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Te quiero…pero no tanto

Te quiero, pero no te amo.
Así como el rocío impregna suavemente a las hojas en una cálida noche de verano y no las moja del todo.
Igual que un destello apenas visible en el firmamento cuando buscas consuelo.
Tan solo como un recuerdo, cuando me invade el olvido.
Puedo volar solo, más no te llevo conmigo.
Debes entender algo, algo que ahora te digo.
Tengo un ala abierta y cargarte no puedo.
Puede que la otra la extienda algún día, o tal vez no. Tal vez nunca.
Aunque puede ser hoy, mañana o tal vez en mi lecho de muerte.
Puede ser que lo haga al dar mi último suspiro en esta vida.
Puede ser que en ese instante te abrace con el fulgor del fin del aliento y puede que en ese instante, tan solo en este instante, ya no te quiera, sino que te ame.
Cuando pase, de una cosa debes de estar segura, de que extenderé mi manto bajo tu figura, de que te cubriré y no te dejaré y de que por fin, solo por fin, le diga adios a la amargura.

Hasta acá y ni un paso más, que vida difícil

Dios mío, hace cuanto no escribo.
Perdí la consistencia, me siento flojo.
Tunante al escribir, bizarro al imaginar, más ahora soy solo uno más.
La situación, la lucha permanente en esta vida, en el sitio que me vio nacer me alcanzó finalmente.
Este es mi corazón abierto, mi mente que ya no piensa. Historias y proyectos pausados y cancelados, no puedo completarlos. Oh, mi ansiada novela, trilogía inconclusa por si las hubiera. Deseo poder completarte, pero si lo hago ahora será nada, polvo, sombra de lo que pudo haber sido. Que dilema. La falta de esmero me hace caer en el olvido. Historias que no llegarán a su bicentenario. Tenía pensada una historia delirante para el festejo, una reunión de mi pasado y presente, desde mi pésima escritura y magnífica imaginación pasando por el punto caramelo de la cuestión y llegando a estos días de mejora al escribir pero con pensamientos lineales. ¿Habré llegado al cúlmine de mi inventiva? ¿Será acaso que por fin necesite ayuda externa? No me atraen y eso que probé un buen surtido del menú tanto de cantina como de restaurante gourmet. Siempre tuve la cabeza despejada y creía que era especial, pero se ve que se necesita un vicio y la vida y los vicios no van de la mano.
La economía es el principal obstáculo. Si tuviera el dinero de mi vecino podría dejar mis obligaciones, mi trabajo y mi vida para dedicarme a mi pasión. Pero no lo tengo. No soy pobre aunque tampoco me puedo dar el placer de la jubilación prematura.
La familia le sigue. Si no tuviera hijos tendría más tiempo libre. Incluso si tuviera el dinero suficiente contrataría cuidadoras para ellos. Pero esa es otra historia.
La pareja en un tercer lugar. El tiempo agotó la relación. Palos tras palos, discusión tras discusión, concurso para saber quién tiene la razón.
El trabajo, el maldito trabajo que aborrezco y desearía haberme marchado hace tiempo. Obligación que me consume de tiempo y alma y me regresa a mi hogar, cansado y sin ánimos, solamente para tener que confrontar a mi pareja y cuidar de mis hijos mientras que mi cabeza piensa como sobrevivir el mes hasta que me quede dormido mirando la televisión o algún video con el móvil. Repetir al infinito.
Rutina agotadora que solo me despierta en los eventos importantes. Cruel es porque desea que vea en el espejo el efecto del paso del tiempo. Mi cabello negro posee brillantes cuentas plateadas. Mi oscura barba dejó de serlo, el blanco ocupa mayor terreno y poco a poco va ganando la batalla. Mis ojos están arrugados y mis manos están marcadas con infinidad de líneas. Mi barriga aumenta y mi cuerpo decae. Te maldigo vidrio con dinero reconvertido en espejo.
Dejo aquí este escrito, mi última balada antes de cerrar el boliche. Buenas noches a todos….

— o —

-¿Dinero? ¿Oblicaciones con los hijos? ¿Rutina? ¿Buenas noches a todos? ¿Qué es esto?. Lean, ¿podés venir por favor?

-Ya voy, papá. Esperá un poco.

-Vení ahora. Dejá todo lo que estás haciendo.

-Uff…¿qué querés?

-Encontré esta nota, vení y sentate, quiero que hablemos.

-Esa nota la escribí para mi, no necesito tu opinión.

-Solo quiero hablar con vos, hijo. Esto me preocupa y quiero que charlemos, quiero que me cuentes por qué te sentís así.

-En la nota lo pongo todo, no hace falta mayor explicación y la verdad es que no estoy de humor ni con ganas de hablar.

-Esperame un segundo que cierro la puerta…ahora sí. Lean, estás equivocado en lo que escribís.

-¿Siempre estoy equivocado?

-No hijo, no siempre. Pero ahora, con esto, si.  Y lamento que hayamos tardado tanto en hablar.

-No tengo ganas, pa. Mi vida es mala y no estoy feliz.

-¿Por dónde comenzamos? ‘La economía es el principal obstáculo’. ¿Desde cuando te importa la plata?

-Desde que no la tengo y lo sabés. Desde que me sacaron todo el esfuerzo. Lo perdí todo, años de sacrificio para que en segundos se pierda.

-No me gustan las comparaciones, pero por ahí te ayudan a ver la felicidad. Yo nunca tuve nada. Mis papás, tus abuelos, no tenían para comer y desde muy chico, mucho antes de lo que vos te imaginás, yo trabajé y todo iba para alimentos, no me quedé con nada. Entre lo poco que juntábamos los tres, podiamos comprar comida y ropa para para ellos, para mi y para tus tíos. De grande perdí a mi mamá, de golpe y sin previo aviso me la quitaron. La extraño cada día, no sabés cuanto, al igual que a mi papá, pero perderla a ella tan joven fue un duro golpe. Debí trabajar aún más y lo sigo haciendo al día de hoy. Sufriste un duro golpe, pero lo que perdiste se recupera. Yo no conocí lo que era la comida de un restaurante hasta que fui mayor de edad y ahora a tus hijos y a tus sobrinos los llevo desde que pueden comer. Vos nos tenés a nosotros que te damos una mano en todo. Yo no conté con nadie.

-Conozco tu vida, pa. Se lo que hiciste y todo lo que lograste, pero yo no soy como vos. Yo no tengo tu garra ni tu fuerza de voluntad. Pensé que la tenía hasta que pasó lo que pasó y ahora no me queda nada. Soy ya viejo.

-¿Viejo por unas canas?  Dale che. Las canas y las arrugas muestran que estuviste viviendo, que cumplís tu vida. Tenés a tus hijos que están enormes y felices. Miralos a ellos, ellos te demuestran que estuviste haciendo las cosas bien. Como yo los miro a ustedes, a tus hermanos y a vos. Veo como formaron sus familias y como cuidan a sus hijos con amor. Eso,  hijo, te demuestra que el paso del tiempo es beneficioso.

La puerta se abrió y mi hijo mayor entró.

-Papá, ¿vamos a comer? La abuela nos está llamando.

-Si bebé, vamos.

-¿Por qué llorás?

-Es que el abuelo me contó un chiste tan malo que me hizo llorar de la risa.

Mi papá me dio un beso en la frente y luego salió del cuarto caminando de la mano con mi bebé, con su nieto. Que gran hombre es, como lo quiero. Optimismo serás bienvenido.

¿Quién se salva?

-¡Inmoral!
-¡Hipócrita!
-¡Embustero!
-¡Judas!
-¡Desleal!

Las palabras no parecían tener efecto en quien debiera ser su receptor.
El hombre a quien intentaban persuadir se había enriquecido de forma ilegal a costa del ingreso, del esfuerzo y de la sangre de quienes debía ayudar que ahora debían luchar por subsistir.
Pruebas no tenían, pero la evidencia era irreprochable. Aquella persona hacía gala de sus flamantes y brillantes bienes sin ningún tipo de reparo. Lamentablemente nuestro sistema no funciona sin pruebas y si estuvieran, no podrían hacer funcionar a la tuerta justicia.
Cambiar alas destrozadas de cartílagos débiles por otras de Titanio y poder alcanzar alturas imposibles para las aves comunes y corrientes fue lo que logró a cambio de vender su alma.

-¡Hijo de puta!
-¡Nos morimos de hambre!
-¡Morite!
-¡Basura, sos la dictadura!

Paralelamente, otra figura pública era agredida tanto física como verbalmente. No se conocían casos de negociados ni defraudación al estado, pero se le acusaba del mal resultado de sus políticas y principalmente de ser un opositor al partido reinante.
La justicia no era tuerta de su lado y aquella persona debió dimitir para conservar su integridad física y su alma intacta.

Dos casos comunes y corrientes, dos situaciones que lamentablemente son normales y dos maneras de tratar al alma: el cuidado y la distancia.
Que gran invento aquel, el alma, la buena voluntad de las personas, aquello que los vuelve inmortal. Veintiun gramos de existencia que revelan la automática existencia de Dios.
Un método creado para controlar a toda la humanidad, sin importar religión ni procedencia.
Hay que ser una buena persona, hacer buenas acciones para que tu alma las almacene y se las presente a Dios (cualquiera que fuera) y de esta forma, poner en marcha el mayor método de adoctrinamiento de la historia de la humanidad.
De esta forma, cada ser humano se autoregula y se suma al bando de los buenos.
Padres que transmiten a hijos, hijos que profesan las mentiras que sus padres tomaron por ciertas. El alma es la mayor mentira y la más mortífera arma jamás creada.

Así, quien abandona su alma puede disfrutar de los placeres que existen sin el maldito sentimiento de culpa.
La culpa nos detiene, incluso nos hace retroceder.
«Tengo pareja, no puedo hacerle esto»
«Me gustaría ir pero ya me comprometí con otra cosa»
«No quiero esto si se que los demás lo perdieron»
Decenas de ejemplos almacenados en cada alma y aunque no iguales, cada uno los habrá experimentado a lo largo de su vida.
Maldita culpa que nos acosa a quienes fuimos buenos de alma.

 

Estando en el Hádes o frente a los arcángeles o frente a Osiris o incluso frente a los sabios judíos, nuestra alma será juzgada por los pecados de nuestras vidas. Pecados creados y escritos por los hombres pero aceptados por los dioses.
Frente a todos ellos se van a juzgar a ambos hombres, al que vendió su alma y al que la fortaleció y una sola pregunta me surge:

¿Quién se salvará?
La respuesta es muy sencilla: NADIE.

Disfruta tu vida.

Ser un parásito (el juego)

Comienzas el juego con 17 años. Te queda un año de clases para terminar el secundario. Provienes de una familia de clase media que sobrevive haciendo malabares, pero que a veces tiene un golpe de suerte y se puede dar algún lujo. En muchas palabras, eres un chico común y corriente.

Comienzas las clases del último año escolar y un chico se te acerca. Te invita un porro.
Aceptas y la vida nunca te pareció tan relajante. Días después, el mismo chico te pregunta si querés salir del colegio para probar otros tipos de drogas.

Tu:
a) Aceptas
b): No aceptas

Opción a): Comienzas a escaparte de las clases para experimentar con las drogas. Tus notas bajan y tus padres son alertados. Tus ausencias son notadas y te conviertes en un fantasma en el aula:

¡Felicidades! Te has convertido en un yonki.

Necesitas plata para tus suministros. La diosa narcótica te tiene atado y de sus garras uno no escapa tan fácil.
Tu mente no estaba preparada para el robo, pero tu cerebro está siendo rápidamente consumido:

Tu:
1) Decides salir a robar.
2) Decides conseguir dinero por otro lado.

Opción 1): El camino que tomaste ha destruido tu vida. Eres un malandra y a menos que un milagro suceda, tu vida será corta y desgraciada.

Opción 2):  Mendigar no sirve. Pedir no sirve. Aún no estás en condiciones de recibir ayuda social. No te queda otra opción que salir a robar. Vuelves a opción 1).

Opción b): No aceptas. Decides que un porro cada tanto está bien, pero no te interesa abusar de la droga.

¡Felicidades! Te has recibido del secundario.

Al cumplir los 18 años, piensas si debes estudiar, trabajar o descansar por un año de todo. Sin embargo, no puedes descansar sin dinero, por lo que decides suspender el estudio universitario por un par de años para juntar algo de dinero y poder disfrutar. Viajes y vacaciones.

Comienzas a buscar trabajo y lo encuentras rápidamente en un pequeño negocio familiar. Tus pintas dan buena sensación y el dueño te dice que pareces ser un chico serio. Te informan el horario de trabajo y el sueldo que te pagarían. Recibís la noticia con tristeza. No era ni por asomo lo que esperabas ganar:

Tu:
a) Aceptas el trabajo, ocultando tu disgusto por el sueldo.
b) No aceptas el trabajo, informándoles que gratis no trabajas.

Opción b): Intentas otros trabajos, pero la paga va de mal en peor. Finalmente alguien te explica que siendo joven y sin experiencia es normal que te paguen así y que siempre se debe comenzar por abajo. Te arrepientes de no haber tomado la otra opción.

Opción a):  Un trabajo no era como te lo imaginabas. Cumplir un horario, acatar órdenes y pedidos y hacer todo tipo de cosas era algo para lo que no estabas preparado. Sin embargo, el dueño siempre estuvo allí para ayudarte. Por algún motivo, te tenía en tu estima.

¡Felicidades! Has logrado tu primer trabajo.

El tiempo pasó y se cumplió el primer mes.

¡Felicidades! Recibiste tu primera paga.

Tienes una sensación extraña en el cuerpo. Tu primera paga era poca si, pero era fruto de tu esfuerzo y con esto comenzaban tus lujos y autonomía.
Fueron pasando los meses y mejoras constantemente tu ritmo de trabajo.

¡Felicidades! Tus esfuerzos son tenídos en cuenta por el dueño.

El dueño sabe que no te puede pagar más, aunque te lo merezcas y por eso te pone en contacto con un conocido que es gerente de una empresa importante.
Tienes una reunión y las condiciones de trabajo que te pasan son increíbles. Gracias a las referencias del dueño del negocio en donde trabajas, ofrecen ponerte a prueba por un mes.

Tu:
a) Aceptas la oferta.
b) Rechazas la oferta.

Opción b): El dueño agradece la confianza, pero considera que tu tiempo en el negocio familiar ya finalizó. Tu insistes en quedarte, a pesar de saber que nunca vas a tener una buena ganancia. Piensas que se lo debes.

Al poco tiempo, el dueño falleció y el negocio se cerró. Ahora debes buscar un nuevo trabajo y las puertas de la empresa que rechazaste se han cerrado.

Opción a): Aceptas la oferta. Le cuentas al dueño del negocio, le das un abrazo y le agradeces por todo.

¡Felicidades! Has renunciado a tu trabajo.

Comienzas el nuevo trabajo y como entraste en una posición más elevada, algunos empleados te miran mal y las quejas se hacen sentir.

Tu:
a) Hablas con ellos.
b) Te concentras en tu trabajo y los ignoras.

Opción b): Comienzas a trabajar arduamente. Te cuesta muy poco entrar en ritmo gracias al aprendizaje que recibiste en tu antiguo trabajo. Día a día sufres acosos por parte de otros empleados pero lo ignoras. Tus días son a veces solitarios, tus comidas también. Pero sabes que no les hiciste nada e intentas ignorarlos.

¡Felicidades! Comenzaste a trabajar en una empresa de renombre. Si cuidas el trabajo podrás crecer como nunca.

Opción a): Hablar con ellos y con recursos humanos no sirvió de mucho. Cuando alguien tiene en la cabeza algo metido, es muy difícil hacerle cambiar de opinión. Lo intentaste pero no te queda otra más que seguir tu trabajo.

Poco a poco comienzas a ganarte el afecto de la gente. Ayudas a todos sin pedir nada a cambio. Te enfocas en mejorar, en crecer, en aprender y en no decaer. Esta es una gran posibilidad que tienes y estás consciente de ello. Harás lo posible para hacer crecer el lugar que trabajo te dio.

¡Felicidades! Tus esfuerzos y logros son tenídos en cuenta por tu jefe. Muy bien.

No solo tu jefe te ve como te desempeñas, sino que otras personas ven tu tacto y tu forma de comunicación. Esas personas se acercan, quieren hablarte. Te ofrecen un puesto con ellos. Dicen que necesitan a gente como tu en su gremio y te prometen una paga muy superior a la que recibes ahora además de trabajar la mitad de horas.

Tu:
a) Aceptas. La tentación de ganar más y trabajar menos horas es muy difícil de resistir.
b) No aceptas. Recién comienzas en este trabajo y sabes que nada bueno llega con aquella tentadora oferta.

Opción b): Rechazas la oferta gentilmente y continúas con lo tuyo. Los hombres no te vuelven a molestar, entendieron que no te interesa vivir como rey.
Pasan los días y tu trabajo no es para nada olvidado. Tanto esfuerzo es reconocido.

¡Felicidades! Lograste el ascenso. Nueva oficina y mejor sueldo te esperan.

Entiendes que a grandes esfuerzos, grandes recompensas. Sabes bien que estás en un lugar donde el crecimiento es posible.
Pasan los años y tu productividad no decae.

¡Felicidades! Tu rendimiento sigue mejorando, el directorio pone sus ojos en ti.

La vida no podría ir mejor. Tus gustos y placeres son constantes, por fin disfrutas de la vida.
Sin embargo, tu compromiso con la empresa es aún muy importante. Valoras mucho tu trabajo, aún más ahora que conoces los beneficios del esfuerzo.

¡Felicidades! Luego de años de esfuerzo finalmente te ascendieron. Ahora tienes empleados a tu cargo. El nuevo cargo representa una gran responsabilidad.

Nuevo cargo, nueva vida. Hace rato que eres un adulto y te comportas como tal. Es hora de dejar los caprichos de lado y enfocarte en algo más importante.

¡Felicidades! Has logrado comprar tu primera casa. El crédito no se ve tan difícil de pagar.

Conoces a una chica que te atrae. Ella ve en ti a una persona responsable, con vivienda propia y con metas reales en la vida. Se siente segura contigo y el amor comienza a surgir.

¡Felicidades! Casa, auto y familia. La vida nunca supo más agradable.

Estás feliz. Vas feliz a trabajar y eso genera un buen humor en el ambiente. Tus días son hermosos y los disfrutas a pleno. Tu trabajo nunca fue tan productivo.

¡Felicidades! Tus acciones en la empresa te permiten mejorar en tu vida. Lamentablemente los malandras también lo notaron y planean el golpe.

Los días son grises. Tu productividad bajó. Las peleas constantes en casa te ponen de mal humor. Ya no quieren acercarte a ti para hablar. Tu mal humor es contagioso. Sin embargo, tu trabajo es tu trabajo y sabes que con tiempo todo se arreglará.

¡Felicidades! Has logrado tu primer ahorro luego del violento episodio sufrido. La vida ha pasado del negro al gris. Por las noches lloras a escondidas el esfuerzo perdido, pero no estás dispuesto a bajar los brazos.

La vida te dio un duro golpe, pero nunca te rendiste. No recibiste mayor ascenso pero tu posición era ya de privilegio. Más de 50 años trabajando en el mismo lugar. Meritorio por donde se lo mire.

¡Felicidades! Luego de años de trabajo duro te puedes retirar. La amargura quedó atrás y ya siendo anciano disfrutas del descanso con tu mísera jubilación. Nada te falta ni nada te sobra.

FIN DEL JUEGO ¿Te has convertido en parásito?

Opción b): Vas con ellos y escuchas el trabajo que te ofrecen. Parece un trabajo de ensueño. Primero necesitas afiliarte.

¡Felicidades! Te has adherido a un gremio.

Tu vocación para la parla es fenomenal, con tus palabras logras cerrar disputas y la gente comienza a tenerte en cuenta.

¡Felicidades! Has ascendido a gremialista.

Comienzas a interiorizarte en los trabajos. Diriges protestas y consigues la mayor cantidad de afiliados en la historia. Las cosas te están yendo bien.

¡Felicidades! Has ascendido dentro del gremio. Los peces gordos han puesto sus ojos en ti.

La gente confía en ti. Crees que contigo pueden mejorar las cosas. En tu cabeza comienzas a creer en el poder del gremio y en lo opresor que resulta el trabajo para muchos. Te consideras un gremialista distinto, un gremialista honesto y tus actos así lo reflejan. Tu eres distinto y en tu cabeza sabes que puedes ayudar.

Un hombre se te acerca, cree en tu honestidad y te ofrece pertenecer al gobierno, ser parte de su lista de diputados en las próximas elecciones. Quiere que utilices tu carisma para la verdadera política y para ayudar al país.

Tu:
1) No aceptas. El gremio es lo más importante para ti.
2) Aceptas. Ser parte del gobierno te es interesante.

Opción 1): Continúas en el gremio. Sabes que tienes todo para crecer y decides dar el salto.

¡Felicidades! Te has postulado para la presidencia del gremio.

Nada pueden hacer frente a ti. Los otros candidatos se bajan misteriosamente de las elecciones y el presidente actual te da su apoyo y te considera su mano derecha.
La gente te aplaude y tu barriga crece a la par que tu popularidad.

¡Felicidades! Te has convertido en el presidente del gremio. Tus palabras y tus acciones son temidas. Cuida ese nuevo poder.

Lo lograste. Eres el líder. Tu mandas, tu decides. Tu responsabilidad, los empleos y las mejores condiciones para el empleado. Posees mano dura y no tus condiciones son rígidas. Indomable comienzas a ser noticia en todos los medios. Tu poder crece y el gobierno te quiere de aliado.

¡Felicidades! Has comenzado tratos con el estado. ¡Cuidado! Tus casas y bienes están siendo investigados por la oficina anticorrupción.

No puedes creer que siendo un honesto trabajador y que con su esfuerzo pudo adquirir ciertos bienes que te traten así. Te consideras el primer gremialista honesto, sin embargo, el nuevo gobierno te está traicionando. No te queda otra que recurrir a tus recursos.

¡Felicidades! Gracias a los abogados, estás libre de cargo y culpa. Puedes disfrutar del fruto de tus propiedades. Mucho esfuerzo, pero Bali te espera.

Vacaciones y libertad. Todo sirvió. Tus abogados y tus «hacedores de justicia», como los llamas, han hecho bien su trabajo y merecen ser recompensados. Tienes vía libre.

¡Felicidades! Luego de años al frente del gremio, te retiras de la política y decides disfrutar a pleno de la buena vida.

FIN DEL JUEGO ¿Te has convertido en parásito?

Opción 2): Aceptas formar parte de la lista del candidato a presidente.

Aquel hombre tomó mucha popularidad en pocos días y se fijó en ti y en tu desempeño dentro del gremio. Quiere tenerte cerca.

¡Felicidades! Te has convertido en político.

Pareces haber sido construido para la política. Te mueves con agudeza y agilidad. Eres valiente y gallardo. Ayudas a la gente. Tienes el camino marcado.

¡Felicidades! Usted ascendió a diputado. Comienza la buena vida.

Lujos por poco esfuerzo. Te crees merecedor de tal privilegio. Sin embargo, algo dentro tuyo aún piensa que puedes ofrecer más a la gente a cambio de todo lo que recibes. Aún no has caído en el ansia de poder. Te propones mejorar y que el dinero no sea tu techo.

¡Felicidades! Usted ascendió a senador. Ahora tus palabras son mayores.

Nada frena tu camino al éxito. En tu cabeza sigue vigente la idea de ayudar a la población de todo el país. Tienes todo lo necesario y tu popularidad crece. Decides esperar a postularte para presidente, quieres actuar con cautela y durante 4 años te conviertes en un referente de la oposición. Todo el mundo apoya tus ideas. Nada ni nadie te puede detener. Decides postularte ahora si, sabiendo que cuentas con el apoyo popular.

¡Felicidades! Ahora eres el presidente de la nación. Lo lograste.

Presidente, el sueño máximo de cualquier ciudadano con ansia de poder. De ti depende sucumbir ante el mismo o realmente ayudar a la gente. Solo el tiempo lo dirá.

FIN DEL JUEGO ¿Te has convertido en parásito?

 

 

 

 

 

 

 

Cuidarse el culo

-Si no venís conmigo no me lo llevo
-No voy a ir
-Entonces se queda
-¿Y eso por qué?
-¿No vés que se puede llegar a tirar?

El médico y el policía discutían en la calle. Frente a ellos, un joven estaba sentado, un individuo perdido en esta vida con un cerebro consumido y calcinado por el alcohol y otras drogas.

-¿¡Está claramente drogado o borracho y no lo pueden ni siquiera detener!?-exaltó el vecino.
-No, no se puede.
-¿¡Y por qué!?-la indignación de transeúnte era mayor.
-Porque no cometió ningún delito, señor.
-Está borracho o drogado.
-Eso no es un delito, caballero.

No contento con la situación, el peatón sacó su móvil y buscó en Internet, abriendo la primera noticia que encontró y leyó parte de ella:

«Transitar o presentarse en lugares accesibles al público en estado de ebriedad, en la medida en que no ocasione molestias a los demás -situación que debe ser probada- y que no afecte los bienes jurídicos de terceros.»

Esto en referencia a un juez que liberó a un hombre detenido por andar borracho en la vía pública y que ordenó su liberación al no afectar a terceros.

-Este pelotudo sí afectó a terceros, mirá a esa pobre gente. Los conozco hace años y son honestos y trabajadores y ahora ustedes están dejando en libertad a un loco sin cerebro.

-Señor, le sugiero que se calme y se tranquilice.

-¿Qué yo me calme y me tranquilice? ¿Es usted tarado, oficial?

El hombre había caído en la triste y patética trampa que hacen los uniformados. Cortar una discusión obligando a la otra parte a calmarse y tranquilizarse. Su caballito de escape de todas las batallas es castigar al pobre inocente en lugar de asistirlo.
El hombre había entendido y cayó.

-Muy bien, señor. Ahora déjeme que le explique, usted puede pensar y razonar, pero las leyes son así. ¿Son una mierda? Si, pero así son y hay que respetarlas. El hombre es mayor de edad y puede negarse a recibir ayuda médica y estar borracho no es una falta ni podemos detenerlo.

-¿Y para que están ustedes?-preguntó el hombre, ya indignado y con ganas de terminar la conversación con la pared.

-A nosotros nos llamaron y acudimos a la llamada.

-¿Y entonces?

-¿Entonces qué?-repreguntó el oficial.

-¿Cuál es su función?

-Señor, entiendo que esto le indigne, pero esto es así. Usted lo ve ahora, pero nosotros pasamos todo el día, todos los días, acudiendo a llamadas de este estilo y esto -dijo, señalando la escena- fue bastante leve y los damnificados tienen suerte de que el pibe está perdido en la vida y no le haga juicio por daños.

-¿De qué está hablando?

-De eso mismo.

-Entonces, el pelotudo ese le causa todo ese lío a esas personas de bien y encima pueden salir perdiendo.

-Así es. A ese pibe no le vas a sacar ni un peso por la reparación que hay que hacer. Y le repito, usted lo ve ahora, en este caso. Nosotros lo vemos todo el tiempo.

-Entonces ya tienen todo resuleto-dijo el hombre, con una falsa sonrisa, dando por concluida la conversación y volviendo a cargar las bolsas con las compras del supermercado.

El sol bajaba y los uniformados completaron sus formalidades de actas y partieron, para ellos un trámite, para el dueño del negocio un costo que podía ocasionar el cierre.
El triste dueño dedicó sus últimas fuerzas del día a limpiar y barrer los vidrios, procurando cerrarlos bajo una protección muy detallada del contenido así nadie se lastimaba. A pesar de lo ocurrido, su cabeza se enfocaba en que nadie sea lastimado por fragmentos y astillas remanentes.
Luego colocó un cartel visible anunciando un lamentable cierre temporal por arreglos.

-o-

¿En qué nos convertimos? ¿Qué somos? Cada uno vela por su trasero, no existe la ayuda al prójimo ni el interés por el otro. Los médicos de la ambulancia no trasladan al herido porque si se tira de la unidad es responsabilidad de ellos. Los policías no lo ponen en cautiverio y ni siquiera le toman los datos porque si lo hacen se involucran y ya son responsables, solo vienen labran el acta y ordenan a las víctimas que se tranquilicen.
¿En qué lugar vivimos para que no podamos vivir en paz?

¿Acaso hemos perdido la empatía?

El declive de una próspera nación (el argentum de los templarios tercera parte)

Primeros en el mundo, mundo de vagos.
Segundos en pasión, pasión para robar.
Terceros en amor, amor por la demagogia.
Cuartos en inteligencia, inteligencia para el engaño.
Quintos en oro, oro en corrupción.
Sextos en fuerza,  fuerza de autodestrucción
Séptimos en belleza, belleza artificial.
Octavos en territorio, territorio malgastado.

Maldición es lo que nos aqueja, siendo una nación con recursos para ser un amo económico del mundo. Poseedores de todos los climas posibles, desde gélidos hielos hasta ardientes desiertos, con un punto medio de junglas y cascadas. Dueños de tierras tan fértiles que un dicho común es tirar una semilla y la planta crece.
Una nación, con potencial para alimentar al 10% de la población mundial, posee entre sus pocos ciudadanos, desnutrición y faltante de alimentos.
Una nación con potencial ilimitado, posee unos pocos dueños.

¿Cuando comenzó a decaer? Un estado infante que se unificó a mediados del S XIX y que supo crecer a la par de la potencias mundiales. Un estado cuyo potencial era reconocido por el mundo entero y su crecimiento constante y solidario lo hizo posicionar en los primeros lugares de todos las clasificaciones o ‘rankings’.
Con un esfuerzo comunitario y un mismo afán de crecimiento, este joven estado se alzó con cabeza firme ante un mundo que hervía de política, un mundo en constante cambio, en donde las invenciones estaban a la par del día. Todos cooperaban y el planeta entero lo reconocía. La tierra de la plata competía contra el gigante del norte con mucho orgullo. Era el auge, momento en que la materia prima era la reina y gracias a ella se podía crecer.
Todo indicaba que una nueva superpotencia había surgido. En ella se hacían avances permanentes en casi cualquier rubro de la época y gracias a sus interminables tierras fértiles, se poseía el capital necesario para el desarrollo.
El siglo XIX terminaba y junto a este, se había cerrado el mejor siglo de la historia del país, con la aclaración de que también había sido el primero de su vida.
El siglo XX comenzó a pedir de boca, el crecimiento continuó de forma acelerada. Con escasa población, en su mayoría conformada por inmigrantes europeos que buscaban un alivio a sus tristes vidas, el crecimiento tocaba su tope. Italianos, españoles, criollos y una primera generación de argentinos tenían como objetivo hacer crecer a estas tierras. Con idiomas diferentes pero con un mismo ideal, hombro con hombro, construyeron las bases y fundamentos, para luego encarar el crecimiento.
El principal sustento del país fueron sus tierras fértiles y su producción de materia prima y eso lo volvería inestable en un mundo de guerra.
Cómodos con el presente, no se invertiría en nuevas tecnologías agropecuarias. La tracción a sangre resultaba más económica y no había deseos de cambios. Craso error.
El gigante del norte sufría pérdidas en las competencias internacional, sus productos resultaban más costosos y de inferior calidad debido a la implementación de las primeras máquinas agrícolas y eso le dio ventaja a nuestros productores que producían menor cantidad pero mayor calidad.
Satisfechos con liderar el mercado, la idea de implementar las mejoras tecnológicas en el campo, quedó esfumada.

Nadie lo esperaba o por lo menos, nadie se imaginaba lo que iba a ocurrir. Una lucha armada en Europa, estados que quedarían desolados por políticas. Situaciones de siglos atrás volverían al reflote como nunca durante el siglo XX. Y fue así, como el 28 de Junio de 1914, los periódicos del mundo anunciaban el comienzo de una «Gran Guerra».
Las vidas humanas eran desechables y sus pérdidas eran millonarias. Se seguía luchando y los soldados necesitaban alimentarse. Con sus territorios derruidos y ante la imposibilidad de traer alimentos de la India y de China, se recurrió a América.
Ésta podría haber sido una gran oportunidad para nuestros productores, pero sus mentes perezosas y de poco afán de progreso hicieron que no pudieran cumplir las demandas solicitadas por los países en conflicto y así los pedidos y el dinero recayó en la competencia, en el gigante del norte, que había invertido en mejoras de producción años antes y su flamante capacidad de producción nos dejaba con la boca abierta de par en par.
Una gran oportunidad perdida, por dormir en los laureles, por no mejorar o por querer hacerlo demasiado tarde. Las posibles ganancias perdidas podrían haber significado el cambio a convertirnos definitivamente en la potencia mundial, pero se quedó allí, en la nada.
La guerra terminó y la situación del campo mejoró, aunque no por mucho. Una década después del fin del conflicto bélico, sucedió el conflicto económico que afecto al mundo entero. Por primera vez en nuestra historia, los índices económicos mostraban la baja y la situación fue preocupando a la población hasta que una década después comenzó el declive total. La invasión a Polonia el 1 de Septiembre de 1939 dio comienzo a la segunda guerra mundial y a la segunda posibilidad de crecimiento masivo del país.
Se necesitaban alimentos, no solo unos estados, sino el mundo entero los pedía a gritos. Era la oportunidad de crecer y recuperar la economía perdida. Pero la política entro en juego. Falsas creencias de enemistad con los llamados piratas y admiración por el poderío militar alemán nos trajeron bloqueos y sanciones que impedirían las exportaciones tan necesarias. Creamos nuestro propio boicot y eso nos atormentaría hasta el día de hoy.

Sin embargo, nada nos podía preparar para la figura que esperaba para tomar el poder. Un nuevo jugador entraría en escena al finalizar la guerra que, con sus actos, condenaría definitivamente a la tierra más próspera jamás encontrada.

Convertirse en mártir

-Si hablamos de mártires. ¿Qué se les viene a la cabeza?

-Los que se mueren por un ideal.

-Che Guevara

Los aportes de los chicos eran bastantes y el salón se inundó de nombres, aunque muchos de ellos en broma.

-Cristianismo-dijo Lucas en voz baja, casi en un murmullo.

El profesor lo escuchó y ordenó silencio.

-¿Qué dijiste, Lucas?-inquirió.

El joven estaba tembloroso. Sus nervios eran visibles.

-Vamos Lucas, repite lo que dijiste.

El rubio alumno enmudeció, provocando un silencio de sepultura en el ambiente.
El profesor entendió que el niño no hablaría por lo que tomó el primer paso.

-Cristianismo es lo que dijo Lucas, ¿es verdad?

El jóven alumno asintió con la cabeza, provocando risas de todo tipo y calibre.

-No entiendo por qué se ríen si lo que dijo su compañero es bastante acertado. Entramos en un tema muy interesante y ustedes ya tienen la suficiente edad para comprender las atrocidades de la historia, en especial la historia del cristianismo.

-Profesor, Lucas es judío y un judío es el más mártir entre los mártires.

-Chicos-comenzó el profesor. -Todas las religiones poseen sus mártires, pero hay que decir la realidad y esa es que el catolicismo se basó en tres pilares para captar adeptos.

El profesor miraba a la clase. Sabía que había captado su atención y no quería perder oportunidad de impartir una nueva apertura de cabeza.

-¿Alguien me puede decir cuales fueron esos pilares?

-Los mártires, obviamente-respondió un alumno del fondo, soltando una risa.

-Si, ja ja, es cierto. El culto exagerado a los mártires. ¿Quién mejor que un héroe que sacrificó su vida por el resto para atraer fieles? -el profesor caminaba de un lado al otro del aula. -La historia cuenta miles de historias de estos héroes nada anónimos, pero nadie supera al cristianismo. El propio Jesús, que murió por nuestros pecados, para que nosotros vivamos. Que gran hombre debió ser, que ejemplo de persona. ¿Quién no seguiría el camino de tal majestuoso ser humano? Si, chicos, la mente humana es fácilmente manipulable. Pongamos un ejemplo, ¿les suena el nombre de San Jorge?

Todos los chicos murmuraron que si, pero ninguno podía recordar por qué. Tal vez era un nombre demasiado común para recordar su historia. Finalmente todos negaron y callaron.

-San Jorge es un claro ejemplo de manipulación mediante mártires. Veamos, si les digo que San Jorge murió por defender los ideales de la religión cristiana me creen, ¿verdad?

Los chicos asintieron.

-Claro, es bastante creíble, pero vamos a añadir más elementos a la historia. Si les digo que San Jorge murió por defender los ideales de la religión cristiana durante el imperio romano es aún creíble. Y si además decimos que en ese momento se llevaba a cabo una persecución a todos los cristianos por parte del emperador Diocleciano podríamos decir que es más que entendible. El emperador lo amenazó y él no renunció a su fe. Punto final para San Jorge a pesar de formar parte de la protección personal de unos de los más grandes emperadores que tuvo el imperio. No se a ustedes pero a mi me suena raro.

Los chicos estaban en silencio, escuchando con atención.

-A pesar de esto, de que a mi me haga ruido, la historia podría llegar a ser cierta, así que pongamos otro ejemplo y saquemos a San Jorge del imperio y pongámoslo a luchar con su espada contra un dragón.

El salón estalló en risas.

-Si, chicos. Hay otra versión de San Jorge, mucho más interesante que la primera y es que combatió nada más ni nada menos que contra un dragón, uno de esos dragones clásicos, con panza grande, alas prominentes y que lanzaba fuego por la boca.

Las risas continuaban en el recinto.

-Si, a mi también me causa gracia pero las historias de la antigüedad son así de extrañas. Como sea la cosa, resulta que en un pueblo de antaño, un dragón construyó su nicho de descanso sobre el río que abastecía de agua potable a todo el lugar. Sin posibilidades de enfrentarse a la bestia, no les quedó otra opción que irse suicidando, entregándose al dragón para que este devorara a un ciudadano del pueblo cada día. De esta forma, la criatura se distraía lo suficiente para que otros hombres recaudaran el agua necesaria. Así fueron pasando las semanas hasta que llegó San Jorge con su cruz y su espada y de un blandío le cortó la cabeza cual Perseo a Medusa. Como conclusión, el pueblo pagano se convirtió al cristianismo y todos felices.

Los chicos se miraban, ninguno podía creer esa simple historia como cierta.

-¿Cuál les parece más creíble?

Muy poco debate hubo en el aula y todos acordaron que la primera historia era más creíble.

-Durante el imperio romano hubieron persecuciones a los cristianos y muchos murieron por no negar su fe -opinó uno de los alumnos.

El profesor lo miró y le pidió que se levante y quede de pie.

-¿Podrías nombrarme a todos los emperadores que recuerdes?-preguntó el profesor.

-Julio César, Constantino, Nerón-respondió casi sin pensar. -Ah, y Cómodo, por la película.

-Gracias, puedes sentarte. ¿Alguno me puede decir otro emperador?

Los siguientes segundos fueron de puro silencio, solo roto para mencionar el nombre de Calígula o el de Augusto César.

-Pobre imperio romano-dijo en tono burlón el profesor. -Chicos, Julio César fue el procursor de la idea del imperio pero nunca fue emperador. El primero fue Augusto César, su sobrino nieto. Cómodo, hijo del gran Marco Aurelio, Nerón y Calígula seguro los recuerdan porque la historia los tomó como emperadores desastrosos, pero hubo uno de los que nombró Fede que es muy importante para el punto al que quiero llegar de toda esta charla. Constantino, el gran emperador y sobre todo, el gran cristiano. El hombre que remontó el imperio y lo convirtió a la fe de nuestro señor. El gran obrador del fin de la gran roma, recordado no solo por ser un buen regente, sino por su elección de cambiar la religión oficial del imperio y adoptar a Jesús como su salvador. ¿Cuantos de ustedes lo conocen como Constantino el grande y cuantos lo conocen como San Constantino?

Las manos se alzaron en su mayoría por la segunda opción.

-Una religión relativamente nueva que desplaza a una religión de miles de años como es la greco-romana. Unos locos que le hablan sobre su alma, sobre la otra vida y sobre tantas otras cosas que el romano promedio desconocía y temía. Todo cuestión de márketing.

Los chicos pusieron cara de enojo al insultar a su religión.

-Póngamoslo de la siguiente manera. Si por un lado tengo una religión cuyos dioses son inalcanzables y que desean ofrendas de dinero y objetos de valor, que al morir uno será torturado en el Hades y por el otro tengo a unos locos que me afirman que puedo dejar de hacer ofrendas, vivir una vida de pecados y hacer lo que se me de la gana siempre y cuando en mi lecho de muerte me convierta a su religión y me arrepienta de mis malas obras. Y sobre todo, si hago esto entonces mi alma, llegará al dios único y pasará una eternidad en el cielo, disfrutando de placeres inimaginables.

El profesor se había detenido en su escritorio y se sentó sobre este.

-Yo no sé ustedes, pero yo me lanzo de cabeza y a tomar por culo a los romanos y su panteón de infinitos dioses. Populismo, chicos. Populismo en su máxima expresión, salvo que, en lugar de ofrecer dinero, ofrecían una eternidad de paz. Y así fueron construyendo sus historias con los mártires. El hombre que murió por nosotros, por nuestros pecados, los hombres que murieron por abrazar su fe y luego fueron santificados. Los símbolos, además de la cruz.

-¿Está diciendo que la religión es cualquier cosa?

-Bueno. Cualquier cosa no es. Digamos que moldeó al mundo tal cual lo conocemos. El cristianismo, por muy malo que fuera en sus orígenes, en pocos siglos unió al mundo entero, pero sus inicios están basados en mentiras y engaños. Creencias truchas sobre el alma, sobre el más allá, cosas que nadie no muerto puede saber, pero que nosotros, como toda forma de vida sobre este planeta, somos seres que tenemos un ciclo y simplemente dejamos de existir.

El reloj del aula ya casi marcaba el horario de fin de la clase, pero nadie se había percatado.

-Volvamos a los pilares de la religión. Ya dijimos que uno de ellos eran los mártires, como en el caso de San Jorge en el imperio romano. Otro de los pilares era jugar con los pecados y lo desconocido, como acabo de mencionar. Si les dicen que robar, matar, violar y hacer todo lo que quieran está bien y que solamente pidan perdón antes de morir es un negoción. ¿Quién no lo aceptaría?

-Pero ser un buen cristiano es muy importante- opinó uno de los chicos.

-Si, Marcos. Pero eso es hoy en día, luego de miles de años de historia. En sus inicios era muy distinto. Eran minoría y necesitaban mentir para captar adeptos. Jugaban con las mentes de los demás, mentían, prometían cosas que no podían cumplir.

-Cómo los políticos-atinó Celeste, provocando nuevas risas.

-Si Cele, exactamente como los políticos y eso nos lleva al tercer pilar de la religión y posiblemente el más importante de los tres…

El discurso fue cortado por el timbre anunciando el receso.

-Seguiremos la próxima-sonrió el profesor, ante la decepción de los chicos.

La falsa democracia

La clase comenzó y el profesor pidió a los alumnos que ocupen sus asientos.

-Se vienen las elecciones y quiero que repasemos y discutamos un poco todo este asunto de la votación. Será una clase distinta en la que quiero que participen todos los que quieran opinar. Vamos a tocar temas delicados y quiero conocer sus opiniones así que no se contengan.

Los alumnos miraban impacientes. Era la primera vez que el profesor se descontracturaba de esa forma.

-Según Plutarco, historiador del siglo primero, la democracia se define expresamente como el gobierno de los artesanos y de los campesinos.
Él consideraba que la etimología de la palabra democracia no hacía referencia a «demos», el pueblo y a «kratos», el poder, sino que provenía de una distinción mucho más antigua a los filósofos clásicos como el caso de Sócrates, su seguidor Platón y el seguidor de este último llamado Aristóteles. Esta distinción hacía mención a una época en donde los artesanos y los campesinos querían tener el control sobre sus vidas sin la insistente intervención de la nobleza y sus endemoniados impuestos.
Cansados de las opresiones y considerando que ellos eran los únicos merecedores del fruto de su propio esfuerzo, mujeres y esclavos de lado, decidieron organizarse y auto regirse. Imponerse leyes y normas de convivencia siempre bajo aprobación en asamblea pública.
En estas primeras formas de democracia, cada idea era discutida por los artesanos y campesinos y nada escapaba a la voluntad de la mayoría. Todos trabajaban y todos querían lo mejor para su economía personal. La participación era directa y concurrida, las ideas eran volcadas y discutidas. Las decisiones tomadas eran siempre serias y consensuadas. En pocas palabras, se proponía y votaba lo que mas provecho les podría traer.
Esta forma de regirse fue fructífera en amplio sentido. En poco tiempo Atenas se convirtió en el epicentro del mundo antiguo y sus costumbres fueron adoptadas a lo largo y ancho de casi toda la Grecia clásica.

El profesor caminaba de un lado al otro del aula.

-Se trata de un ejemplo del juego  ‘el capitalista’, el juego de cartas -dijo, mirándome

-No lo conozco- respondí.

-El mínimo de jugadores es de tres personas y se deben repartir todas las cartas del mazo. Es posible que sobren cartas pero ese no es el punto. El objetivo del juego es descartarte de todas las cartas de tu mano y hay premios y castigos para los ganadores y perdedores.
Las cartas de mayor valor son las de menor numeración y las de menor valor son los reyes, las damas y las jotas. Comienza un jugador arrojando a la pila la carta que prefiera, aunque siempre se opta por la de menor valor y la ronda continúa a medida de que los otros jugadores pongan cartas de mayor valor hasta que ya nadie tenga o quiera jugar más. Las cartas apiladas de esta forma se desecha y comienza una nueva ronda partiendo desde el jugador que puso la carta de mayor valor, o sea, la de menor numeración. Las cartas se pueden jugar en solitario, de a pares, de piernas e incluso en poker, si es que se tiene.
Como sea, lo interesante del juego es que el vencedor obtiene una gratificación y esa consiste en que el jugador que salió en última posición le debe entregar la carta de mayor valor que posea en la siguiente ronda al que salió en primera posición y este a su vez le puede dar cualquiera de las cartas que posea.

-Entonces-le dije al profesor -el que gana es probable que siga ganando porque en cada ronda se garantiza una buena carta y deshacerse de una mala carta.

-Exacto-me respondió. -Los ricos serán siempre ricos y los pobres serán siempre pobres, a menos que suceda alguna situación extraordinaria y se inviertan los papeles.

-Para eso hay elecciones y democracia.-interrumpió Juan.

-Pero, lo cierto es que nos hemos alejado de esa palabra, incluso ni siquiera manejamos la definición de Platón de que la democracia es el gobierno del pueblo. Hoy tenemos un sistema de representación, votamos a un individuo para que tome decisiones por nosotros, para que nos represente y por lo general, se trata más de un concurso de popularidad de que votar a una persona realmente idónea para la tarea.

-¿Cómo se puede implementar el método anterior?-agregó Juan.

-En principio, si lo trasladamos al día de hoy, la democracia de la Atenas antigua equivale a implementar el voto calificado. Seguiríamos con el sistema de representación, pero cambia drásticamente el votante. En la antigüedad estaban excluidos los nobles, los esclavos y las mujeres de las decisiones. Salvando la distancias, los nobles serían los ricos, los esclavos los pobres y las mujeres los portadores de planes y subsidios que viven del esfuerzo ajeno. Básicamente las votaciones eran integradas por los participantes de la economía que deseaban mejores normas para mejorar sus trabajos.

-Es muy racista eso -cortó Mikél.

-Y es por eso que no se puede implementar. Pero solamente imagínense por un segundo que el voto calificado exista y que, no sé, digamos que solamente pueden votar los mayores de 25 años quienes se presume que ya se mantienen solos, o quienes no reciban ayuda del estado para no caer en el clientelismo.

-¿Y eso por qué? -dijo Mikél enfurecido, levantando la voz. Su familia era humilde y él estaba allí gracias a una beca.

-No sé. Estoy pensando en voz alta, asumiendo que la mayoría de personas de esa edad ya trabajan y son independientes económicamente hablando.

-El voto cambiaría mucho -agregó Lucía.

-Exacto. Candidatos no populares y sin los medios económicos para la campaña podrían llegar a ganar elecciones solamente planteando sus ideas y proyectos, sin necesidad de hacer demagogia.

-Excluir a los pobres de la votación es racismo, profesor. Les está negando la posibilidad de mejorar.

-Estás equivocado, Lucas. -respondió, observando al muchacho de pelos rubios que formuló la pregunta. -Lamentablemente los pobres van a seguir siendo pobres y solamente podrán cambiar su situación ante alguna situación extraordinaria, como pasa con el juego de cartas. Pero mientras mayor educación posean, mayor es la probabilidad de lograr ese milagro. Los pobres son utilizados, Lucas. Son utilizados por los políticos para sus campañas. Siempre fue así y siempre será así. En nuestro país una tercera parte de la población son los esclavos y mujeres de la antigüedad, totalmente dependientes del día a día y atados de pies y manos ante el pescado fresco.

-No está bien lo que dice, profesor. Los pobres tienen los mismos derechos que cualquiera de nosotros y el votar es un derecho -se escuchó la dulce voz de una joven.

-No se trata de eso, Romina. Estamos de acuerdo en que merecen los mismos derechos y que sus vidas no fueron fáciles, pero de esta forma, de mantener este sistema en que se los manipula para votar por un candidato para que gane las elecciones, les hace peor, les niega la posibilidad de salir del estanque. El famoso ‘candidato de los pobres’ quiere mantenerlos en su condición de tal para asegurarse el trono y eso debe cambiar.

-Los pobres saben lo que están votando, no son tontos que quieren permanecer siendo pobres.

-En eso estás equivocada, Romina. Tú miras a un pobre desde tu perspectiva, desde la mirada de una alumna que asiste a una escuela privada, que posee educación y que posee las suficientes conexiones entre sus neuronas como para ser alguien distinto en el mundo actual, pero un pobre no posee tales conexiones. Su cerebro no puede permitirse el lujo de pensar porque solamente está enfocado en la tarea de sobrevivir, a veces sin mirar el costo. El pobre es fácilmente manipulable si se le da el premio adecuado. Tu no venderías ni tu cuerpo ni tu voto por un mes de pastas gratis, sin embargo, para el pobre eso significaría que durante un mes no se tiene que preocupar por la comida y para ellos, eso es lo más cercano a un milagro.

-¿Qué ganarían ellos impidiéndoles votar?

-¿Ellos? No, Javier. La pregunta es ¿qué ganaríamos todos?. Ganaríamos tener mandatarios que realmente quieran servir al pueblo y no inflarse los bolsillos de dinero y poder. Ganaríamos mejores condiciones para todos, ganaríamos el futuro. Mientras más clase media, menos poder tendrá la «United fruit company», menos controlados seremos y más igualdad habrá.

-¿Para darle una vida mejor a un pobre, hay que prohibirle el voto?

-No digo eso, Joaquín. Hablamos del voto calificado el cual tendrá que ser regulado. Por ejemplo, yo dije que deberían poder votar los mayores de 25 años. ¿Qué otras condiciones agregarían?

-Que no sea obligatorio y haya que registrarse para votar.
-Que solamente voten los que trabajan.
-No, que voten solamente quienes no reciban ayuda del gobierno.
-O que vivan solos.
-Que no posean cientos de inmuebles.
-Que posean secundario completo.

El profesor miraba como los alumnos discutían entre ellos los criterios para el voto calificado y casi al finalizar la clase habían llegado a un acuerdo de condiciones y las habían escrito. Mikél fue el encargado de entregarlas, con una sonrisa en su rostro, satisfecho por el resultado.

-Esto, chicos. -dijo el profesor sosteniendo la hoja que le entregaron -esto es la verdadera democracia. Ponerse de acuerdo entre todos, sin importar el tiempo que lleve, para establecer mejores condiciones para el pueblo. Los felicito.

El timbre sonó y la clase había finalizado. El hombre se retiró del aula sonriendo, creyendo que había dado la mejor lección de su vida.

La noche de las brujas (solo para mayores de edad)

NOTA: UN CUENTO FUERTE. PROHIBIDA SU LECTURA A MENORES DE EDAD Y A PERSONAS DE SALUD SENSIBLE. NO ACONSEJO SU LECTURA. LEER CON PRECAUCIÓN. GRACIAS.

 

«El aquelarre comienza. La música suena en el ambiente y los calderos ya burbujean.
Brujos, magos, hechiceros, alquimistas, nigromantes y otros ocultistas son los protagonistas de este encuentro que se celebra cada 31 de Octubre.

-En el último día del octavo mes nos reuniremos- comenzó a decir el viejo Slogan. -Repasemos un poco de historia para empezar.

A los presentes les aburría esta parte, en donde el más anciano de los conjuristas relataba la historia del comienzo de su día festivo, del por qué se trata del mes ocho cuando Octubre es el décimo mes del calendario actual y de como los brujos originales fueron creados.
Salvo para los nuevos, para los ingresados recientemente que escuchaban con atención, la historia era algo que no importaba y solamente estaban allí para el descontrol, para las fiestas, sacrificios y diversión.
Todos los presentes esperaban la llegada de este día. Ellos eran ingenieros, arquitectos, empleados estatales, médicos, desempleados y gente perteneciente a todo estrato social.
Todos mantenían una vida común y normal, ante la mirada de los bárbaros, de los extranjeros a sus creencias, pero mantenían un detalle en común. A partir de la llamada hora de las brujas, las 19 horas, del último día de Octubre, se reunían lejos de la mirada del mundo y se quitaban sus disfraces para liberar sus más oscuros instintos.

Las pócimas estaban listas. El fuego se apagó y los calderos fueron sumergidos en agua helada para que el brebaje se enfríe y pueda ser ingerido.
Se cocinó un poderoso opioide en cantidades prácticamente industriales. Media docena de calderos conteniendo centenas de litros de la poderosa droga. De menor a mayor efecto estaban distribuidos, siendo los de mediano efecto los más elegidos por la mayoría y los más suaves bebidos por los interesantes.
Los primeros dos calderos contenían la cantidad suficiente de droga como para hacerte pasar una noche agradable y descontracturada.
Los siguientes dos contenían la pócima de efecto medio que liberaba de todas las ataduras sociales a quienes lo bebían pero les hacían mantener la lucidez.
Los últimos dos calderos poseían el caldo más potente, el que nublaba de sentidos a todo aquel que lo ingiera, en otras palabras, les destruía el cerebro. Al ser tan poderoso, era reservado solamente para las víctimas de aquella noche, en un intento para que no sientan y en cierta forma, que disfruten, de las torturas a las que serían sometidas.

Las víctimas variaban. Desde niños, pequeños infantes, hasta ancianos, pasando en el medio por adolescentes y adultos. Pequeños chicos extraviados o secuestrados, jóvenes atraídos por la idea de fiesta y drogas, adultos pobres y vagabundos y ancianos sacados de las casas de retiro completaban el grupo de las víctimas. Decenas de ellos y a todos se les daba de tomar la pócima de mayor efecto, antes de comenzar.
Algunos ancianos y niños fallecían al instante, por efecto del narcótico, pero la mayoría sobrevivía hasta que comenzaban los juegos.
El viejo Slogan mantenía el derecho a elegir a la primera víctima y casi siempre eran mujeres hermosas a las que desnudaba y violaba analmente hasta que la sangre emanaba de la muchacha que parecía disfrutar de lo que sucedía, gracias al efecto de la pócima.
Luego de satisfacer su apetito, amputaba las piernas y cortaba la cintura de la mujer apartando la cadera para dejarla colgando y que el que quisiera se satisfaga con el pedazo de carne. La primer víctima falleció desangrada, con una sonrisa en su rostro, algo posible gracias al efecto de la droga.
Una vez que el anciano cumplió su capricho, se apartó de la celebración y permaneció sentado en un pedestal diseñado exclusivamente para él.
Desde ese momento comienza la verdadera barbarie, la cual soy incapaz de continuar escribiendo. La vida no valía, eran objetos que hablaban, reían y sangraban y todos terminaban irreconocibles, como si de un rompecabezas se tratara. Hoy cuento todo esto al ser uno de los iniciados y al sentirme distinto en aquel aquelarre del cual no participé más que como mero espectador. El infierno me espera y no me quiero demorar. Dejo esta nota para que aquel que la encuentre sepa el motivo de mi partida. Adios y perdón.»

ESTO PODRÍA SER UNA HISTORIA DE TERROR Y HORROR CUALQUIERA, PERO LAMENTABLEMENTE PASA EN NUESTRA SOCIEDAD. GENTE RETORCIDA Y CON EL CEREBRO PODRIDO BUSCANDO PLACERES EN LOS MÁS CRUELES ACTOS. ACTOS QUE NOS REPUGNAN, NOS HACEN VOMITAR Y TENER PESADILLAS DURANTE AÑOS, PERO QUE A ESTOS INHUMANOS LES DIVIERTE Y GOZAN. DESGRACIADA ES CIERTA PARTE DE LA HUMANIDAD, DESGRACIADOS SON LOS MUCHOS QUE DISFRUTAN CON EL MORBO.
UNA FOTO, UN VIDEO, UNA NOTICIA, UN HECHO SUCEDIDO A NUESTRO ALREDEDOR. LO MIRAMOS Y LO COMPARTIMOS. POR SER CURIOSO, DIRÁN, PERO NO. ES EL MORBO QUE LOS LLAMA Y LOS ATA. LLEGAMOS A UN PUNTO EN LA HISTORIA EN EL QUE NO NECESITAMOS LA MUERTE PARA SATISFACER NUESTRAS NECESIDADES. EL IMPERIO ROMANO CAYÓ HACE TIEMPO. SIN EMBARGO, LA GENTE SIGUE NECESITANDO LO OSCURO PARA SENTIRSE REALIZADO. ¿ACASO NUNCA CAMBIAREMOS?