el ascensor que había apurado su marcha. Facilmente fuimos despachados.

Acto seguido volvimos al comienzo. Mi compañero y yo observando a traves del hueco de la pared.

El grupo de hombres armados comenzó su embestida. Todo sucedia como la vez anterior. Esta era nuestra segunda oportunidad.

Nuevamente redujimos a 2 de ellos, pero en el intercambio de disparos perdí a mi compañero.

Quedé yo solo frente a 8 de ellos.

El grupo de asalto planeó su estrategia y uno solo fue designado al ascensor mientras que los otros se dividian por el resto edificio.

Al ser una sola persona, el elevador llegó mucho mas rapido de lo previsto por todos y el único sujeto envíado en el fue eliminado por mi pistola.

Decidí utilizar el ascensor para bajar al subsuelo del edificio ya que si me quedaba en la misma posición, sería facilmente derrotado.

El ascensor cumplió su cometido y al salir no observé a nadie en las cercanías. Todos estaban en los pisos de arriba.

Bendije mí maravillosa suerte y al salir me dirigí hacia el edificio enemigo, el cual había sido mi objetivo desde el principio.

Corrí solo por el desierto y fui visto por el enemigo cuando ya estaba fuera de la linea de fuego.

Entré en el edificio y la sirena retumbó en todo el lugar, yo era el intruso.

Era un ruido ensordecedor que cubría cada hueco…

…incluidos mis oídos. Era la alarma del nuevo despertador.

Debo volver a cambiarlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.